KIEV.- Ucrania afirmó este sábado que logró quebrar las primeras líneas de defensa rusas en el frente sur y su Ejército aseguró que “altos mandos” de la Marina rusa murieron o resultaron heridos en un bombardeo ucraniano contra el cuartel general en Crimea.
El Ejército ucraniano ha obtenido hasta ahora pocos avances territoriales en su contraofensiva, comenzada en junio, pero el general Oleksandre Tarnavski afirmó que en las últimas semanas logró penetrar las primeras líneas de las defensas fortificadas rusas en el frente sur, después de hacerse con el control del pueblo de Robotyne.
“En el flanco izquierdo hemos logrado un avance y seguimos avanzando”, aseguró Tarnavski en una entrevista con la CNN, en la que al mismo tiempo reconoció un avance más lento de lo esperado. Los combates se desarrollan ahora al este de Robotyne, cerca de Verbove. Kiev ya había anunciado el mes pasado haberse hecho con el control de Robotyne.
Tarnavski sostuvo que uno de los objetivos del Ejército ucraniano es llegar hasta la ciudad de Tomak (sur), un importante nudo ferroviario situado a unos 20 kilómetros del frente.
“Por el momento, las fuerzas rusas confían en la profundidad de su línea de defensa”, detalló el general ucraniano. Y reconoció que “la meteorología puede ser un obstáculo serio durante el avance”.
Sin embargo, aseguró que continuarán con la contraofensiva a pesar de la llegada del invierno, dado que la campaña se desarrolla con pequeñas unidades sin vehículos, después de las pérdidas de blindados sufridas durante las primeras semanas.
“En la actualidad, ni el enemigo ni nosotros utilizamos grandes formaciones, compañías, batallones o brigadas. Usamos escuadrones de asalto, grupos de 10 a 15 hombres”, explicó. La entrevista fue publicada el día después de que Kiev bombardeara el cuartel general de la Marina rusa en Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
El Ejército ucraniano afirmó en un comunicado que “hubo decenas de muertos y heridos entre los ocupantes, incluidos altos mandos de la flota” rusa en el ataque. Según Kiev, el operativo tuvo lugar “durante una reunión de dirigentes de la Marina rusa”.
El jefe del servicio de inteligencia de Kiev, Kyrylo Budanov, señaló por su parte al medio estadounidense Voice of America que murieron “al menos nueve personas”, entre las cuales figuran generales. Moscú reconoció que uno de sus hombres había desaparecido tras el bombardeo.
Tarnavski sostuvo que el objetivo de la contraofensiva ucraniana no era solo recuperar el territorio ocupado por Rusia, sino también “destruir los centros de comando” para “crear desorden en el campo de batalla”.
En el plano diplomático, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, se reunió anteayer con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien anunció un nuevo paquete de ayuda por valor de 650 millones de dólares canadienses (482 millones de dólares estadounidenses) en tres años. El paquete incluye unos 50 vehículos blindados y el entrenamiento de pilotos ucranianos en aviones de combate F-16, de fabricación estadounidense.
Zelenski se enfrenta a las primeras reticencias de sus aliados occidentales para seguir aportándole una ayuda militar imprescindible para Ucrania, desde los congresistas republicanos hasta Polonia, un estrecho aliado de Kiev cuyo gobierno aseguró esta semana que dejaría de suministrarle armamento, aunque luego se rectificó.
Por su parte, el jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, fustigó a Estados Unidos y Occidente en el marco de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York. Tras su alocución en la Asamblea, dijo en conferencia de prensa que están “luchando directamente” contra Rusia.
Prácticamente 19 meses después del inicio de la guerra, no se atisba una posible resolución negociada del conflicto y tanto en Moscú como en Kiev y sus aliados occidentales asumen que la guerra puede durar hasta 2024 o incluso 2025.
Agencias AFP y AP