El debate obligatorio entre los candidatos a presidente, una instancia clave en la carrera electoral, se desarrollará en un escenario atípico por el fuerte rechazo popular hacia la clase política. Por esa razón, Patricia Bullrich, que enfrenta una gran oportunidad para recuperar el protagonismo tras el triunfo de Javier Milei (La Libertad Avanza), tiene previsto darle un tono propositivo y evitar el golpe por golpe en su intervención en el debate que se celebrará el próximo domingo en el Centro de Convenciones (Forum) de Santiago del Estero.
Su objetivo concreto es confrontar ideas de país con Sergio Massa (Unión por la Patria) y Milei, quien parte como favorito en la disputa por la Presidencia y atraerá los focos en el evento organizado por la Cámara Nacional Electoral. Si bien planea exprimir cada segundo para contar ideas y planes de gobiernos, y, sobre todo, exhibir experiencia en la gestión, la postulante de Juntos por el Cambio no desistirá de replicar agravios ni chicanas de sus contrincantes: “A Milei hay que mantenerlo a raya”, avisan en su equipo.
Tras el temblor que generó en JxC la victoria de Milei en las primarias, Bullrich siente que tendrá la chance de potenciarse con vistas a la reñida disputa con el libertario y Massa para alcanzar el ballottage en el debate electoral del próximo domingo. A pesar de que los especialistas descreen que el cruce entre los postulantes pueda tener una influencia directa en las urnas, Bullrich pondrá toda la artillería para salir fortalecida del primer choque. Confía en que no sufrirá sobresaltos y que saldrá airosa del test, pese a que enfrenta a dos adversarios con experiencia en el ring mediático y que están decididos a borrarla de la cancha y convertirla en la tercera en discordia. Debe cerrar flancos y evitar errores en un momento crucial de la campaña. “Me estoy preparando, sin tanto ensayo porque tengo con qué…Me siento segura en estas cosas”, transmitió en las últimas horas.
Lo cierto es que Bullrich se alista desde hace varias semanas para exprimir la oportunidad de ganar terreno en el debate. De hecho, Juan Pablo Arenaza, mano derecha de la exministra en el comando de campaña, armó una suerte de “unidad debate” -un equipo que integran unas treinta personas- y alquiló un estudio de televisión en la Capital para ayudar a la candidata presidencial de JxC a entrenarse para la cita del domingo en Santiago del Estero y el choque del 8 de octubre en la Facultad de Derecho de la UBA, el último round entre los aspirantes presidenciales de cara a las elecciones generales.
“Patricia va a ser Patricia”, repite uno de los colaboradores más estrechos de la exministra. Bullrich reniega del coaching. Por eso se fastidia cuando se entera que otros referentes de JxC vociferan que debe “volver a ser ella” para reposicionarse en el tablero electoral y aumentar sus posibilidades de entrar a la segunda vuelta. Hoy, la mayoría de los sondeos la ubican en el tercer lugar, pero sus laderos descreen de esos números y hablan de una recuperación.
El staff de asesores que prepara a la exministra para el debate lo encabezan el economista Martín Siracusa, quien coordina el equipo, el consultor Derek Hampton, Arenaza y Hernán Lombardi, entre otros. Antes de viajar a Córdoba y Santa Fe, donde recorrerá distintas localidades en su motorhome, Bullrich se reunió el miércoles con sus estrategas para repasar las prioridades de la presentación del próximo domingo.
Si bien Juan Schiaretti y Myriam Bregman también estarán en el escenario, Bullrich hará hincapié en contrastar proyectos y modelos de país con Massa y Milei. Está claro que el formato limita los cruces e impide los intercambios -solo habrá lugar para interpelar o responder la pregunta de otro candidato-, pero los asesores de la exministra esperan que sea blanco de ataques. Sospechan, además, que Massa y Milei intentarán polarizar la discusión entre ellos para invisibilizar a Bullrich. “La Argentina necesita un liderazgo democrático, no un economista”, lanzó antenoche en diálogo con CNN. A su vez, dijo que le dada “miedo” la “ingenuidad” de Milei, por aceptar una alianza con Luis Barrionuevo. ¿Fue un anticipo de su estrategia del domino?
