La cadena de retail chilena Falabella comunicó la dimisión del argentino Gastón Bottazzini como gerente general de la compañía, con efectos a partir del próximo 1 de enero de 2024, tras cinco años desempeñándose en dicho cargo.
En una carta compartida por la cadena, Bottazzini destacó que durante sus años de mandato se han emprendido muchas iniciativas, se han dado éxitos, y se han cometido errores, coincidiendo todo en el tiempo con un período en el que se ha crecido mucho como organización. “Estoy seguro de que durante los próximos años cosecharemos todos los frutos de los esfuerzos hechos durante el desafiante proceso de digitalización de la compañía”, dijo.
El presidente de Falabella, Enrique Ostalá, agradeció la “relevante contribución” de Bottazzini en el desarrollo de la compañía con distintas responsabilidades y destacó su compromiso y liderazgo. “Seguiremos contando con su vasta experiencia, visión estratégica del negocio, y capacidad analítica durante el proceso de sucesión de su cargo”, expresó.
Previamente, Bottazzini se desempeñó como consejero delegado del negocio financiero de Falabella, durante un período de diez años, lo que le permitió consolidar el posicionamiento del Banco Falabella Chile. Además, impulsó la regionalización de la entidad mediante el lanzamiento del Banco Falabella en Colombia y la entrada de su tarjeta en México.
Falabella informó la semana pasada que sus ganancias bajaron un 50,3% interanual en el segundo trimestre, a 48.829 millones de pesos (unos 60,8 millones de dólares). Sus negocios están basados, principalmente, en el llamado retail tradicional: tiendas departamentales (con la marca Falabella), homecenters (Sodimac) y supermercados (con la cadena Tottus que opera únicamente en Chile y Perú).
La marca dejó la Argentina en 2021. “Al igual que en los casos anteriores, este proceso contempla un plan de retiro voluntario para todos los colaboradores de las tiendas que cesarán sus actividades. Falabella seguirá operando a través del e-commerce”, explicaron en la cadena en ese momento. La filial argentina representaba hasta 2020 menos de 5% de la facturación global de la compañia.
Falabella desembarcó en el país en 1993, con la apertura de una primera tienda en Mendoza y desde el interior se fue expandiendo hasta llegar a Buenos Aires. En más de 25 años, la empresa pudo superar con éxitos todos tipo de obstáculos, incluyendo la crisis de 2001.