Tras la sequía, una organización remarcó el impacto de las pérdidas que representará para el país el fenómeno climático que afectó durante tres años consecutivos. En rigor, afirmaron que habrá una caída en los números finales de un un 40%, lo que representará algo más de 21.000 millones de dólares que no ingresarán por exportaciones a la Argentina.
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Según un informe de la Fundación Producir Conservando, la Argentina dejará de producir algo más de 50 millones de toneladas, que no estarán y que representarán algo más de 21/22 mil millones de dólares que no ingresarán por exportaciones respecto del proyectado inicialmente. La campaña arrancó con un estimado global de producción cercano a 132 millones de toneladas, pero estaría cerrando en 80 millones de toneladas. Tras este panorama, se planteó: “¿Y ahora?”
De acuerdo con la fundación, la Argentina cierra una de las peores campañas agrícolas en cuanto al impacto negativo de las condiciones climáticas. “En forma semanal a medida que avanza el final de la cosecha, aparecen cifras cada vez más bajas de producción global”, apuntó.
“La zona núcleo agrícola central es sin dudas la más afectada y por su importancia relativa pega muy fuerte en los datos nacionales. Las condiciones climáticas han mejorado, pero aún en la zona núcleo quedan áreas de escasa humedad en el suelo que condiciona la decisión de la siembra de trigo en los próximos días. Los pronósticos de mediano plazo no están muy claros aún y poco ayuda también la perspectiva de un año tan político como el actual, donde todos descontamos que el nuevo gobierno que venga tendrá un panorama sumamente complicado por delante”, mencionaron.
Por otra parte, dijeron que “los mercados internacionales han bajado entre un 10% y 15% respecto al viento de cola de los dos últimos años y operan con volatilidad, en algunos casos también hay insumos (urea por ejemplo) que respecto de la campaña anterior han bajado sus precios y otros que por el cierre de las importaciones, al día de hoy son difíciles de conseguir a precios razonables”.
Además, reflexionaron: “Tomando en cuenta todas estas limitantes nos encontramos con un marco para la toma de decisiones del productor muy complicado, las preguntas son ¿el país no está necesitando dólares hoy? ¿No los va a necesitar el año que viene? Sea quien fuere el nuevo presidente, ¿están difícil que el sector político de señales claras para algo que necesitamos todos los argentinos, ellos incluidos? O acaso es más importante los intereses personales de cada uno de ellos”.
Antes de finalizar dijeron: “[La] oportunidad está y necesitamos dar vuelta la hoja y poder volver a sumar para empezar a crecer, generar empleo y reducir la pobreza…. y aprovecharla”. Y resumieron: “Habrá que ser muy prolijos en la información para definir cultivos y tecnologías a utilizar en los próximos meses y arrancar la campaña 23/24 con una nueva mirada de mediano plazo que nos permita salir de la encerrona en que estamos atascados”.
Por otra parte, se conoció que el 27 del actual, otra entidad del campo, la Fundación Barbechando, realizará el primer congreso de políticas públicas para la agroindustria. La intención es mostrar que “el agro y la política pueden lograr consensos”. Además, presentarán “ideas para una Argentina para los 47 millones, entendiendo el mundo de los próximos años”.