Se apartó uno de los jueces que debía revisar la condena de Cristina Kirchner

El juez de la Cámara de Casación Javier Carbajo se excusó de intervenir en la revisión de la condena a seis años de prisión que recibió Cristina Kirchner en la causa Vialidad. Se sorteará ahora a su reemplazante, que acompañará en el estudio del caso a los camaristas Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, de la Sala IV del tribunal.

Carbajo se excusó de intervenir porque ya se pronunció en la causa en la que fue condenado a diez años de prisión el empresario Lázaro Báez por lavado de dinero. Según la Justicia, parte de esos fondos fueron obtenidos con las obras que se juzgaron en el caso de Vialidad, con prácticas corruptas de sobreprecios y mayores costos.

La Sala IV del tribunal que debe revisar al condena está integrada además por Borinsky y Hornos, pero ambos están en la mira de Cristina Kirchner y se descarta que ella buscará recusarlos y apartarlos del caso. La razón es que ambos visitaron a Mauricio Macri en la Casa de Gobierno o en la Quinta de Olivos cuando era presidente.

Así que aún está por verse cómo quedará definitivamente integrada la sala que revise la condena. Por lo pronto, Borinsky y Hornos deberán resolver si aceptan la excusación de Carbajo y sortean a su reemplazante.

En el escrito en el que se excusó, Carbajo sostuvo que al resolver en el caso conocido como “la ruta del dinero K”, contra Báez, por lavado de dinero, tuvo que adentrarse en el estudio del delito precedente, que es justamente el que se juzgó en el caso de Vialidad. Allí, Báez también fue condenado a seis años de cárcel.

Dijo Carbajo que ya sostuvo que había conexión entre el blanqueo y los contratos de obra pública. Recordó que confirmó el fallo por el cual la responsabilidad de Báez se construyó sobre lo atinente a la obra pública, en el requerimiento fiscal de elevación a juicio presentado en la causa Vialidad. Entendió que la culpabilidad de Báez se centraba en la existencia de una organización criminal “con intervención de diversos funcionarios nacionales y provinciales, que se hicieron de fondos públicos mediante la asignación discrecional de prácticamente el 80% de las obras viales adjudicadas en la provincia de Santa Cruz”, que implicaron 46 mil millones de pesos.

También opinó que “los responsables de tal matriz de corrupción escogieron la obra pública vial como un medio propicio para obtener el dinero del Tesoro Nacional y, por ello, convirtieron en empresario de la construcción a alguien que no lo era y no lo había sido anteriormente: Lázaro Antonio Báez”.

Señaló además que en “la acusación fiscal se visualizó que la concentración económica de la mayor cantidad de recursos públicos, en materia de obra vial, tuvo un único destino, a saber, la provincia de Santa Cruz”. Por eso es que dio por probado que Báez “instrumentalizó a la firma Austral Cosntrucciones S.A. para recepcionar fondos públicos y desviarlos, debiendo entonces echar mano a herramientas de lavado de activos con el propósito de darle apariencia de legalidad al dinero”.

Carbajo dijo que al llegar a su estudio la apelación de Báez contra la condena a 6 años que recibió en el caso de Vialidad, observó que “se trata del mismo hecho, obra pública”. Afirmó que hay un nexo en los hechos y en el análisis jurídico en ambos casos y que “existen elementos de prueba” que ya valoró en el caso de la ruta del dinero K.

Para evitar “poner en crisis la garantía de imparcialidad que le asiste al acusado” el juez decidió excusarse. Dijo que era su obligación hacerlo “para no comprometer, irremediablemente, el deber de imparcialidad” que tiene como juez constitucional, “atributo inabdicable de la función judicial para preservar sin alteraciones la confianza pública, y condición inexcusable para asegurar un juicio justo”.

Ahora, la excusación será analizada por Borinsky y Hornos. Lo mas probable es que la admitan.

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