Temor y alerta en Florida por una nueva ley de portación de armas: “Empezás a mirar a la gente con otros ojos”

El 16 de julio, después de una larga jornada como conductor de Uber, Ismael, un venezolano de 38 años, se detuvo en una estación de servicio en Fort Lauderdale, Florida. Cuando quiso entrar en el local, sin querer rayó el costado de una camioneta Dodge Durango que estaba estacionada a su lado. Ismael bajó su ventana para disculparse sin imaginar lo que vino después.

El conductor de la Durango se bajó con un arma en la mano y, entre gritos, insultos y amenazas con matarlo, disparó dos veces al capó del auto de Ismael, que corría asustado para protegerse en el local de la estación. El agresor se subió a su camioneta, desapareció por la carretera federal 84 y dejó atrás dos agujeros en el auto y la decisión de Ismael que en breve tomaría para vivir con mayor tranquilidad el resto de sus días.

Me sentí inseguro. Al día siguiente me compré un arma”, contó Ismael -quien prefirió no decir su apellido por cuestiones de seguridad- a LA NACION. Desde aquel episodio en la estación de servicio, maneja por la ciudad de Miami con su pistola de 9mm en la guantera, luego de que hace un mes haya entrado en vigencia la ley de libre portación de armas ocultas sin necesidad de permiso en el estado de Florida.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó en abril la norma que refuerza la segunda enmienda y habilita a una persona a portar un arma de fuego oculta en la vía pública (con excepción de algunos lugares, como escuelas, universidades y bares). El 1° de julio entró en vigor y las consecuencias empezaron a salir a la luz.

“Esta nueva legislación va a traer consecuencias terribles, ya que, basándonos en investigaciones fiables realizadas a lo largo de los años, existe una correlación directa entre la posesión de armas de fuego por parte de civiles y los casos de homicidios, suicidios y lesiones relacionadas con estas”, explicó a la LA NACION Caroline Light, historiadora, profesora de Harvard y autora del libro Guns in the U.S.: A Love Story.

La nueva ley afecta indefectiblemente a los argentinos radicados en Florida, que ya son 69.000, según los datos de la U.S. Community Survey realizada por la agencia de censos de Estados Unidos en 2021. LA NACION contactó a un grupo de jóvenes argentinos viviendo en Miami, y todos declararon que no comprarían un arma. Sin embargo, muchos notaron un aumento de la tenencia de estas, “sobre todo, en los Uber”.

“Nos empezaron a advertir porque nunca sabés si la persona que está enfrente tuyo puede tener un arma debajo del saco o dentro de la cartera. Definitivamente te empieza a afectar porque empezás a mirar a la gente con otros ojos y te sentís atacado todo el tiempo”, señaló Mariana Cernadas, una argentina que vive en Miami hace 14 años.

Aumento de incidentes y ventas

Según el Gun Violence Archive, una plataforma que registra todos los incidentes de violencia armada en Estados Unidos, en el último mes, desde que entró en vigencia la ley, aumentaron los incidentes con armas de fuego. En julio se registraron 192 casos, es decir, un aumento del 23,8% con respecto a junio, cuando hubo 155.

Las ventas de armas en el último mes crecieron de manera exponencial. Esto se vio en la Florida Gun Show, una feria anual de venta de armas que se realizó el 11 de julio, que los medios locales pusieron el foco en un récord de asistencia.

JoAnn Wood participó de la feria, es instructora de tiro defensivo y comerciante de armas, y aseguró que aunque las ventas de armas suelen bajar en verano, este año se mantuvieron estables. “Las ventas han continuado a un ritmo superior al normal y estoy segura de que hubo un repunte debido a la ley de portación sin permiso”, dijo a LA NACION. Las más vendidas en su negocio son la S&W M&P 9 Shield Plus PC, la Sig Sauer P 365 X-Macro y la Smith & Wesson Equalizer. Las tres son cómodas y fáciles de ocultar.

La defensa de la portación de armas

Sin embargo, JoAnn pertenece al grupo que no cree que el crimen se vea afectado por la nueva ley: “Los criminales no pueden ver el arma de fuego en la otra persona; por eso, van a seguir haciendo lo mismo de siempre” declaró.

El debate sobre la libre portación de armas dividió a la opinión pública ya que hay mucha gente que cree que el crimen violento disminuirá. ¿Pero cómo?

“Disuasión”, dijo a LA NACION Gary Mauser, criminólogo y profesor de la Universidad Simon Fraser en Canadá. “Las personas que cometen delitos violentos saben que algunas víctimas potenciales están armadas, pero no saben cuáles. Al margen, esto tiende a disuadir a algunos delincuentes inteligentes. No todos los criminales son estúpidos”, agregó.

Los defensores de la libre portación de armas argumentan que poseer y portar armas es un derecho fundamental consagrado en la segunda enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Según ellos, la capacidad de autodefensa es esencial para la seguridad personal y el acceso a las armas de fuego debe ser sencillo.

“El principal motor de la violencia criminal en Estados Unidos -o en cualquier país- son las drogas ilegales. Las leyes que establecen la forma en que las personas que respetan la ley compran o portan armas tienen poco que ver con el uso indebido de las armas por parte de los delincuentes”, dijo el criminólogo.

Intereses políticos

La ley impulsada por el gobernador de Florida tiene un trasfondo estratégico: por primera vez desde su ascenso en 2016, el expresidente Donald Trump se enfrenta a un rival republicano que podría llegar a complicar su sueño de retornar a la Casa Blanca en enero de 2025.

