Ocho personas murieron y otras 13 resultaron heridas en la noche del jueves por un tiroteo en la localidad serbia de Mladenovac, ubicada a unos 60 kilómetros de Belgrado, la capital del país. Un individuo, de 21 años, todavía no identificado abrió fuego con un arma automática desde un vehículo en marcha y huyó.
Siete de los heridos se encuentran en estado crítico, según trascendió. Informes locales sugieren que un oficial de policía y su hermana están entre los muertos. Aún no están claras las razones que llevaron al sujeto a disparar. Se sabe que mantuvo una tensa discusión con vecinos del pueblo de Malo Orašje antes del tiroteo.
La policía que busca al sospechoso procedió a cerrar la carretera que conduce a las localidades de Malo Orašje y Dudona frente a la hipótesis de que el atacante esta escondido cerca, detalló la señal de televisión local RTS. Emplean tanto agentes como helicópteros y drones de asistencias para agilizar el proceso.
El ministro del Interior de Serbia, Bratislav Gasic, calificó el hecho como un “acto terrorista”. En 2013, un habitante de la misma región mató a 13 familiares y vecinos.
Un país sorprendido por la violencia armada
El nuevo tiroteo ocurrió apenas un día después de que un estudiante de 13 años disparara mortalmente a ocho compañeros y un guardia de seguridad en una escuela primaria de Belgrado. Seis otros alumnos y un profesor resultaron heridos en el tiroteo. Dos de ellos se encuentran en situación crítica.
El asaltante fue detenido poco después de la matanza en el recinto de la escuela, donde esperaba la llegada de los policías, e ingresó en un hospital psiquiátrico. Su padre, un reputado médico y propietario del arma usada, fue arrestado y debe declarar el viernes ante la justicia. La madre también fue interrogada.
La violencia armada en las escuelas es extremadamente inusual en Serbia, una nación de siete millones de habitantes con alrededor de 765.000 armas registradas. En respuesta a la masacre escolar que ocurrió el miércoles, el gobierno decretó tres días de luto nacional a partir del viernes.
El presidente Aleksandar Vucic deploró el suceso como “uno de los días más difíciles en la historia contemporánea” del país. La escuela Vladislav Ribnikar, que acoge a alumnos de 7 a 15 años en el centro de Belgrado, permaneció cerrada el jueves, con la policía custodiando la entrada al edificio.
Cientos de personas acudieron al lugar para depositar flores, juguetes o velas encendidas en un memorial improvisado. También hubo homenajes en otras ciudades serbias como Nis y Kragujevac, en la capital croata Zagreb o en Banja Luka, centro administrativo de la República Serbia de Bosnia.
Con información de AFP y Associated Press
