SANTA FE.- Los efectos colaterales de la sequía en el norte santafecino son nefastos. Falta agua, no hay pastos para pasar el invierno. Y encima, por la devaluación, por el aumento de los precios de los combustibles, etcétera, el rollo de pastos o gramíneas no se consigue. El productor que lo logra tener cada vez más caro: 50.000 pesos, cuando hasta dos semanas atrás pagaba 35.000 “un buen rollo de alfalfa”, según admitieron los productores consultados por LA NACION.
“En un flete (camión y acoplado) se pueden llevar 36 rollos, como máximo. Su costo, hasta la semana pasada, era de 50.000 pesos cada uno. A eso hay que añadirle que, como tenemos que traerlos de mucha distancia, eso encarece muchísimo su valor”, comenzó explicando el presidente de la Sociedad Rural de Tostado, cabecera del departamento 9 de Julio, Gerónimo Senn.
Y añadió: “Hay que tener en cuenta que un rollo muy bien confeccionado puede tener 500 kilos. Si lo tiene que dar como alimentación única o como suplementación, un animal consume entre 10 y 15 kilos por día. Si hacemos el cálculo, un campo con 50 animales, consumiendo 10 kilos cada animal, terminan un rollo por día. A 50.000 pesos cada rollo, saquen la cuenta. Pero para el que tiene 200/250 cabezas, eso significa un costo que no se alcanza a cubrir”, referenció el productor. “Si hablamos de nutrición, esas cifras que mencionamos significan una alimentación insuficiente. Claro que, para las circunstancias que estamos viviendo, con un rollo se puede evitar que el animal se muera”, aclaró.
La actualización de los precios de la hacienda no benefició a todos los ganaderos
Senn explicó: “Acá se consiguen rollos de sorgo o gramínea, que son los que se conocen como rollos secos. Por lo tanto, a los animales hay que agregarles proteínas, como pellets de girasol o de algodón. Eso también encarece la nutrición”, reconoció.
Otro tema que no pasa desapercibido en los tres departamentos del extremo norte santafecino (9 de Julio, Vera y General Obligado), próximo al límite con Santiago del Estero y Chaco, es el precio de los animales que se llevan a la venta, en ferias o remates particulares. Según Senn, “si bien hubo una recuperación del precio de la hacienda en pie, después de estar algunos meses con un precio planchado”, eso “llegó cuando ya no quedan terneros para la venta. Por lo tanto, si bien la poca oferta hace que aumente precios, para los ganaderos de esta región esa noticia llega tarde, muy tarde”.
“No pudimos hacer reservas de pasto y, peor aún, no se consiguen rollos”, insisten los productores de la región, que no dejan de señalar que las pérdidas se van acentuando como consecuencia de las heladas que suman sus efectos nocivos a la situación que parece ir profundizándose. Ante una consulta, Senn, médico veterinario, explicó que “(rollos) no hay porque lo poco que se pudo y que se guardó, ya se consumió y no hay excedente. Y tampoco hay para comprar”.
“En estos días cada rollo de alfalfa tiene un costo de 50.000 pesos, si se consigue. El problema es el transporte, que encarece los costos”, señaló.