EL CALAFATE.- La Justicia electoral de Tierra del Fuego dejó firme anoche su decisión de anular los votos emitidos a favor del partido Republicanos Unidos en las elecciones del 14 de mayo, por lo que el partido que se referencia con Javier Milei a nivel nacional pierde las dos bancas de concejales que consiguió en Ushuaia y Río Grande. No solo eso: al fundamentar el fallo, el tribunal responsabilizó a la agrupación de haber realizado maniobras ilegales para vulnerar el derecho del electorado.
Ante la decisión firme, desde Republicanos Unidos confirmaron a LA NACION que seguirán la discusión en los tribunales provinciales y están dispuestos a abrir una causa federal para discutir la nulidad de los 3000 votos recurridos el domingo en las mesas de votación, número que ahora asegura la justicia es de 2378 votos.
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¿Cuál es el origen de la controversia? El color de las boletas: la Justicia electoral había definido que las boletas para concejales debían ser de color amarillo, pero las papeletas de Republicanos Unidos que fueron impugnadas y luego anuladas eran de color verde. En las elecciones fueguinas las boletas van separadas por categoría y color: azul para gobernador y vice, blanca para diputados provinciales, verde para intendente y amarilla para concejales.
En la respuesta a la impugnación presentada por el apoderado de Republicados Unidos, Santiago Pauli, la Justicia electoral consideró que el partido fue quien introdujo en los comicios una boleta diferente a la que había sido aprobada y acusó al partido de presentar de “manera solapada” boletas distintas a las que habían sido oficializadas. No aventuró razones por la que habría de intentar una maniobra en su contra, sino la sospecha de que se estaría intentando generar una polémica a nivel nacional.
La junta electoral, integrada por la jueza electoral interina Mariel Jesús Zanini, el fiscal mayor del Distrito Judicial Sur, Eduardo Urquiza, y los vecinos Claudia Patricia Zubelza y Jorge Ernesto Medina, culpó a la agrupación de “violar el principio de equidad” y aseguró que “con esa astucia, vulneró la voluntad de los electores llamados a las urnas”, según el acta a la que accedió LA NACION.
Consideraron que el hecho de presentar boletas de otro color para el reparto en las escuelas responde a lo que calificaron de “maniobras ilegales” y argumentaron: “A la luz del ruido mediático alcanzado, hace sospechar que no estamos ante una simple impericia de la agrupación”.
“Se conocen precedentes de boletas apócrifas emitidas por otros partidos, estrategia engañosa para inducir al electorado a una confusión y luego conseguir la nulidad de esos votos por imperio de la ley, pero que el propio partido haya sido quien imprimió, presentó para distribuir y repusiera en las mesas electorales las boletas apócrifas, es algo inusitado”, afirmó el tribunal, tras señalar que el apoderado de Republicanos Unidos admitió haber distribuido esas boletas. “La voluntad del electorado fue vulnerada por el partido que no cumplió las normas que lo habilitaron a participar”, acompletaron.
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Por su parte, Pauli calificó la decisión judicial como un “atentado contra la democracia” y anticipó que recurrirán la medida ante la Cámara de Apelaciones de Ushuaia, el Superior Tribunal de Justicia y eventualmente ante la Corte Suprema. Las bancas perdidas por Republicanos Unidos quedaron en Ushuaia para Forja, el partido del gobernador Gustavo Melella, y en Río Grande para el Movimiento Popular Fueguino, partido aliado de Melella. Fueron estos los partidos que impugnaron los boletas verdes.
Agustín Coto, diputado provincial electo de Republicanos Unidos, se hizo eco en redes sociales de la publicación de. “Paupérrimo y surrealista”, afirmó, sobre el criterio del tribunal de acusar al partido de ejecutar una maniobra que solo lo perjudica.
Pauperrimo y surrealista. Literalmente acusan a @Rep_TDF de algo que, ellos mismos, dicen no haber visto jamás. La definición misma de no tener argumentos. Insólito es poco decir. https://t.co/ZYVWIa5S78
— Agustín Coto (@agustcot) May 23, 2023
