Tres años atrás, el Frente de Todos tuvo el respaldo de los diputados que responden al gobernador Juan Schiaretti para quitarle a la ciudad de Buenos Aires los fondos de la coparticipación que el Gobierno transfirió al kirchnerista Axel Kicillof, en la provincia de Buenos Aires.
En aquella sesión, en diciembre de 2020, el oficialismo decidió incluir cambios en la iniciativa, los cuales fueron acordados con los diputados de Córdoba Federal, que responden a Schiaretti.
De esa manera, el proyecto logró aprobarse en la Cámara de Diputados y fue enviado al Senado, donde días después consiguió su aprobación definitiva.
Aquella madrugada, el oficialismo incluyó cambios en la iniciativa, los cuales fueron acordados con los diputados de Córdoba Federal, de Schiaretti.
En la Cámara de Diputados, el proyecto se aprobó con lo justo: 129 votos positivos, 118 negativos y 7 abstenciones. El acompañamiento de los cordobeses fue clave. El Frente de Todos contó también con el apoyo del interbloque Unidad Federal para el Desarrollo y de la neuquina Alma Sapag. También acompañaron el proyecto el salteño Andrés Zottos, del Interbloque Federal.
Las modificaciones que introdujo el oficialismo en el texto no convencieron a los diputados de Juntos por el Cambio: a lo largo de la madrugada insistieron que, de inconstitucional, el proyecto constituye una nueva embestida del Gobierno contra el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
El jefe del bloque de Pro, Cristian Ritondo, criticó con dureza al gobierno de Alberto Fernández y cuestionó a los diputados schiarettistas que no sólo dieron quórum en la sesión sino que avalaron la quita de recursos a la Ciudad. “Ya veremos en los próximos boletines oficiales cuál fue la prenda de negociación para su repentino interés por la Ciudad”, fustigó.
Ritondo lamentó que, tras la solidaridad demostrada por el gobierno de la ciudad con la Nación durante la pandemia, ésta se lo devuelve “con ingratitud y necedad”. El jefe de Pro enfatizó que el proyecto significa “un robo a la ciudad de Buenos Aires” y apuntó contra los diputados del peronismo cordobés por apoyar la iniciativa.
Aquella noche, en pleno debate, el malestar del gobierno porteño era palpable, no sólo con el gobierno nacional, sino con quien creían su aliado, el gobernador Schiaretti. El mandatario cordobés fue el único gobernador peronista que no suscribió la solicitada que firmaron sus colegas en favor de la quita de recursos a la Ciudad. Rodríguez Larreta confiaba que los diputados cordobeses no darían quorum en la sesión, pero no fue así: la esposa del gobernador, Alejandra Vigo, como el diputado Pablo Cassinerio fueron claves para permitirle al oficialismo abrir el debate.
“El gobernador Schiaretti nunca dijo haber estado de acuerdo con la decisión de Mauricio Macri cuando aumentó por decreto la coparticipación de la Ciudad. Fue un error”, justificaron en el gobierno cordobés. A manera de gesto con Rodríguez Larreta, elevaron una propuesta con cambios al proyecto original para permitir una instancia de negociación. Sin embargo, el gobierno porteño la rechazó de plano. Aquella “traición” de Schiaretti a Horacio Rodríguez Larreta no impidió que ahora promueva su incorporación a Juntos por el Cambio.