WASHINGTON.- Por segunda vez en menos de tres meses, Donald Trump compareció ante un juez en un tribunal, y respondió a través de uno de sus abogados a la acusación más grave que se le haya hecho hasta ahora en un juzgado.
“Ciertamente presentamos una declaración de no culpable”, dijo uno de los letrados del magnate, Todd Blanche.
En otro hito en la historia de Estados Unidos, Trump se convirtió en el primer expresidente en comparecer ante un tribunal federal, en Miami, Florida, donde se declaró inocente este martes de todos los cargos en su contra en el caso de los documentos clasificados, la causa más seria y políticamente más sensible que enfrenta hasta ahora, y por la cual puede llegar a pasar el resto de su vida en prisión.
La caravana de Trump salió de su resort en Doral, en las afueras de Miami, poco antes de las dos de la tarde, hora local, y se dirigió al tribunal federal donde luego fue fichado y quedó bajo arresto junto con Walt Nauta, uno de sus empleados quien también quedó imputado en la causa. Trump, vestido con un traje azul oscuro y una corbata roja, fue acusado con 37 cargos por haberse llevado indebidamente cientos de documentos clasificados de la Casa Blanca al dejar la presidencia, retenerlos, divulgarlos a personas sin acceso de seguridad, y obstruir los intentos de las autoridades por recuperarlos.
Trump quedó en libertad, y al dejar el tribunal saludó desde su camioneta blindada con dos pulgares en alto a sus seguidores que se habían movilizado para mostrar su respaldo. Desafiante –y siempre en campaña–, Trump pasó luego sorpresivamente por el Café Versailles, el restaurante más famoso de la diáspora cubana, enclavado en el barrio “Little Havana” de Miami, donde saludó y se sacó fotos con simpatizantes que lo vitorearon.
“¿Están listos? ¿Están listos? ¡Comida para todos!”, gritó, mientras estrechaba manos.
Former President Donald Trump visited Miami’s iconic Versailles Restaurant in Little Havana after pleading not guilty to federal charges alleging he hoarded classified documents.The crowd serenaded him with the “Happy Birthday” song, one day before his 77th birthday. pic.twitter.com/xxZnrnv8DL
— The Associated Press (@AP) June 13, 2023Audiencia histórica
La histórica audiencia en Miami, que duró alrededor de 45 minutos, marcó la primera vez que un expresidente de Estados Unidos fue imputado y acusado de haber cometido un delito federal, y la segunda vez que Trump compareció ante un tribunal este año.
A principios de abril, Trump se declaró inocente en Manhattan en la causa por el pago secreto de 130.000 dólares a la estrella porno Stormy Daniels durante la campaña presidencial de 2016 para impedir que divulgara un affaire entre ambos. Esta causa es mucho más seria –el Departamento de Justicia lo acusó de poner en riesgo la seguridad del país– y pondrá a prueba el teflón político que le ha permitido a Trump salir ileso de todos los escándalos que atravesó en su convulsionada carrera política.
El juicio de los documentos clasificados desató otra vez una fuerte conmoción política en Estados Unidos, que una vez más quedó totalmente consumido por una trama judicial de Trump, líder del Partido Republicano y el gran favorito para competir contra el presidente Joe Biden por la Casa Blanca el año próximo.
Trump, sus abogados y sus aliados políticos han acusado al Departamento de Justicia y al gobierno de Biden de lanzar una ofensiva judicial con motivos políticos para sacarlo de la pelea por la presidencia. Pero Trump puede competir por la presidencia aun si es hallado culpable y es condenado, y varias figuras republicanas, incluidos dos rivales en la interna, Nikki Haley y Chris Christie, han relativizado la noción de una persecución política.
Afuera del tribunal, mientras Trump comparecía ante el juez, Alina Habba, integrante de su equipo de abogados, se aferró al libreto de victimización trumpista, y puso al gobierno de Biden a la par de los regímenes en Cuba o Venezuela al comparar la causa contra Trump con la situación de los presos políticos en esos países. Habba leyó una declaración preparada.
“Estamos en un punto de inflexión en la historia de nuestra nación”, dijo. “El enjuiciamiento de un líder político opositor es el tipo de cosas que se ven en dictaduras como Cuba y Venezuela. Allí es un lugar común que los candidatos rivales sean procesados, perseguidos y encarcelados. Lo que se le está haciendo al presidente Trump debe aterrorizar a todos los ciudadanos de este país”, completó.
La Casa Blanca negó cualquier influencia política de Biden en la causa judicial.
“Él no estuvo involucrado”, dijo la vocera presidencial, Karine Jean-Pierre. “El presidente ha sido muy, muy claro. El Departamento de Justicia es independiente”, afirmó.
Regreso a Bedminster
Luego de su paso por el Café Versailles, Trump regresó al aeropuerto donde abordó su avión para volar de regreso a Nueva Jersey, a Bedminster, su resort donde ya se había montado un escenario y habían sido desplegadas decenas de sillas para un discurso de campaña en horario prime time, tal como ocurrió después de que Trump compareció en el tribunal de Manhattan a principios de abril.
Trump fue acusado con 37 cargos en el escándalo de los documentos clasificados hallados por agentes del FBI en Mar-a-Lago, su resort de Palm Beach, Florida, donde se instaló tras dejar Washington. La acusación de 49 páginas presentada por el fiscal especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, detalla cómo Trump se llevó indebidamente de la Casa Blanca documentos secretos, los retuvo, los mostró a personas que no tenían acceso e intentó evitar que el gobierno federal los recuperara, un sumario explosivo que, para muchos expertos, brinda pruebas y evidencias muy dañinas contra el magnate.
Pese a la aparente solidez del caso, expertos creen que los fiscales federales tendrán una ardua tarea para obtener una condena contra Trump. El juicio se realizará en Florida, un bastión trumpista, donde los antecedentes marcan que es muy complicado lograr condenas para las figuras políticas. Si la causa llegara a decidirse por el veredicto del jurado, la decisión debe ser unánime.
Esto implica que todos los miembros del jurado deben estar de acuerdo en declarar a Trump culpable o inocente. Si tan solo un miembro del jurado está en desacuerdo con la mayoría, o el jurado es incapaz de llegar a un veredicto unánime luego de una deliberación extensa, el desenlace puede ser un juicio nulo.
La jueza que llevará el proceso, Aileen Connan, también está bajo la lupa. Cannon, una jueza federal de apenas 42 años nacida en 1981 en Cali, Colombia, fue asignada al caso por sorteo en el Tribunal Federal del Distrito Sur de Florida.
De perfil conservador, Cannon se sumó a los tribunales federales en medio de la pandemia, en noviembre de 2020, luego de ser designada por Trump y su imparcialidad ha sido puesta en duda: el año anterior, Cannon fue muy criticada al aceptar un pedido de Trump y de sus abogados y ordenar la designación de un Special Master para revisar los documentos secuestrados por el FBI en Mar-a-Lago. Expertos han advertido que la jueza puede estirar el proceso avalando la larga cadena de mociones que se espera de los abogados de Trump.
El fiscal especial del Departamento de Justicia que lideró la investigación, Jack Smith, dijo que busca un “juicio rápido”.