Ensayo final con sparrings
Hoy la exministra y su equipo de campaña tienen previsto hacer un ensayo final, que incluirá un simulacro del momento en que los postulantes podrán hacerles preguntas o responderles a sus contrincantes. Con el objetivo de alistar a Bullrich para enfrentar esa situación, tienen previsto usar sparrings. Por caso, Eduardo Amadeo, que encarnó a Agustín Rossi en el ensayo de Luis Petri para el debate de los vices, interpretaría a Schiaretti. Arenaza actuaría como Massa y José Luis Espert, quien habló con la exministra para darle recomendaciones durante el vuelo que compartieron a Mendoza el domingo, personificaría a Milei. Laura Alonso, extitular de la OA, tiene reservado el papel de Bregman. “Los polos opuestos se atraen, los extremos se tocan”, bromean en el campamento de Bullrich.
El simulacro iba a realizarse ayer, pero se postergó por motivos de agenda. Espert irá por pedido de Bullrich a recorrer Bahía Blanca, uno de los distritos clave de la provincia, donde JxC pelea cuerpo a cuerpo con Milei, y no llegará al evento. Eso sí, le mostró sus anotaciones con consejos para la pulseada del domingo. Espert conoce a Milei como pocos.
La sede del ensayo sería el búnker partidario de Pro en Balcarce o el estudio de TV que alquiló el equipo de la exministra. Hasta anoche no estaba definido si finalmente harían la simulación con todos los sparrings que se alistaban para actuar o si solo ensayarían preguntas y respuestas.
Pese a los últimos desencuentros entre ambos -desde el coqueteo con Milei o las críticas a los radicales de Lousteau por ganancias-, Macri le dio a Bullrich recomendaciones para el debate. Es más, cerca de la exministra aseguran que el expresidente podría presenciar el ensayo final. Los dos iban a compartir la visita a Córdoba, pero finalmente Macri desechó viajar. Le avisaron a último momento y sus armadores evaluaron que ya había estado la semana pasada en esa provincia. La tensión entre Bullrich y Macri permanece latente, pese a los guiños públicos. “Va a jugar bien con ella, pero siente que fue injusto con él”, especula un dirigente con llegada a todas las terminales de Pro.
El primer debate presidencial tendrá tres bloques: Economía, Educación, Derechos Humanos y Convivencia Democrática. Por esa razón, Carlos Melconian, candidato a ministro de Bullrich, supervisó el documento que contiene las propuestas en materia económica y las vigas maestras del plan y la ayudó a prepararse. Lo mismo hicieron algunos especialistas de las fundaciones de JxC. A la aspirante le preocupa el tiempo máximo que tendrá para explayarse sobre los temas. “Hay que concentrarse en lo importante y tener templanza”, avisó a los suyos.
En paralelo, un staff de expertos se dedicó a escribir “guiones” para la exposición de Bullrich. En ese grupo, según fuentes del comando de campaña, están Alonso, Hernán Iglesias Illa; Guillermo Raffo, el consultor más escuchado por Macri y que conoce el proceso electoral que derivó en la llegada de Jair Bolsonaro al poder en Brasil; y Hampton, estratega y el hombre más influyente en la mesa chica de la exministra. “Son ideas para que ella construya sobre eso y se sienta cómoda”, dicen cerca de Bullrich, quien ya sorteó varios debates -la pelea televisiva con Macri en 2003 es un hito en su tropa- y hasta preparó a Elisa Carrió cuando fue su jefa de campaña. Si bien se nutre de los informes y datos básicos que se necesitan para el debate, ella priorizará mantener su esencia, según sus asesores. La incógnita es si atacará a Milei -en principio, le contestará si el libertario pasa a la ofensiva- o se concentrará en profundizar las diferencias con Massa. “Las personalidades influyen. Si te dicen algo, hay que saber pararlo, pero tampoco el debate puede ser un ring de boxeo, porque si no la gente apaga la tele”, señaló a LA NACION.