Tipos de cambio: qué estrategias aplican los diferentes países en el mundo

1. Dolarización / Bimonetarismo / Cepo. Algunos gritan dolarización, otros prometen bimonetarismo y hasta se inclinan en la misma propuesta por un tipo de cambio para comerciar con el mundo y por otro para pagar el turismo o el consumo de ciertos servicios. Vamos a intentar entender qué pasa en el mundo. Aunque nos parezca sorprendente, hacerse la pregunta referida al valor del dólar o vivir preocupado por sufrir permanentes devaluaciones son cosas que no pasan en gran parte del planeta. Como regla general, existen tipos de cambio únicos (no 20 tipos de cambio, como en nuestro país) que no son solo con el dólar. Estos tipos de cambio fluctúan: se aprecian en momentos de mayor entrada de divisas y se deprecian cuando hay mayores tensiones y demandas por el contexto externo.

2. Alcance. De los 180 países monitoreados por el FMI, solo 22 tienen tipos de cambio múltiples: 10 son duales (hay un tipo de cambio financiero y otro comercial) y 12 son múltiples, como el caso de la Argentina. Luego, 16 países tienen dos monedas de curso legal, entre los cuales se destaca El Salvador, que tiene al Bitcoin con esa característica. Y 34 países tienen algún tipo de impuesto a la compra de divisas, ya sea que esa compra se haga para ahorrar o para comerciar. Incluso, cuando un país se hace parte del Fondo se adapta al consenso del artículo 8, que indica que no podrá haber tipos de cambio múltiples, excepto que el FMI este de acuerdo y solamente para sortear una crisis de balanza de pagos. Adivinen en qué situación estamos…

3. Regímenes. Si ya consensuamos que tener un solo tipo de cambio es lo normal, vamos a la segunda parte. ¿Qué régimen cambiario se usa hoy? Hace varios años, lo normal para los países era usar tipos de cambio fijo para poder bajar la inflación. Es decir, atar la moneda propia a la evolución de otra moneda, más estable que la local. En cuanto se empiece a emitir dinero por encima de lo que emite el país de origen, la credibilidad se resquebraja. Esto es parte de los regímenes conocidos como “hard peg”, que incluyen la dolarización o la convertibilidad. Estos hoy son el 13% del mundo. El régimen más común, el que tiene el 47% de los países, es el de “soft peg”, en el cual la moneda se deprecia, respecto de otra más fuerte, de forma controlada, sobre la base de indicadores de productividad, desempleo e inflación. En el 36% de los países hay regímenes de flotación, con tipos de cambio definidos por el mercado, en los que el Banco Central solo interviene comprando o vendiendo si hay devaluaciones o apreciaciones muy significativas.

4. Anclas monetarias. Las reglas puramente cambiarias para frenar la inflación, como la caja de la convertibilidad, perdieron fuerza en los últimos años. El uso del dólar como moneda a la cual “atarse” para frenar un proceso inflacionario, cada vez es menor: en 2014 lo usaba el 23% de los países, y hoy para el 19%; el uso de la canasta de monedas pasó de 6,3% a 4% en el período. Por el contrario, la estrategia para frenar la inflación se centró mucho mas en el uso de reglas fiscales que den mayor confiabilidad en el manejo de las finanzas públicas, sumado a las tan maltratadas metas de inflación, a las que se recurrió recientemente en la Argentina.

5A contramano. Los 12 años de estancamiento de nuestra economía llevaron a un PBI per cápita en picada y a sueldos que hacen que la paciencia se esfume. Sin embargo, dolarizar la economía sería una forma de ir a contramano de las mejores prácticas de las economías del mundo. La performance de nuestra moneda no causa el deterioro, sino que es víctima de la mala praxis. ß

MySocialGoodNews.com
Logo
Enable registration in settings - general
Shopping cart