POSADAS.- Una de las pocas cosas que crece en la Argentina es el stock de Leliq (Letras de Liquidez) y la enorme y multimillonaria “bola” de intereses que devengan mes a mes esos títulos que emite el Banco Central.
Atendiendo a esa situación y necesitado de fondos, el Estado misionero decidió gravar con un 8% de Ingresos Brutos las ganancias que perciban los bancos que operan en su territorio por las Leliq.
“Nos comunicamos con los bancos para hacer llegar la normativa y algunos dijeron que vienen pagando sobre las Leliq desde 2017, cuando Misiones les quitó la exención a los bonos. Ahora nos queda verificar los montos y los cálculos de lo que vienen tributando para determinar si es cierto”, confirmó el ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán.
Resolución
La semana pasada se publicó en el Boletín Oficial la Resolución 693, por la cual se elimina la exención de Ingresos Brutos que tenían quienes adquirían títulos, bonos o letras emitidas por el Banco Central.
En su artículo 2, la norma establece que, a partir del 2 de junio pasado, “la actividad de operaciones sobre títulos, bonos, letras, certificados de participación y demás instrumentos emitidos y que se emitan en el futuro por el Banco Central de la República Argentina [estarán gravados con una] alícuota para el Impuesto sobre los Ingresos Brutos del ocho por ciento”.
En diciembre de 2020, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aplicó una medida similar para la Capital Federal. El sistema financiero puso el grito en el cielo.
Rodríguez Larreta tomó la medida como forma de compensar el “agujero” en el Presupuesto que le dejaba la decisión del presidente Alberto Fernández de quitarle puntos de Coparticipación que, antes, le había otorgado Mauricio Macri apenas llegó a la Casa Rosada para financiar la policía porteña.
El Banco Central y ADEBA acudieron a la Corte Suprema de Justicia, que admitió el caso, pero nunca llegó a expedirse al respecto.
El stock de Leliq supera los 14 billones de pesos (millones de millones), las tasas de interés de esa “bola” crece al ritmo de la inflación y la incertidumbre y genera temores de un Plan Bonex en la “city” porteña, ya que los pesos de las Leliq son las que respaldan a los depósitos en pesos del sistema financiero.
Según contaron a LA NACIÓN fuentes de la Secretaría de Hacienda provincial, el cobro a los Ingresos Brutos se realizaría sobre la base del tamaño de los negocios que tiene cada banco en Misiones. Por lejos, la principal entidad afectada sería el Banco Macro, que es el agente financiero de la provincia y adquirió el Banco de Misiones en 1996.
Luego está el Banco Nación que tiene más de 30 sucursales y el resto de las entidades grandes apenas tienen 3 sucursales (Santander y Galicia) en territorio Misionero. Otros bancos líderes solamente tienen una agencia en Posadas.
Misiones es una de las provincias más voraces en términos fiscales. Recauda más por Ingresos Brutos que Chaco, Corrientes y Formosa juntas. Es la 8° provincia que más recauda por este tributo, solamente superada por los distritos ricos: Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Neuquén.
En todo el país es conocida por su polémico sistema de percepción anticipada de Ingresos Brutos, conocido como “Aduana Paralela”, ya que a Misiones ningún camión con mercadería puede ingresar sin abonar en unos enormes puestos de control de Rentas instalados en el límite con Corrientes una “tajada” a cuenta del pago de Ingresos Brutos.
Pero esa voracidad, explican las autoridades, tiene una explicación muy similar a la de Rodríguez Larreta cuando instauró Ingresos Brutos sobre las Leliq.
En paralelo, el Estado misionero, controlado por el partido provincial de la Renovación, hace de la austeridad fiscal uno de los grandes ejes de una gestión que ya lleva más de 20 años. En los últimos años, muy pocas veces tuvo déficit primario y rápidamente lo corrigió. Otro dato: desde los años 90 se rehúsa a tomar deuda en dólares.