La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, realiza esta semana una gira por América Latina con la intención de dar nuevo impulso al acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, firmado en 2019 y congelado desde entonces dado que los países no lo ratificaron de manera individual.
Von der Leyen estuvo este lunes por Brasil, donde se reunió con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, este martes llegará a la Argentina, donde será recibida con Alberto Fernández en la Casa Rosada al mediodía. Sus siguientes destinos serán Chile y México.
“Mi compromiso es lograr que el acuerdo UE-Mercosur se concrete, y rápido”, dijo la titular del órgano ejecutivo de la UE en una entrevista con LA NACION, que respondió por escrito. Además, habló sobre el apoyo del bloque a Ucrania y el rol de América Latina en la guerra y opinó sobre las negociaciones de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
– ¿Cuál es el propósito de su visita a la región y, más específicamente, a la Argentina?
– En estos tiempos enfrentamos tantos desafíos globales, como la lucha contra el cambio climático y la pobreza extrema, la seguridad alimentaria, el respeto de los principios de la ONU y el estado de derecho, flagrantemente violado por la guerra de agresión de Rusia, los aliados históricos tienen que fortalecer sus lazos. ¡Y los países de América Latina son los socios preferidos de Europa!
Por eso venimos con una nueva agenda para llevar nuestros vínculos con los países de América Latina y el Caribe a otro nivel. Nuestro objetivo es profundizar nuestra cooperación de larga data arraigada en valores compartidos y fuertes lazos humanos con este nuevo contexto global cambiante.
Nuestra relación bilateral con socios regionales clave, como la Argentina, es un componente básico de esta nueva agenda y tiene un impulso muy positivo en este momento. Vine para discutir la forma de reforzar nuestra cooperación en sectores estratégicos, con el apoyo de Global Gateway, el plan de inversiones de Europa en el mundo.
A través de ese plan, aportamos inversiones transparentes, respetuosas del medio ambiente y de las comunidades locales, para generar valor, crecimiento y puestos de trabajo en cada lugar.
Concretamente en la Argentina, Global Gateway está apoyando la industria de hidrógeno verde y los emprendimientos del sector tecnológico, y también está colaborando para generar un marco de cooperación en el sector de materias primas cruciales, como por ejemplo el litio. Global Investment está invirtiendo en la transición verde y digital de la Argentina, que agregan valor y generan riqueza sin dejar a nadie afuera.
– ¿Cuál es el futuro del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur? ¿Qué pasará con la oposición interna al acuerdo en algunos países europeos, como Francia? ¿La falta de protección ambiental sigue siendo un obstáculo para el acuerdo? ¿Cómo ve a la Argentina en este aspecto?
– Mi compromiso es lograr que el acuerdo UE-Mercosur se concrete, y rápido, y veo voluntad política de ambas partes para que eso ocurra. De hecho, nuestras relaciones comerciales ya están creciendo. La UE es el mayor inversor que tiene la Argentina: representa alrededor del 40% de la inversión extranjera directa. Y con el acuerdo EU-Mercosur podríamos lograr muchísimo más. Además, con la remoción de las barreras comerciales, el acuerdo nos ayudará a integrar y reforzar nuestras cadenas de valor.
Juntas, nuestras industrias podrán innovar y seguir siendo competitivas a nivel mundial. Eso permitirá modernizar y diversificar nuestras economías, que serán más fuertes para resistir los shocks y las perjudiciales dependencias económicas. También generará un mejor clima de negocios y facilitará la llegada de más inversiones extranjeras directas, que crearán más y mejores puestos de trabajo y traerán prosperidad para nuestros pueblos.
Pero el acuerdo UE-Mercosur es mucho más que un acuerdo comercial: tiene que ver con nuestros valores compartidos, y es una plataforma para enfrentar los desafíos globales que nos afectan en común, como el cambio climático y el respeto a los derechos laborales.
