Hace dos semanas, el ministro de Economía, Sergio Massa, prometió medidas para impulsar la siembra de trigo para la campaña 2023/24, en medio de la fuerte disminución de disponibilidad de capital de trabajo de los productores por el efecto de la sequía. Entonces, también anticipó que se trabajaría en una reforma a la Comunicación “A” 7720 del Banco Central (BCRA), que en marzo pasado prorrogó un encarecimiento del crédito a los productores que tienen más de un 5% de soja en stock. No obstante, los avances hasta ahora han sido escasos y todavía no se conocen definiciones, inclusive, para la suba del financiamiento en pesos para que puedan hacer los exportadores.
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Según trascendió, el ministro quedó en hacer gestiones con la autoridad monetaria para habilitar más financiamiento. El principal problema para enfrentar la próxima campaña fina se da por las altas restricciones que hoy tienen los exportadores para acceder a financiamiento en pesos por la regulación actual del BCRA en sus normas de política crediticia. Sumado a esto, los mecanismos que hoy existen para financiar a los productores que fueron severamente afectados por la sequía también están afectados.
En enero pasado, y tras un encuentro con la Mesa de Enlace, Massa se había comprometido a trabajar con el Central para que esta restricción fuera derogada. Sin embargo, eso no ocurrió por decisión del banco. Y en marzo último la entidad prorrogó la norma, que nació en septiembre de 2022 y sigue encareciendo el crédito a los productores con soja en acopio.
Tras reiterados intentos tanto de las entidades del campo como exportadores para que se elimine esta restricción, el ministro anticipó en un establecimiento rural en la localidad bonaerense de Navarro que podría haber una “reforma” en la Comunicación A 7720.
No obstante, fuentes oficiales confirmaron a LA NACION que si bien aún no se avanzó en medidas puntuales para el trigo, entre las que estaría esta norma, el ministro “está tratando de que el BCRA tome la decisión”. A esto, también se sumaría la decisión de “subir el financiamiento en pesos para exportadores”.
En el sector privado sostienen que las medidas, entre las que están el financiamiento en pesos y la normativa del Central, siguen “paralizadas” y que “no hay registro de avances”.
La próxima semana, Massa viajará a China, primero irá a Shanghái y después a Beijing, a donde lo acompañará, entre otros funcionarios, su secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
Cuando Massa adelantó las medidas para la siembra de trigo, dijo: “El primero es una reforma de la [Comunicación] 7720 que funciona como un techo para el acceso al crédito de nuestro sector agroindustrial, pero sobre todo de los productores agropecuarios. El otro es una modificación del piso de los montos para que puedan acceder a mayores créditos”.
En rigor, el sector necesita mejorar la oferta de semillas, fertilizantes y otros insumos y servicios, tanto de las empresas agroexportadoras, como proveedores de insumos. Esto volvería más atractivo el canje que se podría subsidiar con la cobertura en el mercado de futuros, que posibilitaría disminuir el riesgo y permitir mejor oferta de canje.
“Si les damos créditos para producir y les habilitamos mecanismos de canje para aumentar la superficie sembrada, seguramente, este problema que hoy nos toca enfrentar, el próximo gobierno, sea del color político que sea, lo va a enfrentar con menores dificultades, porque va a tener más girasol, trigo y soja”, completó Massa.
Por otra parte, en una reunión que se hizo en el Palacio de Hacienda, semanas atrás y que estuvo encabezada por Bahillo y otros funcionarios del área, también acompañaron referentes de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa). De allí surgió que “cada sector hizo una exposición y pidió acelerar la importación de insumos”.
Entre las normas de política crediticia del BCRA, el punto 7.1 impide ampliar a $40.000 millones el techo de financiamiento en pesos, por un plazo que iría a 90 días. Esto apunta al uso exclusivo de financiamiento de compra de insumos agrícolas contra contratos de canje. Las empresas exportadoras hoy tienen un límite de financiamiento para los productores de $5000 millones que representan el giro de un día de una empresa.
La semana pasada, el Central aprobó cambios en la comunicación A 7770 y posibilitó así el uso de la prefinanciación de exportaciones al pago de importaciones, pero a 365 días. Por lo que para los exportadores, los plazos estipulados “no son aplicables”, ya que para las importaciones de insumos agrícolas los tiempos para abonar con clientes del exterior no superan los 180 días.