En medio de la crisis económica y de las disputas internas dentro del Frente de Todos, el oficialismo festejó hoy un domingo electoral con tres triunfos provinciales que tonifican a la coalición de gobierno. Los candidatos del espacio revalidaron en las tres provincias donde ponían en juego la gobernación: Gustavo Sáenz, que ya ganó con claridad en Salta, mientras Sergio Ziliotto se impuso en La Pampa, igual Gustavo Melella en Tierra del Fuego, donde la oposición ya reconoció la derrota.
Además de estas tres reelecciones de los gobernadores, el oficialismo buscaba festejar especialmente los resultados en San Juan, donde solo se votaron intendentes, legisladores provinciales y concejales, a partir de un fallo de la Corte Suprema de Justicia que suspendió el tramo de gobernador y vice por entender que el actual mandatario, no podía presentarse para un tercer mandato.
No fue una jornada favorable para la oposición, ya que ninguno de los candidatos de Juntos por el Cambio ni referentes de Milei comprometieron los triunfos de los oficialismos locales. El único que estuvo más cerca fue el radical pampeano Martín Berhongaray.
El primero en festejar fue Sáenz, ya que gracias al sistema de votación electrónica los datos estuvieron completos a dos horas de cerrada la votación. El candidato que compitió con el sello Unidos por Salta obtuvo el 47% de los votos y una amplia diferencia respecto de sus competidores. Sin embargo, su caudal de votos decayó respecto de la elección de 2019, cuando superó el 53%, prueba del desgaste de la gestión.
La victoria de Sáenz fue especialmente festejada por el ministro de Economía, Sergio Massa, de quien fue compañero de fórmula presidencial en 2015. De hecho el funcionario le envió una felicitación por Twitter y se prevé que se encuentren el martes.
“Felicitaciones querido @GustavoSaenzOk. Trabajar por el desarrollo minero y por la promoción de las economías regionales que generan trabajo para tu gente, tuvo premio. Te abrazo como cada fin de año hace muchos años. PD: está claro que sos mejor gobernador que cantante”, fue el mensaje que subió Massa.
Curiosamente otro ministro del gabinete, Wado de Pedro, apostó por otro candidato, Emiliano Estrada, un exfuncionario del Ministerio del Interior, que quedó tercero con el 16% de los votos. También hubo otras dos listas más del peronismo, que obtuvieron entre 2 y 5 puntos.
En segundo lugar, por muy poco, quedó el postulante de Juntos por el Cambio, Miguel Nanni, quien obtuvo algo más del 17% de los sufragios. Fue la principal apuesta de la oposición en una provincia donde históricamente le costó ser competitivo.
La sorpresa en Salta vino de la mano de la disputa por la intendencia de la capital provincial, donde la actual intendenta, Bettina Romero (hija del exgobernador y hoy senador Juan Carlos Romero) perdió a manos de Emiliano Durand (Frente Vamos Salta). Si bien los dos llevaron a Sáenz en el tramo a gobernador, Durand fue su apuesta principal, después de cuatro años de convivencia ríspida con Romero.
En La Pampa la diferencia se encamina a ser más estrecha, pero le alcanzaría a Ziliotto para asegurarse un nuevo mandato como gobernador. Escrutados casi el 17% de las mesas lograba el 48% de los sufragios.
De este modo se imponía a su principal oponente, el radical Martín Berhongaray, que compitió con el sello Juntos por el Cambio y conseguía el 40%.
Mucho más lejos quedaba Juan Carlos Tierno, un polémico exintendente de Santa Rosa que había obtenido 7 puntos en 2019 y repitió cifras.
Ziliotto es un aliado histórico del hombre fuerte del PJ de La Pampa, Jorge Verna, de quien intentó con poco éxito despegarse para tener un perfil propio. Su relación con la Casa Rosada fue estrecha, pero cuando detectó que podía afectar sus chances electorales se corrió y desdobló elecciones.
De todos modos, La Pampa será la primera provincia que visitará el presidente Alberto Fernández, ya que piensa viajar mañana a sacarse una foto con el ganador. Después seguirá con la ronda triunfal el jueves en Salta junto a Sáenz y el viernes en Tierra del Fuego con Melella.
Precisamente la provincia más austral fue la otra que se dirigía a reelegir gobernador, ya que con 30% de las mesas escrutadas lograba evitar un ballottage, sistema que rige en esta provincia. Melella obtenía el 53%, contra Héctor Stefani del Pro, que consiguió el 9%, y el radical Pablo Blanco, que superó los 5 puntos.
Melella es el único mandatario que en algún momento dijo que Alberto Fernández era su candidato preferido para disputar la presidencia, chance que quedó sin efecto cuando el Presidente se bajó de ese camino.
El gobernador fueguino se favoreció de una serie de alianzas locales que estableció con referentes del oficialismo local, en un contexto de altísima volatilidad como es la política fueguina. De hecho la exgobernadora Roxana Bertone, quien quedó afuera del armado principal, compitió para legisladora provincial.
La Cámpora estuvo particularmente atenta a esta provincia porque los intendentes de las dos principales ciudades, la capital Ushuaia y Río Grande, son de la agrupación. En el primer caso, Walter Vuoto buscaba con esfuerzo mantener su bastión, y en el otro intentaba conservar el municipio Martín Pérez.
Hoy también hubo elecciones en San Juan, aunque sin el tramo de gobernador y vice (pese a que los candidatos estaban en la boleta por la imposibilidad de rehacerlas después de que la Corte inhabilitó ese tramo).
Allí había mucha expectativa de parte de Uñac y también de la Casa Rosada porque lo interpretaban como una suerte de revancha contra la Corte, por su fallo del martes que suspendió la elección a gobernador. El oficialismo puso en juego 15 de los 19 municipios de la provincia y 25 de los 36 legisladores provinciales.
Un dato importante, que ya se vio en las anteriores elecciones provinciales que se hicieron entre abril y mayo, es la caída en el nivel de participación, que dependiendo de las provincias osciló entre 4 y 10 puntos menos. En Tierra del Fuego otro dato notable es que el voto en blanco fue de más de 20 puntos.