Aunque muy por debajo en las encuestas, DeSantis está segundo entre los candidatos republicanos, en parte gracias a las intervenciones sobre temas que son considerados parte de la “guerra cultural” que lleva adelante la parte más radicalizada del partido. Esta agenda más álgida le sumaría puntos con los seguidores de Trump. Pero su plan no estaría dando resultado.

“Todos pensábamos en él como un republicano moderado. Sin embargo, estamos en shock por esta nueva ley que trata de robarle la base de votantes a Trump. Y no sólo no está funcionando, sino que está perjudicando a las personas que votaron por él, en primer lugar como gobernador de Florida. Estamos un poco confundidos acerca de hacia dónde quiere ir”, dijo a LA NACION Jennifer Chester, republicana floridiana y madre de dos chicos pequeños. Dice no confiar en la nueva ley porque teme que aumente la violencia con armas de fuego en las escuelas, una epidemia en Estados Unidos.

Según un estudio de la ONG Giffords de diciembre pasado, un 59% de los republicanos votantes de DeSantis, propietarios de armas y votantes blancos “se oponen a la portación sin permiso”. Entonces, si un número tan alto de votantes de Florida se opone a la ley, ¿por qué el gobernador insistió en llevarla adelante?

Todos los ojos miran hacia un mismo lugar: la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), uno de los grupos de presión más poderosos del país, que despliega su aceitada maquinaria de lobby sobre el gobierno y la dirigencia política, particularmente, los legisladores, tanto en los órdenes estatal y federal para impulsar la portación oculta más permisiva.

“La NRA apoyó la postura de DeSantis sobre los derechos de las armas, como ya hizo antes con otros estados”, afirmó Caroline Light. Al respaldar a los candidatos proarmas, la NRA puede influir en la composición de los órganos legislativos y dar forma a la trayectoria de la legislación sobre portación oculta. Cuando se aprobó la ley, el director estatal de la NRA Florida, Art Thomm, anunció con orgullo “haber liderado este esfuerzo en todo Estados Unidos” y esperaba “dar la bienvenida a Florida al redil de libertad que brinda el respaldo constitucional a la portación de armas”.

Cultura de armas

La polémica nacional por este tipo de leyes llegó a un punto crítico en Florida, un estado con una larga historia de afición por las armas de fuego y una cultura arraigada en la defensa de los derechos individuales.

“Tenemos una situación muy crítica en Estados Unidos con estas leyes. Me temo que en Florida esto aumentará la cantidad de tiroteos. Permitir a la gente llevar armas ocultas significa que hay más gente con armas en las calles, por ende más probabilidad de que la gente la use”, explicó a LA NACION Arie Kruglanski, psicólogo y profesor distinguido de la Universidad de Maryland, donde actualmente dirige proyectos relacionados con el terrorismo y extremismo violento.

En su libro Guns in the U.S.: A Love Story, Light se cuestiona: “¿Por qué Estados Unidos adora las armas?”. Esta es una pregunta que muchos historiadores y psicólogos intentan responder.

“Como historiadora, estudio la manera en la que nuestro pasado sigue persiguiéndonos en el presente, y así nuestro problema con las armas radica en que ganamos mucho dinero comercializando y produciendo armas de fuego”, explicó Light. De hecho, Estados Unidos cuenta con el 5% de la población mundial, pero posee aproximadamente el 40% de las armas de fuego del mundo, según el último estudio realizado por Small Arms Survey del Graduate Institute of International and Development Studies de Ginebra, Suiza.

“El uso de armas arraiga en algo más estructural e histórico ya que es parte de la cultura norteamericana, que fue creada y basada, en cierta medida, en la nostalgia del lejano oeste. La tradición del western, que trajo la idea de que las cosas se resuelven siendo ágil con tu arma, es un concepto muy americano y contribuyó al sentimiento de defensa propia con el arma”, explicó Kruglanski. De hecho, puntualiza que suele haber un error en cómo se plasmó la realidad del lejano oeste: “El oeste no era tan ‘libre para todos’: el control de armas era considerable en aquellos tiempos y no se disparaban unos a otros como retratan las películas”.

The fact schools in USA have to implement this is just a joke. Western culture and there GuN rIghTs have stopped kids being safe guarded. Look at the Uk, one bad school shooting and we banned guns. Now we haven’t had a school shooting since! Wake up USA and stop being selfish https://t.co/uSHJL6qXma

— duffy (@lukeduffey1) March 15, 2023

La familiarización con las armas en Estados Unidos es un producto de la realidad del país, ya que forman parte de una cultura individualista, combinada con la idea occidental de que uno es responsable de su propia defensa y de su propio destino, analizó el experto. “Psicológicamente, un arma es una herramienta de empoderamiento. Sentís que tenés el poder porque tenés el arma. Te hace ser alguien importante”, agregó.

Según los especialistas, la autodefensa es la principal razón por la que los estadounidenses compran armas de fuego. Sin embargo, “la defensa propia no se aplica a las minorías. Estados Unidos tiene una enmienda que nunca se aplicó con equidad a través de las identidades”, agregó Light, dejando traslucir rasgos racistas y xenófobos en la construcción de la norma.

Después de casi un mes manejando con más seguridad, Ismael no usó por ahora el arma que tiene en la guantera. Desconoce qué pasará si la usa y, en el fondo, prefiere no arriesgarse. “Por ahora tiene un valor simbólico”, le dijo a LA NACION. Pero la presencia del arma es un indicio de cómo el “estado del sol” mutó al estado de las armas de fuego.

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