“El candidato único de Pro en la ciudad es Jorge Macri”. Después de meses de idas y vueltas, enfrentamientos públicos y reproches cruzados, Horacio Rodríguez Larreta pronunció las palabras que tanto esperaba escuchar su exmentor, Mauricio Macri, para ordenar la sucesión en la ciudad de Buenos Aires, bastión electoral de Pro desde 2007. Lo hizo este martes al terminar una charla con estudiantes en el auditorio “Presidente Roca”, de la Universidad de Belgrano. En esos momentos el expresidente, que ya estaba al tanto del veredicto de las encuestas, recorría la provincia de Tucumán junto a los postulantes locales de Juntos por el Cambio (JXC). “Lo prometido es deuda”, festejaron los macristas leales.
Era un secreto a voces en la mesa chica del larretismo que Fernán Quirós, la última apuesta electoral que el jefe porteño mantenía en el tablero de la fortaleza de Pro, sería corrido tarde o temprano de la contienda. La decisión estaba tomada hace más de un mes, pese a que Larreta optó por explorar un acuerdo formal para salir del laberinto: encargar encuestas a tres consultoras -Isonomía, Aresco y Tres Punto Zero- para definir un ganador ante la opinión pública. Fue lo que pactó hace dos semanas con Macri y Patricia Bullrich, su principal competidora en la interna presidencial de Juntos por el Cambio, durante la cumbre matinal en el departamento de María Eugenia Vidal en Recoleta. También consensuaron que sería el jefe porteño el encargado de ponerse al frente del anuncio.
Larreta y Jorge Macri harían el miércoles una foto conjunta para rubricar el acuerdo. La excusa será un anuncio oficial sobre ingresos brutos con el que pretende pescar votos en su odisea para llegar a la Casa Rosada. En la puesta en escena que prepara Larreta estarán casi todos los anotados en la pelea interna de JxC por su sucesión: Jorge Macri, Martín Lousteau, Graciela Ocaña y Roberto García Moritán. El gran ausente será Ricardo López Murphy, aliado de Bullrich, quien rechazó el convite y ratificó sus críticas a la política de Larreta en materia impositiva.
Con esa postal variopinta de JxC, el jefe porteño pretende enviar un mensaje interno a su tropa. Mientras sus rivales creen que sufrió un desgaste por las marchas y contramarchas en torno al manejo de su sucesión, él se jacta de haber priorizado la unidad de la coalición opositora con vistas a los próximos comicios. Es más: no prevé suspender, pero si disminuir las actividades conjuntas con Lousteau en el bastión de Pro durante la campaña, aunque esa ambigüedad despierte reproches de Macri.
El alcalde había reforzado la apuesta por Quirós después de que Macri se enfureciera con él por la convocatoria a elecciones “concurrentes” en la Ciudad, una jugada que el fundador de Pro leyó como una asistencia encubierta de Larreta a la cruzada de Lousteau, su socio en la UCR, para desbancar al macrismo de la Capital. Debido a la crisis que provocó en la cúpula de Pro su decisión de optar por la doble votación en la ciudad, Larreta puso en pausa la bendición a Jorge Macri y redobló sus esfuerzos para fortalecer las acciones de Quirós. Tras un arranque timorato del ministro de Salud -se subió al ring en pleno Mundial de fútbol en Qatar-, designó a Álvaro González, un dirigente de su extrema confianza, como jefe de campaña de Quirós y puso en marcha el aparato porteño para instalarlo. En paralelo, confió en que María Eugenia Vidal podría ser la llave para destrabar el conflicto. Una prenda de unidad para sellar un empate en la pulseada con Macri y Bullrich. Pero ese viejo anhelo se terminó de evaporar en la cumbre de Recoleta de los jefes de Pro. El expresidente y Bullrich no quisieron retirarle el aval a Jorge Macri para entronizar a Vidal. A esa altura, la carta de Quirós ya se había convertido en un escudo protector de Larreta. Con Macri en una posición acechante -sobre todo, con capacidad de daño ante la esfera pública-, Larreta intentó estirar la definición para neutralizar una nueva ofensiva de sus rivales. “Necesitaba más margen para negociar”, dicen quienes tratan a menudo al jefe porteño.
Entretelones del anuncio
Faltaban pocos minutos para las 11 y el tuit en el que oficializaba la postulación de Jorge Macri ya había sido disparado de la cuenta oficial del jefe de gobierno porteño. “¿Ya está? Me dijeron que salía a las diez. Bueno, mientras yo hablaba acá, confirmamos que el candidato único de Pro en la ciudad es Jorge Macri”, respondió Larreta, distendido, ante la pregunta de uno de los moderadores de la exposición en la Universidad de Belgrano. Lo escoltaba Julia Pomares, la jefa de asesores de la Ciudad. Entre los reclutas del proyecto presidencial de Larreta anhelan que la confirmación descomprima la tensión interna en Pro. Están convencidos de que el único ganador de la lucha encarnizada en JxC es Javier Milei. Hasta respiraron aliviados con el pronunciamiento pacifista de la CC que aprobó Elisa Carrió, una de las principales promotoras de Quirós, desde Exaltación de la Cruz.
