HELSINKI.- La exprimera ministra de Finlandia, Sanna Marin, cortó su último vínculo con la política al renunciar hoy a su banca en el Parlamento, días después de dejar la presidencia del Partido Socialdemócrata (SDP), según anunció este jueves en una conferencia de prensa. La dirigente de 37 años ahora ocupará un cargo como asesora estratégica en el Instituto Tony Blair para el Cambio Global.
“Estoy muy agradecida a todos los que votaron por mí en las elecciones. La decisión no fue fácil, pero creo que es la correcta”, dijo Marin en la conferencia de prensa, consignada por Yle, la compañía pública de radiodifusión de Finlandia. La expremier dijo que era “imposible” compaginar su trabajo como diputada con su nuevo puesto.
Marin, quien se convirtió en la jefa de gobierno más joven del mundo con 34 años en 2019, dijo que no descarta volver a la política y presentarse nuevamente como candidata en Finlandia, pero se negó a comentar si podría considerar la posibilidad de presentarse a las próximas elecciones europeas.
El Instituto Tony Blair para el Cambio Global fue establecido por el ex primer ministro del Reino Unido y es una organización internacional sin fines de lucro que asesora a gobiernos y políticos sobre políticas públicas. El expremier laborista destacó cómo Marin manejó la adhesión de Finlandia a la alianza de la OTAN.
Former Finnish Prime Minister, @MarinSanna will join TBI as we continue our mission supporting leaders and governments to implement meaningful change for their people and harness technology to transform public-service delivery. pic.twitter.com/vO7zqfsgam
— Tony Blair Institute for Global Change (@InstituteGC) September 7, 2023
“Nuestra misión es ayudar a los líderes políticos de todo el mundo a generar cambios para su gente, y Sanna Marin sabe exactamente cómo hacerlo. Marin es audaz y práctica, comprende el papel que puede desempeñar la tecnología como facilitadora de una economía más eficiente y centrada en los ciudadanos. estado y aportará su experiencia a nuestra misión en más países alrededor del mundo”, escribió Blair.
El instituto anunció la incorporación en su sitio web y precisó que Sanna asesorará “a los líderes políticos sobre sus programas de reforma”. “Marin tiene un historial de logros, desde establecer uno de los objetivos climáticos más ambiciosos del mundo (posibilitado por un programa completo de digitalización y despliegue de tecnología) hasta guiar la adhesión de su país a la OTAN tras la agresión de Rusia en Ucrania (la adhesión más rápida en la historia de la alianza)”, dice el sitio.
Marin será sustituida en el Parlamento finlandés por su colega de partido socialdemócrata, la investigadora y doctora en Ciencias de la Salud Lotta Hamari, también de 37 años.
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En abril, después de una derrota en las elecciones parlamentarias frente a los conservadores, Marin había anunciado que renunciaría al liderazgo de su partido este mes, algo que confirmó el pasado viernes, al afirmar que estaba entrando en “un nuevo capítulo” en su vida. “A veces hay que dejar marchar lo viejo para que lo nuevo pueda ocupar su lugar, pero no desapareceré por completo, volveré con ustedes”, dijo el viernes.
Después de su derrota electoral, Marin dijo que esperaba una vida más tranquila y luego anunció su divorcio de su esposo, con quien tiene una hija. Desde que dejó su cargo de primera ministra, combinó en sus redes sociales imágenes de su vida como parlamentaria con una faceta más relajada.
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Durante su gestión, la joven política ha sido elogiada por su firme discurso contra Rusia sobre la guerra en Ucrania y por su gestión tanto de la pandemia del Covid, como de la candidatura de Finlandia para ingresar a la OTAN.
Pero en un país que aprecia la discreción, también es conocida como “Sanna la fiesta”, apodo ácido que le dieron los tabloides locales por haber ido a una discoteca pese a haber estado en contacto con una persona con Covid en tiempos de aislamiento, o por haber tenido que presentar una prueba de drogas después de que se la viera en un video bailando en una animada fiesta, e incluso por organizar fiestas en la residencia oficial.
“Soy un ser humano. A veces también aspiro a la alegría, a la luz y al placer en medio de estos oscuros nubarrones”, declaró el año pasado, con los ojos empañados, para intentar acallar la polémica atizada por diarios del mundo entero, pero que le valió también numerosas declaraciones de apoyo que denunciaron un trato sexista.
Nacida en una familia modesta, Marin creció cerca de Tampere, bastión industrial del país, del que más tarde sería alcaldesa. “Mis padres se divorciaron debido a los problemas de alcohol de mi padre cuando era pequeña”, contó en su blog. Fue criada por su madre y su compañera sentimental, “en una familia arcoíris, que vivía en una vivienda de propiedad municipal”.
Para financiar sus estudios, trabajó en un supermercado, algo que fue objeto de burlas. Después de su llegada al poder, el diario Iltalehti celebró “el notable ascenso de una cajera hasta la cumbre de Finlandia”.
Tras su derrota en abril, algunos especialistas proyectaban que podía tener un futuro en instancias internacionales, en la Unión Europea o en otras instituciones.
Agencia AFP