En medio de la expectativa que genera la publicación de la inflación de abril, que dará a conocer mañana el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el rubro Alimentos y Bebidas no alcohólicas parece dar pocos motivos para esperanzarse con una cifra baja, ya que en el primer trimestre del año su ritmo inflacionario creció dos puntos porcentuales y podría llegar a un incremento en el año de 197%.
El pronóstico surge de un informe del Centro para la Recuperación Argentina, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en el que además se remarca que las subas interanuales de alimentos y bebidas continúan liderando la dinámica inflacionaria, con un promedio mensual en marzo y abril de 9,5%.
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El organismo dirigido por el politólogo Luis Tonelli explicó que frecuentemente se apela a cálculos tales como anualizar las tasas mensuales de variación, de modo de conocer cuál sería la inflación al cabo de un año si persisten los niveles actuales de aumentos de precios.
Si bien la inflación anual describe el comportamiento de los precios en los últimos 12 meses, hay que tener en cuenta que su ritmo general dista de ser similar al actual, ya que fue de 5% mensual promedio en el primer trimestre de 2022 y de 7% en igual período de este año.
El martes pasado, el índice de precios de la Ciudad de Buenos Aires (Ipcba) mostró que el rubro Alimentos y Bebidas no alcohólicas fue el que más aumentó, con 10,4%, lo que impulsó la inflación general en esa jurisdicción, que arrojó 7,8%, acelerándose con respecto al mes previo, cuando había sido de 7,1%.
El dato no es menor, puesto que el incremento en los precios de Alimentos y Bebidas aqueja sobre todo a los hogares de menores recursos, que no cuentan con medio para protegerse de los aumentos, dado que destinan la mayor parte de sus ingresos a la subsistencia.
Esto se agrava aún más, si se tiene en cuenta que la canasta básica alimentaria, que se usa para delimitar la línea de indigencia, y la canasta básica total, que permite medir la línea de pobreza, tuvieron un aumento anual por encima de la inflación (120,1% y 113,2%, respectivamente).
Al analizar el interior del rubro Alimentos y Bebidas, según el informe mencionado, se puede ver que de los productos expresados como parte de la canasta básica alimentaria presentaron aumentos fuertes interanuales a marzo, tales como el azúcar (198,2%), el aceite (186%), los fideos (152,9%), los huevos (152,8%), la cerveza (146,9%) y el vino (133,2%). En tanto, hubo aumentos en línea con la inflación general en lácteos, gaseosas, galletitas, fiambres y embutidos, y carnes blancas.
En tanto, la manteca, el queso y la yerba mate crecieron por debajo de la inflación y las carnes rojas, muy por debajo –en torno de un 87% anual, contra un nivel general superior al 100%–. Justamente la carne será uno de los alimentos claves que este año crecerá y empujará para arriba el promedio de la inflación alimentaria, ya que está recuperando el precio retrasado del segundo semestre de 2022.