SAN CARLOS DE BARILOCHE.- A pesar de las intensas lluvias, unos 30 autos con banderas argentinas participaron esta tarde de la caravana hasta Villa Mascardi para protestar contra las usurpaciones de grupos mapuches en la región. La movilización fue organizada por el Grupo de Vecinos Autoconvocados por la Patria de esta ciudad.
En el marco de la conmemoración del 25 de mayo, la concentración “en defensa de la integridad territorial” partió a las 15 de la intersección de las rutas 40 y 258, a cinco quilómetros del Centro Cívico. Los manifestantes manejaron unos 35 kilómetros hasta Villa Mascardi en pleno diluvio. Llegaron hasta la playa pública sobre el lago Mascardi, frente a uno de los predios que permanecieron ocupados por la comunidad Lafken Winkul Mapu durante cinco años hasta el desalojo, que se concretó en octubre del año pasado.
Allí, a pocos metros del Automóvil Club Argentino de Villa Mascardi, sobre la ruta 40, los manifestantes descendieron de sus autos durante algunos minutos. La lluvia era particularmente intensa a esa hora.
Un culto a la personalidad que no logra disimular el fracaso
El improvisado acto tuvo la presencia de un vehículo de la Policía de Río Negro y un móvil de Gendarmería. “La convocatoria era un desafío, principalmente, el de poder llegar por primera vez a Villa Mascardi, ya que todas las marchas anteriores nos habían interrumpido a mitad de camino tanto la policía provincial como la Gendarmería”, indicó a LA NACION Diego Frutos, presidente de la Junta Vecinal de Villa Mascardi. Calculó que unas 150 personas participaron hoy de la caravana.
En octubre del año pasado -unos días antes del operativo de desalojo- una caravana de vehículos se movilizó bajo la consigna “Basta de Terrorismo en Mascardi” en repudio a la usurpación de terrenos. En aquel momento, un retén policial les impidió llegar a la zona del conflicto.
El dueño de La Cristalina, una de las cabañas vandalizadas en la zona, agregó: “Nuestro mensaje va dirigido principalmente a este gobierno nacional de inescrupulosos en retirada que quieren sembrar el caos social. ¿Cómo pueden regalarle tierras del parque nacional a terroristas cuyo único mérito fue el de haber usurpado, saqueado e incendiado no sólo edificios públicos sino nuestras propiedades privadas? No vamos a permitir ningún nuevo atropello. Tenemos muy claro que para este gobierno la patria es un negocio, una franquicia; para nosotros, la patria es un reto, un desafío”.
Hace diez días, desde la Junta Vecinal de Villa Mascardi difundieron un comunicado en el que advirtieron que “la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, a cargo del licenciado Horacio Pietragalla Corti, ha seguido negociando a nuestras espaldas, por lo que se firmará un acuerdo para preservar el predio donde se instaló la ‘talla antropomorfa’: construir tres casas en dicho lugar y premiar con 10 hectáreas más en la zona del lago Guillelmo a este grupo de delincuentes autodenominados Lafken Winkul Mapu que están prófugos de la Justicia y que han cometido todo tipo de actos vandálicos en la zona”.
Ya en enero pasado, los vecinos habían mostrado su “indignación” por quedar afuera del encuentro que reunió en Buenos Aires a funcionarios y organizaciones mapuches. A mediados de diciembre de 2022 y tras el pedido de diversas comunidades mapuches y tehuelches de Río Negro, Neuquén y Chubut, Alberto Fernández recibió a los representantes en la Casa Rosada y solicitó que la Secretaría de Derechos Humanos convocara a una mesa de diálogo.
En ese encuentro, que se realizó en febrero pasado en Bariloche, Pietragalla se reunió primero con miembros de comunidades mapuches y, más tarde, con los propietarios de viviendas en Villa Mascardi. En ese momento, se deslizó la posibilidad de que el Gobierno le ceda algunas hectáreas en cercanías del lago Guillelmo -unos kilómetros al sur de Villa Mascardi- para que la comunidad Lafken Winkul Mapu pueda desarrollarse.
De todos modos, desde la Secretaría de Derechos Humanos advirtieron que no hay nada definido y que seguirán las negociaciones. Se preveía una nueva reunión a fines de febrero, que no se concretó.
Entre los participantes de la caravana de hoy hubo algunos vecinos de Bariloche: “Vinimos para ser solidarios con las personas que viven en Villa Mascardi, que han sido maltratadas. Las autoridades no dan respuestas, ni del municipio ni de la provincia, y nos mienten en la cara. Y de alguna forma tenemos que levantar la voz para que esto se pueda revertir. Quiero terminar mis días en una patria libre y justa. Yo venía de chico a tomar mate al lado del lago con mis padres y hoy no puedo”, afirmó uno de ellos.