El sector petrolero registró en marzo pasado un pico de producción total de 649.000 barriles diarios. Desde entonces, hubo un estancamiento en la actividad y los últimos datos muestran un nivel de producción de 632.000 barriles, en julio pasado. La situación tiene varias explicaciones y, si bien no es una preocupación en la industria, la desaceleración del crecimiento expone nuevamente la falta de incentivos del Estado para que Vaca Muerta alcance su potencial.
Falta de insumos para operar, incertidumbre acerca del precio de referencia, imposibilidad de girar divisas al exterior y cuello de botella para evacuar el petróleo son algunas de las razones que mencionan los principales actores del sector para explicar la desaceleración de la industria. En el último periodo, además, hubo malos resultados en la perforación de pozos, según explicaron.
La situación no impedirá que este año Vaca Muerta aporte una buena noticia al Gobierno: por primera vez, luego de 10 años, la balanza comercial energética estará en equilibrio y no presionará sobre las escasas reservas del Banco Central. A partir del año próximo, además, el sector comenzará a sumar dólares al país por las menores importaciones de gas y las mayores exportaciones de petróleo. El ritmo del crecimiento y el tamaño de la generación de divisas, sin embargo, dependerá de las condiciones económicas que ofrezca el Estado.
Luego de perder las elecciones primarias, el Gobierno intervino en el mercado de combustibles y pactó con las empresas un congelamiento en los precios de la nafta y el gasoil hasta fines de octubre. Si bien el mercado no está regulado, como sucede con las tarifas de gas y electricidad, todos los gobiernos inciden en los precios a través de YPF. De esta manera, el precio del litro de la nafta súper vale en promedio 70 centavos de dólares ($250), cuando su valor histórico promedio fue un dólar ($350 al tipo de cambio oficial).
Para lograr que los precios de los combustibles no suban, el Ministerio de Economía también intervino en el valor doméstico del barril de petróleo, que quedó fijo en US$56, muy por debajo de los US$65 que valía a fines de 2022. A cambio, el ministro Sergio Massa les ofreció a las petroleras posponer el pago de los derechos de exportación (retenciones) para marzo de 2024.
“Para la implementación de este acuerdo, el Gobierno había prometido el diferimiento del pago de los derechos de exportación a los productores a partir del año próximo y en cuotas sin interés, como un gesto de parte del Estado a los fines de poner su parte en el costo del acuerdo de precios. Sin embargo, esta parte no fue cumplida, considerando que en la resolución de AFIP 5414/2023 se establece una tasa de interés mensual de 5,91%. Si bien está muy por debajo de la inflación, faltan nuevamente a una promesa anunciada en la reunión para cerrar el acuerdo”, dice el último informe del consultor energético y exsecretario de Energía Daniel Montamat.
El “barril criollo” a US$56 también quedó muy por debajo del precio internacional del Brent, la cotización que se toma de referencia en la Argentina, que vale US$96. Si bien en el sector admiten que llevar el precio interno de la nafta y el gasoil a valores similares a los internacionales “es imposible” en este contexto de caída del poder adquisitivo, también advierten que el valor doméstico está lejos de ser competitivo para atraer inversiones.
“Las empresas no van a frenar la actividad, pero no va a haber desarrollo masivo con un precio del barril a US$56″, dice el analista de energía Nicolás Arceo, director de la Economía & Energía. “El precio bajo del crudo local le quita capacidad de inversión a YPF, la mayor operadora del mercado, y eso afecta a la baja el nivel de actividad y dificulta la producción”, agregó.
El ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, anunció esta semana un nuevo dólar especial para las exportaciones de petróleo. Al igual que el dólar soja, los petroleros podrán liquidar el 25% de las divisas generadas por la exportación al tipo de cambio del contado con liquidación (CCL), que actualmente cotiza arriba de $822.
Sin embargo, el anuncio no beneficiará a YPF, ya que la petrolera con control estatal todavía no exporta petróleo, sino que toda su producción está destinada al mercado interno. Por lo tanto, mientras que YPF registrará ingresos por la venta de su petróleo a un valor de US$56 el barril y un tipo de cambio de $350, las empresas exportadoras podrán vender una parte de su petróleo al exterior a más de US$80 y el 25% de este total se podrá liquidar a más de $822.
Este año, el sector exportó en promedio 119.000 barriles diarios, lo que equivale a un 19% de la producción total, según cálculos de Economía & Energía. Esta semana, YPF anunció que luego de una inversión de US$250 millones, se extendió la capacidad de transporte del oleoducto Vaca Muerta Norte a 160.000 barriles diarios. La estrategia de la petrolera estatal es empezar este año a exportar de manera regular petróleo para obtener los beneficios de sus pares y bajar la dependencia del mercado doméstico.