TEHERÁN.- Irán ejecutó este sábado a un disidente sueco-iraní condenado por liderar un grupo separatista árabe acusado de atentados, en un hecho condenado enérgicamente por la Unión Europea y el gobierno sueco.
Habib Farajollah Chaab había sido condenado a muerte por ser “corrupto en la tierra”, un delito capital según las estrictas leyes islamistas del régimen iraní.
Irán lo acusó de liderar el Movimiento de Lucha Árabe para la Liberación de Ahwaz, que busca un Estado independiente en la provincia de Juzestán, rica en petróleo, y de perpetrar “numerosos atentados y operaciones terroristas”.
El régimen achacó a sus actividades la muerte de más de 450 personas en Juzestán y alrededores. Además, lo acusaron de trabajar para servicios de espionaje como la CIA, el Mossad (Israel), el Sapo (Suecia), y de otros países.
Tras residir durante 14 años en Suecia, Chaab desapareció en 2020 en Turquía, en circunstancias no esclarecidas, solo para reaparecer en Irán, ya bajo custodia.
Irán mantiene tensas relaciones con sus minorías étnicas, que incluyen árabes, kurdos, azeríes y baluches, y las acusa de alinearse con los países vecinos. Los árabes y demás minorías se quejan desde hace tiempo de sufrir discriminación, acusación que el régimen rechaza.
La cancillería sueca convocó al embajador adjunto iraní para protestar por la ejecución, en tanto el ministro de Relaciones Exteriores, Tobias Billstrom, reaccionó con “consternación”, y dijo que Suecia le había rogado a Irán que no la llevara a cabo.
“La pena de muerte es un castigo inhumano e irreversible y Suecia, junto con el resto de la UE, condena su aplicación en cualquier circunstancia”, dijo el canciller. También la Unión Europea condenó la ejecución.
“La Unión Europea condena con la máxima firmeza la ejecución en Irán del ciudadano sueco-iraní Habib Chaab y reitera, una vez más, su firme oposición a la pena capital en cualquier circunstancia”, dijo el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y llamó a Teherán “a abstenerse de cualquier futura ejecución y a realizar una política coherente hacia la abolición de la pena de muerte”.
Agencias Reuters, DPA y ANSA
