Luego de más de seis meses de un atraso frente a la inflación, el valor de la hacienda tuvo una recuperación en los últimos días de hasta un 40% su valor. Aunque este aumento es significativo, para los especialistas el ganado de engorde, el ternero y la vaca aún se encuentran rezagados entre un 20% y un 30% respecto al índice general que mide el Indec. Según los expertos, los productores continúan en una situación “muy compleja” porque, además de que el precio sigue atrás de la inflación, son pocos los aún tienen hacienda para vender debido a que la sequía los obligó a liquidar de forma temprana su ganado a precios bajos.
Tras el aumento de la semana pasada, hoy en el Mercado Agroganadero de Cañuelas la hacienda siguió en alza. En medio de una entrada de 10.082 vacunos, el Índice General aumentó el 4,39% respecto del viernes, de 496,960 a 518,780 pesos por kilo. En tanto, el Índice Novillo trepó un 2,82%, de 600,767 a 617,737 pesos.
“Es una recuperación parcial de un fuertísimo atraso porque todavía queda un salto más para acompañar a la inflación”, indicó el consultor ganadero Víctor Tonelli. En este sentido, explicó que, si la inflación de julio pasado se registra cercana al 7%, se mantendría la tendencia de un valor interanual de alrededor del 114%. A julio pasado la inflación interanualizada se ubicó en el 115,6%.
Según recordó, en ese mes el ganado de kilaje liviano para faena estaba un 40% por debajo de la inflación interanualizada. Con la recuperación del valor, que estima terminará promediando un 20%, “quedaría un 20% por detrás de la inflación”.
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Por otro lado, en cuanto al ternero, afirmó que su contexto era mucho “más grave” porque su valor estaba un 70% por debajo de la inflación, pero logró recuperar un 30%. No obstante, advirtió: “Todavía le falta un 35% para alcanzar el índice de aumento general de los precios”.
En cambio, indicó que a la vaca conserva [un animal que llegó al final de su ciclo productivo y su carne se destina para la exportación a China], que era la categoría más rezagada de todas, experimentó una recuperación más importante: al menos un 60% entre junio y julio. Sin embargo, señaló que aún requeriría un aumento adicional de entre un 20% y un 30% para equipararse completamente con la inflación.
“Para el productor este reciente aumento en los precios de la carne solo genera expectativas porque la realidad es mala y aunque los precios suban, no logrará recuperar lo que ya perdió”, dijo. En ese sentido, detalló que el productor se encuentra en “una situación muy compleja porque se vio obligado a liquidar una parte importante de su stock a precios muy bajos, lo que resultó en la disminución significativa de vientres y la expectativa de tener muchos menos terneros”.
Respecto al feedlot, que hace engorde a corral, Tonelli sostuvo que, si bien el precio del novillo gordo aumentó un 20%, es un sector afectado por el alza del precio de los terneros de un 30% y la nueva medida del Gobierno sobre el dólar maíz, que subió abruptamente el costo de la alimentación.
Federico Santángelo, director de la consultora Agroideas, coincidió con Tonelli al sostener que, “sin la suba del gordo en el engorde a corral iban a pérdida”. Dijo que, si bien aún espera que se estabilicen los precios para ver la diferencia que va a quedar en el precio respecto de la inflación, “son pocos los productores de cría que todavía tienen hacienda para aprovechar estos valores”.
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Por otro lado, resaltó que lo que está ocurriendo es una recuperación en términos nominales que no se traduce en ganancias. “Con una inflación mensual del 7%, cuando el precio queda rezagado uno o dos meses respecto al aumento de los costos de insumos, la rentabilidad se ve afectada. Hay que pensar qué sucede si esta situación se extiende a seis u ocho meses, o incluso un año para el criador”, analizó.
Para Daniel Urcía, vicepresidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), el aumento en el precio de la carne es “coyuntural” porque está directamente vinculado con el incremento en el valor del maíz, como resultado del nuevo tipo de cambio. Indicó que el sector ya operaba con márgenes muy ajustados y no tenía la capacidad de absorber un costo extra.
Opinó que podría llegar a haber una baja en los próximos días debido a que la oferta de hacienda sigue siendo importante y el consumo no está convalidando aumentos debido al deterioro del poder adquisitivo. Por lo tanto, estas dos variables podrían contener los aumentos en el corto plazo.
No obstante, Urcía alertó que “se prepara una olla a presión que cuando recomponga [el precio] va a dar que hablar”. Según su visión, será hacia la entrada de la primavera, posiblemente entre octubre o noviembre, cuando impacte una caída en la oferta de hacienda y haya más subas. Precisó que en ese momento se verá la “verdadera recomposición” del precio de la carne.