LONDRES.- El argentino Guillermo Söhnlein, cofundador de la compañía estadounidense OceanGate Expeditions, cuyo sumergible implosionó con cinco personas a bordo cerca de los restos del Titanic, dijo este viernes que la seguridad fue un “elemento clave” cuando crearon la empresa de exploración en aguas profundas, en respuesta a las críticas de James Cameron, director de la célebre película Titanic y fabricante de submarinos.
Cameron acusó el jueves a OceanGate de “ignorar” las advertencias de seguridad, después de que el piloto Stockton Rush –el otro cofundador de OceanGate- y otras cuatro personas murieran en una implosión del aparato mientras descendían en el mar.
Guillermo Söhnlein, empresario nacido en Argentina y afincado en España que fundó OceanGate con Rush antes de abandonar la empresa en 2013, aseguró que no participó en el diseño del sumergible Titán, pero negó que su amigo actuase de forma imprudente. Söhnlein hoy es socio minoritario de la empresa.
“[Rush] Estaba extremadamente comprometido con la seguridad”, declaró a la emisora británica Times Radio. “También era muy diligente a la hora de gestionar los riesgos y muy consciente de los peligros de operar en un entorno oceánico profundo”, agregó.
“Esa es una de las principales razones por las que acepté entrar en el negocio con él en 2009″, subrayó.
Söhnlein señaló que el propio Cameron ha realizado numerosos descensos en sumergible, incluidos más de 30 a los restos del Titanic en el Atlántico Norte, y al punto más profundo de la Tierra en la fosa de las Marianas, en el Pacífico.
“Creo que le preguntaron por un riesgo similar y él dijo: ‘Miren, si ocurre algo a esa profundidad, será catastrófico en cuestión de microsegundos’”, contó. “Hasta el punto de que la implosión se produce a velocidades casi supersónicas y básicamente estaría muerto antes de que su cerebro pudiera siquiera procesar que algo iba mal”, añadió.
Agregó, sin embargo, que es demasiado pronto para decir qué sucedió con el Titan, enfatizando sobre la complicación de formular regulaciones globales para los sumergibles diseñados para bajar a grandes profundidades.
Pero la exploración en aguas profundas debe continuar pese a la tragedia, consideró. “Al igual que con la exploración espacial, la mejor manera de preservar los recuerdos y el legado de estos cinco exploradores es llevar a cabo una investigación, averiguar qué salió mal, extraer las lecciones aprendidas y seguir adelante”, concluyó Söhnlein.
El jueves, Söhnlein –nacido en la Argentina en 1966 y radicado en Estados Unidos desde 1972- había publicado una carta en sus redes sociales en las que se mostraba optimista sobre el posible hallazgo con vida de su amigo Stockton Rush y los cuatro pasajeros del sumergible Titán, que habían comenzado la inmersión el domingo y perdieron contacto poco después.
Sin embargo, durante una entrevista con la BBC se enteró que durante el operativo de rescate se habían encontrado restos materiales que probablemente pertenecían al sumergible.
“Sé que nuestro protocolo para comunicaciones perdidas es que el piloto salga a la superficie del submarino. Desde el principio siempre pensé que eso es probablemente lo que Stockton habría hecho”, reaccionó el empresario. “En ese caso se vuelve muy difícil encontrar el submarino”, sumó Söhnlein, quien agregó: “Mi mayor temor es que estén flotando en la superficie y sean muy difíciles de encontrar”.
Las dudas de James Cameron
James Cameron dijo el jueves que deseaba haber dado antes la voz de alarma sobre el submarino Titán, que implosionó en una expedición a los restos del Titanic, afirmando que el diseño del casco le había parecido arriesgado.
Cameron se convirtió en explorador de las profundidades marinas en los años 90, mientras investigaba y rodaba su oscarizada superproducción Titanic, y es copropietario de Triton Submarines, que fabrica submarinos para investigación y turismo. Forma parte de la pequeña y unida comunidad de los submarinos, o industria de los vehículos submarinos tripulados (MUV). Cuando se enteró, como muchos otros en el sector, de que OceanGate Inc estaba fabricando un submarino para aguas profundas con un casco compuesto de fibra de carbono y titanio, Cameron se mostró escéptico.
“Me pareció una idea horrible. Ojalá me hubiera pronunciado, pero supuse que alguien era más listo que yo, ya sabe, porque nunca experimenté con esa tecnología, pero simplemente sonaba mal a primera vista”, dijo Cameron a la agencia Reuters en una entrevista por Zoom.
Aún no se ha determinado la causa de la implosión del Titán, pero Cameron supone que los críticos tenían razón al advertir que un casco de fibra de carbono y titanio permitiría la delaminación y la entrada microscópica de agua, lo que provocaría un fallo progresivo con el tiempo.
Otros expertos del sector y un empleado denunciante hicieron sonar las alarmas en 2018, criticando a OceanGate por optar por no solicitar la certificación y operar como buque experimental. OceanGate no ha respondido a las consultas sobre su decisión de renunciar a la certificación de terceros del sector, como el American Bureau of Shipping o la empresa europea DNV.
La Guardia Costera de Estados Unidos dijo el jueves que el submarino parece haber implosionado en su expedición a los restos del Titanic en el fondo del Atlántico Norte, pero una investigación concluyente llevará tiempo.
La norma del sector es fabricar cascos a presión de materiales contiguos, como acero, titanio, cerámica o acrílico, que son mejores para realizar pruebas, dijo Cameron.
“Celebramos la innovación, ¿verdad? Pero no se debería utilizar un vehículo experimental para pasajeros que no son ellos mismos ingenieros de las profundidades oceánicas”, dijo Cameron.
El cineasta afirmó que tanto la tragedia del Titanic como la del Titán estuvieron precedidas por advertencias que no fueron escuchadas. En el caso del Titanic, el capitán cruzó a toda velocidad el Atlántico en una noche sin luna a pesar de que se le había advertido de la presencia de icebergs.
“Aquí estamos de nuevo”, dijo Cameron. “Y en el mismo lugar. Ahora hay un pecio al lado del otro por la misma maldita razón”.
Agencias AFP y Reuters