Cuando resta menos de un mes para el cierre de listas, el jefe porteño consideró que no había más tiempo para dilatar la decisión respecto a su sucesión. De hecho, apresuró en las últimas horas la comunicación en sus redes, porque ya se había filtrado en los medios de comunicación que el “ganador” de la compulsa virtual era Jorge Macri. Asocian esas filtraciones a la ansiedad del primo del expresidente por ser nominado.
Quirós hubiese preferido esperar unos días más, según fuentes del larretismo. Consideraba que su imagen positiva le garantizaba tener un techo más alto que el intendente de Vicente López en uso de licencia y que su figura complicaba más a Lousteau, el aspirante de la UCR, a pesar de que corría de atrás en intención de voto. El equipo del jefe porteño le hizo saber que la diferencia era irremontable. En rigor, la decisión fue más política que técnica. No hubo una cumbre para analizar los resultados con los candidatos ni evaluar posibles escenarios según los competidores, como estaba previsto. La sentencia llegó ayer, cuando Larreta lo llamó a Quirós para confirmarle que oficializaría la candidatura de Jorge Macri. “No hay tiempo para revertir esto”, le transmitieron.
El precandidato a presidente de Pro mantuvo charlas con su ministro de Gobierno antes de garantizarle su apoyo, clave para la competencia con Lousteau, sobre todo, porque el larretismo maneja la maquinaria porteña y controla el territorio en las comunas más influyentes.
La reacción de Bullrich y el caso Santilli
Larreta y Jorge Macri chatearon durante el fin de semana y se reunieron el lunes en Pizza Cero, sede habitual del jefe porteño. Larreta aceptó bajar a los tres candidatos que había plantado en la cancha para desafiar a Macri -Quirós, Soledad Acuña y Emmanuel Ferrario-, pero espera ahora un gesto del primo del expresidente. Pretende que sus intendentes en Buenos Aires respalden la postulación de Diego Santilli, su ficha en la provincia. Hasta ahora, Jorge Macri había prometido neutralidad en la disputa entre Santilli y Néstor Grindetti, el candidato que eligió Bullrich para la batalla bonaerense. Resta saber cómo resolverá ese dilema el primo del expresidente. “Son cosas distintas”, deslizaron cerca de Jorge Macri.
Desde el interior, Bullrich celebró la capitulación de su contrincante en la discusión por la sucesión porteña. Entiende que desde ahora Jorge Macri será un activo en su carrera presidencial. De hecho, la semana que viene desembarcará en el territorio porteño para hacer campaña con el ministro. Bullrich considera que Larreta sufrió una derrota por resistirse a bendecir al candidato que habían impulsado Mauricio Macri y ella a fines del año pasado. “Nosotros pagamos costos y él buscó una salida elegante, pero esto es una derrota de Horacio con todas las letras. Lo tuvo que entregar a Fernán”, dicen en el ala dura de Pro. ¿Ahora Larreta espera que Bullrich le pida López Murphy que se baje para no comprometer a Jorge Macri? “Nos vemos en las PASO”, avisó el exministro apenas se conoció el anuncio de Larreta. En el macrismo admiten que el “bulldog” es un problema para el primo del expresidente, pero confían en que habrá un acuerdo para no beneficiar a Lousteau.
El jefe porteño busca instalar otra interpretación de la resolución del conflicto. Dirá que él trajo a Jorge Macri a la Ciudad para ser su ministro, una maniobra con la que le despejó el camino a Santilli en la provincia en las legislativas de 2021, y repetirá que se había comprometido a que haya un solo candidato de Pro en la Ciudad. Una actitud, remarcan cerca de Larreta, que no tuvieron ni Bullrich ni Macri en las últimas semanas.
“Lo que digo, lo cumplo”, subrayó Larreta en la intimidad. En las últimas horas el jefe porteño ratificó otra decisión crucial para su proyecto presidencial. Pese a la renovada presión de Maximiliano Abad, titular de la UCR bonaerense, y Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, para unificar la candidatura a la gobernación de JxC en Buenos Aires, Larreta no compartirá la boleta de Santilli, el postulante que mejor mide en las encuestas con miras a la compulsa bonaerense. “Vamos a cumplir lo que firmaron con Patricia”, sostienen en la cúpula de Uspallata. De esa manera, confían, Larreta retendrá el apoyo de los denominados “Sin tierra”, con despliegue territorial en el conurbano. En esa compleja geografía el jefe porteño cree que podrá doblegar a Bullrich. En el macrismo, en cambio, creen que el capítulo sobre la unificación de la candidatura a gobernador no está cerrado. Especulan que el ordenamiento de la ciudad abre un nuevo escenario de discusión en Pro.