KIEV.– Ucrania reivindicó hoy avances cerca de la disputada ciudad de Bakhmut, un anuncio confirmado por el gobierno ruso y que revela los mayores logros territoriales de las tropas ucranianas desde noviembre, así como la posible señal de largada de la contraofensiva.
El vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, confirmó que Ucrania lanzó un asalto al norte de Bakhmut con más de 1000 soldados y hasta 40 carros de combate, una escala que supone la mayor ofensiva en seis meses.
Konashenkov dijo que las fuerzas rusas repelieron 26 ataques ucranianos, pero que las tropas de una zona retrocedieron para reagruparse en posiciones “más favorables” cerca del embalse de Berkhivka, al noroeste de la ciudad, y así “aumentar la estabilidad de la defensa”.
Bakhmut, escenario de la batalla más larga y sangrienta desde la ofensiva rusa que empezó hace más de un año, se encuentra casi totalmente destruida. Las tropas rusas controlan alrededor del 80% del enclave que antes de la guerra tenía 70.000 habitantes.
Videos difundidos por el Ejército ucraniano mostraban a soldados saliendo de vehículos blindados y asaltando una trinchera rusa. “¡Adelante, adelante!”, gritaba un soldado en el video grabado con una cámara de casco. Los soldados se pusieron a cubierto cuando los combatientes rusos lanzaron una granada de mano, luego corrieron hacia delante y lanzaron su propia granada contra un búnker ruso.
Yevgeni Prigozhin, jefe del grupo mercenario Wagner, confirmó la retirada del Ejército de unos cinco kilómetros de territorio en Bakhmut. Tras el repliegue de las tropas, los ucranianos ocuparon “alturas tácticas” desde las que se ve la ciudad “de un vistazo”, lamentó, y aseguró que abrieron la carretera principal que conduce a la ciudad desde el oeste.
Los flancos “se están desmoronando”, protestó. “Lo que Konashenkov describió, por desgracia, se llama ‘derrota’ y no reagrupamiento”, insistió Prigozhin, quien ha criticado repetidamente a los militares regulares rusos por no abastecer a sus hombres en Bakhmut.
Las fuerzas ucranianas están enfocándose en las últimas semanas en destruir infraestructuras rusas de logística y suministro detrás del frente, tanto en la zona táctica más cercana a la línea de contacto, como en la llamada zona operacional dentro de la propia Rusia.
Los ataques con drones, aviación, misiles de alcance medio de precisión e incluso actos de sabotaje tienen por objetivo dificultar el suministro y los movimientos de los rusos de cara a la contraofensiva.
Señal inequívoca
El presidente Volodimir Zelensky afirmó ayer que su Ejército necesita más tiempo para lanzar la contraofensiva. Pero estas operaciones victoriosas marcan un repunte de los combates después de meses de líneas relativamente estables, lo que hace creer, como sostienen corresponsales de guerra rusos, que ya comenzó.
El esfuerzo de guerra de Ucrania está respaldado por un fuerte apoyo militar y financiero de las potencias occidentales, que se vio reforzado en los últimos meses ante la insistencia de Zelensky, quien se aseguró el compromiso de sus aliados.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, lanzó un mensaje hoy al presidente ruso, Vladimir Putin, de que el bloque no retirará su apoyo a Ucrania, e insistió en que no permitirán que Ucrania se vuelva un país de satélite de Moscú como Bielorrusia.
“Quiero enviar un mensaje claro a Putin. No hay ni habrá cansancio. Seguiremos apoyando a Ucrania tanto como lo necesite y durante todo el tiempo que sea necesario”, reiteró el jefe de la diplomacia comunitaria tras la reunión informal de cancilleres en Estocolmo.
Moscú lleva meses preparándose para un ataque y construyó líneas de fortificaciones antitanque a lo largo de cientos de kilómetros de frente. También empezó a evacuar a los civiles que vivían cerca de la zona de conflicto en la provincia ucraniana de Zaporiyia, parcialmente ocupada, a zonas más alejadas del esperado avance de las fuerzas de Kiev.
El comandante de la Flota del Mar Negro rusa afirmó ayer que sus defensas también se estaban reforzando en medio de una oleada de ataques de drones ucranianos contra su base de operaciones, el puerto de Sebastopol, en Crimea.ß
Agencias AP, AFP y Reuters