El oficialismo mantiene su idea de sesionar esta semana en el Senado y cumplir con la decisión de Cristina Kirchner de desafiar a la Corte Suprema y plantear un conflicto de poderes al darle un nuevo acuerdo a la exjueza Ana María Figueroa, a quien el máximo tribunal declaró jubilada al haber cumplido 75 años, edad que la Constitución establece para el pase a retiro de los magistrados sino obutvieron la luz verde de la Cámara alta para continuar en el cargo.
Según confiaron a LA NACION fuentes del bloque del Frente de Todos, la sesión sería convocada para este jueves con un temario que incluirá el nombramiento de 75 cargos judiciales.
El oficialismo confía en conseguir el quórum para habilitar la sesión ayudado por cuatro peronistas disidentes que a fines de febrero último rompieron con el Frente de Todos y se juntaron con la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti, para crear el bloque Unidad Federal.
Esos cuatro senadores son Guillermo Snopek (Jujuy), presidente de Unidad Federal, Edgardo Kueider (Entre Ríos), María Eugenia Catalfamo (San Luis) y Carlos Espínola (Corrientes). A ellos, se sumaría el provincial y tradicional aliado del oficialismo Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro).
La zanahoria que utilizará el oficialismo para romper con el bloqueo impuesto por Juntos por el Cambio, que rechaza la designación de Figueroa y la posibilidad de que un kirchnerismo en retirada pueda seguir designando jueces, fiscales y defensores, es el tratamiento de las modificaciones a la ley de alquileres y del proyecto que elimina la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias.
Ambos proyectos serán el plato fuerte de una sesión que se anticipa extensa. Es que si el oficialismo logra reunir el quórum romperá con más de cinco meses de parálisis legislativa del Senado. La última sesión en la que se discutieron y aprobaron proyectos fue en abril último.
Como el debate de los acuerdos judiciales se tratan al inicio de las sesiones, peronistas disidentes y aliados tienen la excusa perfecta para no restarle quórum al debate de los pliegos. Si lo hacen, se caería la sesión arrastrando al resto del temario.
Así, Cristina Kirchner podrá cumplir por fin con su objetivo de darle acuerdo para continuar cinco años más como miembro de la Cámara de Casación Penal a Ana María Figueroa, quien debía fallar en dos temas sensibles para la vicepresidenta, como las reaperturas de las causas Hotesur-Los Sauces, en la que está investigada junto a sus hijos Máximo y Florencia por lavado de dinero proveniente de la corrupción, y la firma del Memorándum con Irán.
El pliego que le extiende su magistratura tiene dictamen desde abril último, cuando la por entonces camarista se presentó en audiencia pública ante la Comisión de Acuerdos. Sin embargo, La vicepresidenta y el oficialismo fallaron en dos oportunidades en reunir el quórum. La negativa de Juntos por el Cambio y las diferencias surgidas con Snopek y Kueider, ambos de Unidad Federal, y el provincial Weretilneck frustraron los planes.
Esa demora provocó que Figueroa celebrara su cumpleaños 75 años, el 9 de agosto, sin tener un nuevo acuerdo. La incertidumbre que generó esa situación llevó a que sus colegas de la Cámara de Casación Penal enviaran una nota a la Corte planteando sus dudas sobre el status de la magistrada y sosteniendo que “podría haber cesado” en sus funciones. Hace tres semanas, los jueces del máximo tribunal rechazaron un pedido de licencia de Figueroa y la declararon jubilada.
Votación ajustada
Ahora, Cristina Kirchner planea desafiar esa decisión y darle acuerdo a Figueroa aún cuando ya no es jueza. Se sumaría al conflicto el presidente Alberto Fernández firmando el decreto nombrándola como magistrada.
Saldados los reclamos de Snopek y Kueider, aún cuando persiste la negativa de Weretilneck a levantar su mano y con el quórum asegurado a la hora de la votación, el kirchnerismo contaría con los apoyos necesarios para aprobar el pliego de Figueroa en lo que, según las cuentas que hacen en el despacho del jefe de la bancada oficialista, José Mayans (Formosa), podría ser un final de photo finish.
Es que si, tal como le dijo una senadora oficialista a este diario, el Frente de Todos cuenta con su dotación de 31 senadores completa -la semana pasada había dos con diferentes dolencias que les impidieron asistir al Senado-, alcanzaría los 36 votos afirmativos gracias al aporte de Snopek, Kueider y Catalfamo, todos de Unidad Federal, y de las provinciales aliadas Clara Vega (La Rioja) y Magdalena Solari Quintana (Frente Renovador de Misiones).
Todo indica que el voto en contra no alcanzará para impedir que el oficialismo apruebe el pliego de Figueroa. A lo sumo, el rechazo podría empatar la votación, caso en el cual el kirchnerismo tendrá el as en la manga del voto del desempate de Cristina Kirchner o, en caso de estar ausente, de la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma, esposa de Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero.