El ARG 01, flamante incorporación de la flota de aviones presidencial, viaja rumbo a China con Sergio Massa y Máximo Kirchner a bordo, tripulados por los dos pilotos que el último jueves quedaron en medio de la polémica por su accionar al arribar al país. El periplo en busca de swaps y con negociaciones electorales como telón de fondo marca el debut de la aeronave comprada por la administración de Alberto Fernández, quien esta noche viajará a Brasil en el Tango 04, una de las aeronaves oficiales de reserva.
Los comandantes a cargo del ARG 01 son Leonardo Barone y Juan Pablo Pinto, que el último jueves realizaron una cuestionada maniobra en su arribo al aeroparque porteño Jorge Newbery. A ambos se les está iniciando un sumario administrativo que luego va a tramitar ante la Procuración del Tesoro, por el rango de los funcionarios. Será luego ese organismo, a cargo de Carlos Zannini, el que determinará los pasos a seguir. Los pilotos ya hicieron su descargo público.
Massa y Máximo Kirchner estrenan el avión comprado por Alberto Fernández con los dos pilotos de la polémica al mando
Según pudo saber LA NACION, los dos pilotos viajan juntos rumbo a Oriente, con un tercer comandante. “Básicamente era lo programado. Un viaje a China no se puede arreglar de un día para el otro, aparte son los que trajeron el avión y están entrenados en el tema”, dijeron desde Presidencia. Las mismas fuentes explicaron que si bien los comandantes hicieron su descargo, corresponderá que se determine técnicamente si obraron correctamente o no, tras la apertura del sumario.
Fernández, por su parte y pese a haber sido quien decidió la compra y enfrentó la primera polémica por el costo, partirá rumbo a Brasil esta tarde a las 19 en el Tango 04. En la Casa Rosada buscaron bajarle el tono al hecho de que Massa use primero el ARG 01 y explicaron: “El avión no es del Presidente, es del Estado argentino y como toda la flota, se utiliza por cualquier funcionario”. Y aclararon, en un intento de esquivar cualquier polémica: “El viaje a China era ocasión para que se usara, porque de lo contrario el alquiler de una aeronave sería más caro. Todo cuajaba para que se empezara a usar ahora mismo”.
“Es lo lógico. Si Sergio va a China y Alberto a Brasil, la lógica es que él que va más lejos sea el que lleve el más grande y con mayor autonomía. Era un despropósito lo contrario”, agregaron desde la Casa Rosada.
La maniobra, en la mira
Lo sucedido el jueves pasado con la maniobra derivó en la inminente apertura del sumario a Barone y Pinto. Todo se dio mientras Cristina Kirchner se mostraba en un acto en Plaza de Mayo y Fernández aparecía en soledad descendiendo en Mar del Plata para ir a Chapadmalal. La maniobra, que para algunos expertos fue riesgosa, fue eje de una polémica que incluyó como actores a la Fuerza Aérea y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
La Fuerza Aérea salió a aclarar que los pilotos que ejecutaron la maniobra cuestionada con el nuevo avión presidencial, sobre el Aeroparque Jorge Newbery, no son personal militar y se desligó de la responsabilidad. Desde allí apuntaron contra el Gobierno y contra la ANAC, que había dicho que al tratarse de un avión oficial los pilotos tenían matrícula militar. “La aeronave no es operada por personal de la Fuerza Aérea Argentina y depende de la Secretaría General de Presidencia”, precisaron.
El intento de aterrizaje abortado del nuevo avión presidencial
La misma noche de lo sucedido, desde Presidencia defendieron el accionar y explicaron en un informe firmado por los propios pilotos cuestionados, que la maniobra fue realizada como “recepción de Aeronave incorporada a la flota aérea” y que ese pasaje “fue autorizado por el control siendo esto uso y costumbre toda vez que se incorpora una Aeronave o cuando se retira un comandante”. A eso mismo aludieron hoy para bajarle el tono a la polémica.
En las últimas horas quien se sumó a dar su opinión por lo sucedido fue el piloto y cineasta, Enrique Piñeyro, quien a través de su cuenta de Twitter consignó que si bien esas pasadas pueden hacerse, eso se da bajo una serie de condiciones que no estaban dadas en este caso. “Estuvieron a punto de provocar una catástrofe por partida doble”, consideró Piñeyro.
Tanto Barone como Pinto no están afiliados a la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla), que es el gremio que reúne a los pilotos de avión. Desde APLA dijeron a LA NACION que “desde la técnica, no violaron nada” con la polémica maniobra que hicieron al llegar al aeropuerto metropolitano, el jueves pasado. “Es un pasaje a baja altura en motivo de celebración. Pero lo que no entendieron es que no hay motivos para festejar con la inflación en 100%”, deslizó un jerárquico de APLA. Barone y Pinto se incorporaron al equipo de la flota presidencial de la mano de Alberto Fernández, según fuentes gremiales