Es cierto que hay una atención particular a la necesidad de mantener altos estándares sociales y ambientales y de asegurar que el acuerdo esté en línea con nuestros compromisos internacionales conjuntos. Pero estoy segura de que podemos encontrar un camino a seguir juntos. De hecho, el acuerdo, y en particular el capítulo sobre desarrollo sustentable, nos habilita una plataforma para debatir y promover la sustentabilidad, y para seguir trabajando juntos en esos temas.
Global Gateway funciona como complemente de nuestro acuerdo comercial y está ayudando a nuestros socios en la región a acelerar la transición verde, con inversiones, por ejemplo, en proyectos de infraestructura de energías renovables. Pero también facilitando el acceso a financiamiento para negocios sustentables y apoyando un diálogo que establezca el marco adecuado para que la transición hacia industrias limpias pueda prosperar.
– El apoyo de la opinión pública europea a Ucrania está disminuyendo. ¿Disminuirá también la asistencia de la UE a Ucrania?
– Una inmensa mayoría de los europeos está a favor del apoyo de la UE a Ucrania, y esa aprobación de mantiene bastante constante desde que empezó la guerra. Ucrania es una democracia joven que lucha por su derecho a existir como nación, por el derecho a determinar su propio futuro, contra una guerra de agresión desatada por su vecino, mucho más grande y con armas nucleares. Ucrania no solo está luchando por su propia supervivencia, sino también por un orden mundial basado en reglas. Así que seguiremos apoyando a Ucrania todo el tiempo que haga falta.
Por eso apreciamos el compromiso de la Argentina con los principios de la Carta de las Naciones Unidas, su condena a la guerra de agresión de Rusia en los foros internacionales y el rechazo a la lógica del “poder hace el derecho”.
Porque el impacto de la guerra en Ucrania se siente mucho más allá de las fronteras ucranianas. Sus daños colaterales se hacen sentir en todo el mundo: aumento del precio de la energía y mayor inflación, por ejemplo.
Todos queremos que esta guerra termine, pero la paz tiene que ser justa y duradera, y debe restaurar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
Por eso apoyamos el plan de paz del presidente Volodimir Zelensky, que es plenamente coherente con los principios de la Carta de la ONU.
– ¿Cuál es la posición de la UE en cuanto a si el FMI debería flexibilizar los objetivos de su acuerdo con la Argentina?
– Hemos apoyado los objetivos de salvaguardar la estabilidad y abordar una inflación en alza. El programa del FMI representa un importante apoyo para la Argentina, tanto financiero como para implementar las reformas macroeconómicas necesarias para estabilizar la situación y lograr la sostenibilidad financiera a largo plazo. Espero que ambas partes lleguen rápidamente a un entendimiento sobre las condiciones más apropiadas para que el programa continúe, sin interrupciones.
– El gobierno de Estados Unidos está alarmado por la creciente presencia de China en América Latina. En ese sentido, ¿cómo ve la Unión Europea esa relación de China con la región?
– Es normal que los países comercien con diferentes socios, pero hay ciertas inversiones a las que hay que prestar particular atención, porque vienen con mucha letra chica. Y las consecuencias pueden ser serias —desde lo ambiental, lo financiero y lo social—, y llegar a generar una nociva dependencia económica.
Nuestro enfoque es diferente. Los europeos son los mayores inversores en América Latina. Y como decía antes, también somos los mayores inversores en la Argentina, donde representamos alrededor del 40% de la inversión extranjera directa. Nadie ha invertido más que Europa en la región.
Nuestro objetivo es fomentar la resiliencia económica, y para eso hacen falta cadenas de suministro sólidas, sustentables y diversificadas, así como impulsar las relaciones con los socios de confianza.
Por eso es tan importante reforzar nuestra asociación con países como la Argentina, porque nos permite diversificar nuestro comercio y nuestras cadenas de suministro, y reducir el riesgo de dependencia económica. Y en la Argentina también hará que la economía crezca, que se generen puestos de trabajo, y que se intensifiquen los vínculos y las inversiones internacionales. Así que todos ganan.
Lo que ofrece Europa, a través de Global Gateway, se basa en la confianza, la transparencia y una sociedad entre pares. Lo que ven es lo que hay.
Traducción de Jaime Arrambide