De cara a la nueva campaña de trigo, un informe de Aapresid remarca que “es importante definir estrategias de manejo de malezas, conocer la historia del lote, monitorear las emergencias, manejar los cultivos, planificar aplicaciones”.
Según el reporte, “para planificar un correcto manejo de malezas hay que saber que cada zona tiene sus problemáticas y que cada lote tiene un historial en el que se debe sustentar la toma de decisiones”.
En esa línea, es imprescindible identificar los activos utilizados en los cultivos antecesores y su fecha de aplicación. “En esta campaña, marcada por la sequía y siembras de gruesa más tardías, los riesgos de carry-over aumentan. Dentro de los principios más utilizados, con los que se debe tener precaución están: ALS como Clorimuron-etil + Sulfometuron-metil, Rimsulfuron, Thiencarbazone-metil + Iodosulfuron-metil, Diclosulam; HPPD como Biciclopirona, otros como Clomazone, Atrazina”, dijo Aapresid.
Las exigencias al campo que se vienen desde la Unión Europea
En este contexto, indicó que “para determinar las malezas target y planificar estrategias culturales y químicas que mejor se adecuen a su control se debe comenzar desde la cosecha del cultivo antecesor, registrando emergencias y conociendo el banco de semillas”.
De acuerdo a la encuesta de la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (Rem), para los socios de Aapresid las malezas que definieron las aplicaciones del barbecho de otoño fueron rama negra, raigrás, ortiga mansa y el complejo de crucíferas.
Lote
Para la entidad, “en lotes que ya tienen historial complicado, lo importante es lograr la implantación del cultivo lo antes posible, mediante variedades de siembra temprana y macolladoras para lograr una rápida cobertura y una mejor competencia”.
“En los lotes con controles deficientes a la salida del cultivo de verano se recomienda ‘resetearlos’ lo antes posible con un buen barbecho corto y aplicar los preemergentes en lotes con una baja población de malezas emergidas”, dijo.
“El aporte de productos residuales preemergentes es indiscutido, más aún con malezas complicadas donde la paleta de productos para postemergencia del trigo es escasa y/o de menor eficiencia si las poblaciones son abundantes o pesadas de tamaño”, agregó.
Según el reporte, “no está de más recordar que la clave para un control quìmio eficiente es que las malezas se encuentren en estadios fenológicos tempranos y asegurar la rotación de principios activos para tener controles efectivos y también reducir el riesgo de aceleración de resistencias”.
Batalla
“La batalla contra las malezas comienza bastante antes de la siembra del trigo. El historial del lote y cuál es la composición florística de malezas, sumado a la información de sus flujos de emergencia, van a ser determinante para la planificación y el éxito que pueda tener una estrategia de manejo”, señaló.
De acuerdo al informe, en cuanto a los herbicidas y a su momento de aplicación en trigo “lo importante es tener una planificación que encadene controles con diversificación de modos de acción y activos en los diversos posicionamientos posibles para el control químico. Existen diferentes alternativas, o incluso la posibilidad de poder mezclar sitios de acción ampliando el espectro de control”.
“En este sentido, REM, emitió una guía de uso de herbicidas práctica para trigo, la misma contiene una diferenciación en pre y posemergentes para dicho cultivo, la clasificación por sitios de acción y principios activos, y por último los ejemplos con nombres comerciales”, precisó.