“No se necesitan subsidios, solo reglas previsibles”, dice el anteproyecto de Ley de Desarrollo Federal Agroexportador del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que intentarán convertir en ley un grupo de entidades del campo. El proyecto destaca que la agroindustria aporta un ingreso de divisas que se ubica en torno a los US$56.000 millones al año, pero que podría ascender hasta los US$100.000 millones en la próxima década, si se le da previsibilidad al sector, además de que se trabaje bajo el marco de la normativa. La iniciativa pretende también prohibir por ley las restricciones a las exportaciones.
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Para luego de las elecciones PASO, las más de 60 entidades que integran el CAA buscarán que el plan tenga tratamiento en el Congreso. El proyecto se articula a partir de una serie de ideas fuerza donde la primera es el anteproyecto de ley que contempla una serie de aspectos como “prohibir -por ley- las restricciones cuantitativas a las exportaciones impuestas por el gobierno nacional y evitar a futuro que cualquier gobierno intente impulsar cuotas o similares”.
Puntualmente, subrayó de “los cupos que existen para exportar trigo, maíz y carne, que solo causan distorsiones a lo largo de toda la cadena de valor y, además, no cumplieron con su objetivo de frenar subas en las góndolas dado que la inflación tiene otras causas”. El CAA pidió así una ley que a las cadenas “les permita crecer”.
“Entre resoluciones y decretos identificamos más de 60 normativas y estamos trabajando para que no sean un escollo. Especialmente, hace falta revisar los costos ocultos del fobbing de exportación de alimentos en containers donde la carga de tasas, demoras burocráticas y otros elementos del despacho de exportación hacen inviable una venta al exterior y son, en algunos casos, obstáculos mayores que ciertas alícuotas de derechos de exportación para las economías regionales”, apuntaron.
En ese sentido, en el CAA señalaron que los derechos de exportación son impuestos “ultra distorsivos”, por lo que trabajan para su eliminación en todos los productos del complejo agroexportador.
El impacto fiscal de estas políticas, dijeron, será positivo y permitirá que el Estado asegure una recaudación adicional de US$32.517 millones. En el anteproyecto también incluirán un cronograma para hacer crecer la producción, las exportaciones y tener mejores ingresos fiscales con impuestos menos dañinos. “Entendemos que el Poder Ejecutivo no debe contar con la posibilidad de modificarlos [a los derechos de exportación], esa atribución corresponde al ámbito del Congreso Nacional, a partir de la modificación en el Código Aduanero”, mencionó.
El impacto de estas políticas, aseguraron, hará que el ingreso de divisas a 2033 aumente en US$39.044 millones, un 73% más en relación con los números actuales. De esta cifra, los granos y subproductos aportarán US$22.897 millones.
Según estimaron, el mayor impulso vendrá del sector de granos y subproductos, que representará un 58,6% de ese crecimiento, seguido por las economías regionales (29,7%); carnes (11,2%) y sector pesquero, con 0,4%.
En paralelo a este incremento exportador, se crearán cerca de 900.000 puestos de trabajo, un 40% de crecimiento.
El sector primario
“Las economías regionales tienen un fuerte protagonismo en relación con la generación de nuevos puestos de trabajo: el 50% del incremento en el empleo proviene de estas actividades. En segundo lugar, están los granos y subproductos con 39,6%, y en tercero, las carnes. En el sector primario, los cinco principales cultivos -soja, maíz, trigo, cebada y girasol- aportarán un mayor volumen de granos de 61,2 millones de toneladas, un 49% de crecimiento”, destacó la agrupación.
Según explicaron, para lograr esta meta habrá un incremento del 50% en la inversión por parte de los productores en la próxima década, equivalente a unos US$12.666 millones. “El 73% del incremento en la producción primaria estimada está explicado por mayores rindes, resultado de la mejora en el nivel tecnológico aplicado por los productores, considerando la tecnología ya disponible y el 27%, por expansión de área”, dijo.
Explicaron que esto no implica el uso de superficie con bosques nativos. “Incluso con este incremento del 27%, aún se encuentra disponible un 13% de área adicional que ha sido utilizada por actividades agropecuarias durante el período 2010-2021. En carnes, contabilizando las tres principales cadenas, hacia 2033 se espera un aumento del 58% en el volumen producido. El mayor aporte será de la cadena bovina, con un incremento proyectado del 50,1%, seguido por la carne porcina (31,2%) y avícola, con 18,7%”, detalló el CAA.
Según las proyecciones, las exportaciones globales de las tres carnes aumentarán un 105% y generarán una entrada adicional de divisas de US$4392 millones. Los frigoríficos exportarán por más de US$10.000 millones en un plazo de diez años. Esto se verá reflejado en la creación de 88.919 puestos de trabajo, un aumento del 15%. El mayor peso en este crecimiento lo tendrá la carne bovina (71,9%) y, en segundo lugar, la avícola, con casi el 15%.
Dentro del proyecto se contempla la creación de una Cuenta Única Tributaria de comercio exterior para agilizar, por ejemplo, temáticas como la devolución del IVA de exportación, que lleva más de un año de retraso, y que se pueden compensar para el pago de otros impuestos.
En tanto, a través de la elaboración de un Programa de Certificación Exportadora de atributos ambientales y sociales se abordarán los temas en torno de la sustentabilidad. “El objetivo central será alcanzar la carbono-neutralidad hacia 2050 y la adopción masiva de buenas prácticas ambientales”, indicaron.