De origen radical y devoto de Raúl Alfonsín, Leandro Santoro salió a la caza del “voto correligionario” que en la ciudad apostó (y perdió) por Martín Lousteau en las últimas primarias. Convencido de que competirá en segunda vuelta con Jorge Macri, el candidato a jefe de gobierno porteño de Unión por la Patria busca acortar distancia con su rival de Pro apelando al electorado radical que no se siente indentificado con el macrismo.
A él le promete que, de ganar las elecciones, convocará a la UCR a un “gobierno de unidad” junto con el socialismo y demás fuerzas progresistas que hoy componen la gestión de Horacio Rodríguez Larreta.
“Yo tengo en claro que el radicalismo es orgánico y que trabajará para que Juntos por el Cambio continúe gobernando la ciudad. Lo va a hacer –y está muy bien que lo haga-, pese que Jorge Macri no lo tuvo en cuenta y eligió a una figura de Pro como su candidata a vicejefa”, acicateó Santoro, sabedor del malestar que se desató en las filas de Lousteau cuando Macri comunicó por las redes sociales que Clara Muzzio sería su compañera de fórmula.
Decidido a meter una cuña en Juntos por el Cambio, Santoro fue más allá. “Yo le hablo al elector radical: a él le digo que, si gano las elecciones, voy a convocar a un gobierno de unidad. La ciudad no se banca un gobierno sectario. Por eso me gustaría incorporar a María Migliore (exministra de Desarrollo Humano) a mi gabinete”, desafió Santoro. Migliore se desvinculó del gabinete de Horacio Rodríguez Larreta por sus diferencias con Macri y su acercamiento a Lousteau durante las PASO.
Un ejemplo más lo dio esta mañana, cuando difundió en redes un video en el que se compromete a “sumar 10 propuestas de Martín Lousteau a nuestro programa de Gobierno”. Un guiño directo al votante radical. Allí menciona un monitoreo de toda la ciudad con cámaras de seguridad, 1800 policías más en las calles “de forma inmediata”, sumar dos horas semanales de capacitación docente, entre otras.
Santoro cosechó el 22,17% de los votos en las primarias y se ubicó segundo detrás de JxC; cree que este esquema se reeditará en las generales de octubre y que el libertario Ramiro Marra, aun con el envió del ascendente Javier Milei, no logrará colarse en el ballotage. “Tiene que duplicar los votos que obtuvo en las PASO para alcanzar a Leandro; con boletas separadas en la ciudad le va a ser difícil”, sostienen en el comando de campaña de Unión por la Patria.
Pegatina de afiches
El candidato de Unión por la Patria jura y perjura que no tuvo nada que ver con los carteles que empapelaron la ciudad la semana pasada con la leyenda “Si votaste a Lousteau y no querés al primo de Macri hay alternativa”. Los afiches incluyen letras blancas sobre un fondo rojo, históricos colores de la Unión Cívica Radical, partido en el que también se referencia Santoro pese a haberse alineado durante los últimos años al kirchnerismo. Una mácula para los radicales que no toleran traiciones.
El radicalismo porteño tampoco se hizo cargo de la pegatina. “Como presidenta de @UCRCapital y candidata a diputada nacional, quiero ratificar nuestro firme compromiso dentro de Juntos por el Cambio”, posteó Mariela Coletta, aliada de Lousteau.
Lo cierto es que desde las primarias, la relación entre Macri y Lousteau se mantiene fría y distante. En las PASO, el exintendente de Vicente López obtuvo el 28,71% de los votos mientras que el radical se ubicó a un punto y medio de distancia con el 27,21%. Entre los dos postulantes Juntos por el Cambio cosechó casi el 56% de las preferencias de los porteños y si bien este resultado auguraría el triunfo del espacio en primera vuelta en octubre próximo, el escenario se muestra hoy incierto.
Con el propósito de mostrar homogeneidad y robustez frente al próximo test electoral, los equipos de campaña de las fuerzas que componen Juntos por el Cambio en la ciudad se reúnen cada martes para coordinar las actividades proselitistas. En esa mesa política confluyen los representantes de Pro, la UCR, el socialismo, GEN y Confianza Pública y si bien Macri se comprometió a tomar varias de las propuestas de sus rivales –lo que permitió aflojar las tensiones internas-, la foto de unidad entre Macri y Lousteau se hace esperar.
En virtud su alianza política con Rodríguez Larreta, el radicalismo porteño controla un ministerio clave por su presupuesto –el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción, a cargo de José Luis Giusti- y la presidencia del Banco Ciudad, en manos de Guillermo Laje, hombre muy cercano a Lousteau. La incógnita que explicaría las discordias entre Macri y el líder de Evolución Radical es si el exintendente de Vicente López mantendrá los acuerdos que tejió Larreta con el radicalismo en caso de ganar las elecciones o si los rompe, tal como es el deseo de su primo Mauricio.
Los radicales desconfían, aunque prometen que militarán para que JxC gane la ciudad. No por altruismo ni por simpatías hacia Macri (que no las tienen) sino para garantizarse la mayor cantidad posible de legisladores y comuneros propios en las elecciones de octubre.