Subsidios, extorsiones y la sospecha de un VIP para piqueteros, detrás del crimen de Cecilia

Sería un error abordar el misterio y la conmoción que provoca la muerte de Cecilia Strzyzowski sin detenerse en el cambio que tuvo en los últimos años la relación entre los gobiernos y las organizaciones sociales. Desde una óptica cualitativa y, como apuntan en el peronismo de Chaco, también cuantitativa: estos movimientos, que no eran más de 6 o 7 en 2007, año en que Jorge Capitanich asumió su primer mandato, llegan ahora a 700. Esta multiplicación por 100 expone antes que nada, dicen, el rumbo elegido por el líder chaqueño, que prefirió apuntalar su gestión más sobre ese sector que en el PJ. “El partido es una sociedad anónima, casi no existe”, se lamentó ante LA NACION un militante chaqueño.

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Emerenciano Sena construyó un imperio a partir de esta realidad. “Cuando corté una ruta por primera vez, me había llevado tres años convencer a la gente de que había que cortarla”, contó hace tiempo en una entrevista con el canal 9 local. Criado en Barranqueras, Sena vio desde muy chico, a principios de los 70, reaccionar a su madre y a otras cinco mujeres por las condiciones en que vivían: ellas reclamaban casas de material y no los cartones que les ofrecía el Gobierno. “Las llamaban las locas”, recordó. Con los años, ese mismo ímpetu le permitió a él convertirse en líder, armar una organización y recibir un flujo millonario que persistió, según los registros de la Tesorería General de la Provincia, incluso hasta la semana pasada, el día en que fue detenido. Sobre la base de esos datos, el portal chaqueño Sin Filtro concluyó en que, a valores de hoy, la fundación que conduce, Dr. Saúl Acuña, obtuvo el equivalente a casi 900 millones de pesos en los últimos tres años. A esos montos habría que sumarle lo que reciben las cooperativas que también tiene la familia Sena.

Es un sistema que no funciona sino a través de la extorsión. Y un gran negocio, ayuno de costos económicos: los piqueteros usurpan, el gobierno expropia a cambio de pagos irrisorios a los propietarios y les entrega, por fin, a las organizaciones el terreno junto con fondos para que lo puedan trabajar. El fiscal Patricio Sabadini, que lleva la causa, deberá preguntarse en primer lugar si hay delitos precedentes. Retornos para campañas electorales, por ejemplo, o lavado de activos. Para eso le pidió al juez Ricardo Mianovich que requiera de la AFIP la información de cuántos bienes tiene la familia. Hasta ahora, lo detectable a simple vista podría ser una presunta evasión: Emerenciano Sena es monotributista y eso no se condice con los montos que maneja.

De esos resultados podrían surgir conclusiones para otros enigmas que plantea el caso. El móvil del crimen, por lo pronto: ¿vio algo Cecilia Strzyzowski que molestó a la familia Sena? Qué tipo de negocios administraban sus integrantes y qué conexiones tenían con otras organizaciones o funcionarios.

Por eso es tan relevante analizar el uso que la fundación le dio a esos fondos, parte de los cuales se distribuye desde el Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular (Iaefp), un organismo que el año pasado tuvo un presupuesto de unos 6000 millones de pesos y que interactúa de manera permanente con piqueteros, a veces no del modo más amable. Lourdes Polo Budzovsky, designada el 26 de febrero pasado para presidirlo, duró en el cargo unas semanas. Dicen que fracasó en su primer propósito, que era hacer un relevamiento de cómo venía la ejecución de viviendas, y que desde entonces todo fue empeorando: recibió amenazas, llegó incluso a encontrar excremento humano en la manija de la puerta de su auto y renunció. Carlos Mauricio Andión, su antecesor en el puesto, tuvo que retomar la conducción y Lourdes se fue a Fiduciaria del Norte, un ente a través del que se hacen múltiples pagos del Gobierno como, por ejemplo, la pauta publicitaria.

La relación de los Sena con los subsidios es desde hace tiempo objeto de múltiples rumores. Quienes trabajan cerca del poder cuentan que Marcela Acuña y su cuñado Ricardo Goya, también allegado a la fundación, los cobraban a veces en el VIP del Banco del Chaco, en el 5° piso de la calle Güemes esquina Yrigoyen, en lugar de hacerlo, con el resto de las organizaciones, por ventanilla y en la sede de Juan B. Justo y San Lorenzo. Será trabajo del fiscal averiguar además si se usaban para fines no previstos en lo firmado. ¿Por qué, por ejemplo, Emerenciano iba tanto a Asunción, Paraguay, donde incluso presentó en 2018 su autobiografía, Emerenciano, el caudillo del norte, prologado por Capitanich?

Del requerimiento saldrán seguramente también los números de la chanchería adonde, según los primeros indicios de la causa, podría haber ido a parar el cuerpo de Cecilia. Ese predio, ubicado en Paraje Campo Rossi a 15 km de Resistencia y a la vera de la ruta 11, habría partido también de una usurpación. Gustavo Olivello, un ex suboficial de Policía que ocupó durante tres meses la Subsecretaría de Seguridad durante la gestión de Capitanich y tuvo varios encontronazos con activistas por los cortes de ruta, recuerda que, cuando esos terrenos fueron ocupados, muchos vecinos de la zona decidieron armarse para anticiparse al problema.

Pero Emerenciano también cobraba de otras dependencias del Estado. Tanto él como Marcela Acuña eran hasta la semana pasada empleados del Ministerio de Educación, que los facultaba dar clases en la Escuela Pública de Gestión Social N°2 que administraban. Una rareza en el caso de Emerenciano, que no tiene título de docente que lo habilite, como obliga la ley de Educación de Chaco. Por ese cargo cobraban 128.000 y 144.000 pesos respectivamente, más otras remuneraciones por otras tareas. Y hay otros pagos a la fundación. Los de Lotería de Chaco, por ejemplo, que desembolsó el año pasado unos 4 millones de pesos por instalar cartelería en el predio, o del Ministerio de Salud para el centro sanitario.

¿Cuánto de todo conoció realmente Cecilia, a quien los Sena le pagaban un sueldo de docente y la ayudaron a montar el bar El gato negro, en el centro de Resistencia? ¿Discutieron el último día de Cecilia por la compensación económica que supuestamente le ofrecieron a ella a cambio de que se divorciara? Las primeras pruebas indican que ella esperaba mudarse a Ushuaia, lejos de sus suegros. ¿Por qué ese destino? ¿Quién le conseguía el trabajo que en teoría iba a hacer?

Pese a los esfuerzos del gobierno nacional, es imposible que esta causa no se contamine con la política partidaria, entre otras razones porque cuatro de los siete detenidos -Emerenciano Sena, Marcela Acuña, Gustavo Obregón y Fabiana González- eran hasta la semana pasada candidatos para las primarias y aliados del gobernador. El rol de la Justicia será, en todo caso, dilucidar si hay responsabilidad de funcionarios. Hasta ahora, lo único constatado es que Capitanich y Sena se llevaban bien. A veces sucede por conveniencia; otras, por miedo, pero siempre es a la luz del día. El año pasado, por ejemplo, el gobernador desarmó en cinco minutos un corte de ruta sólo presentándose en el lugar e invitando al piquetero, delante de las cámaras, a tomar un café al despacho.

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