Durante los últimos 20 años, con continua y sostenida intermitencia, el líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), Raúl Castells, irrumpe cada tanto en el centro de las escena pública. Su última aparición, en medio de un clima enrarecido, se dio hoy cuando en distintos medios afirmó estar detrás de los saqueos que se sucedieron en distintos puntos del país.
“Nosotros somos los que estamos convocando porque el Gobierno quitó la provisión de alimentos para 11 millones de niños. ”, dijo Castells, de 70 años, en diálogo con canal 7 de Mendoza. Luego, en una entrevista con el el medio Crónica, el líder piquetero se volvió a adjudicar la promoción de los últimos episodios de saqueos a locales comerciales y supermercados que se sucedieron desde el fin de semana. “La gente está saliendo a buscar comida, y si no encuentra comida, nosotros que somos los que estamos convocando a esto, les estamos diciendo que sin robar plata ni romper nada, que lleven lo que se pueda aunque sea para canjear por comida”, sostuvo. Por la autoadjudicación de los hechos fue denunciado en la Justicia tanto en Comodoro Py como en Mendoza por “instigación de robo”.
Oriundo de Santa Fe, el líder piquetero ganó popularidad a comienzos de la década del 90, cuando junto con su esposa Nina Pelozo fundó el MIJD, movimiento que actualmente conduce y con el cual encabezó un sinfín de movilizaciones de consignas diversas, muchas de las cuales, acaban con tomas de dependencias públicas, sedes de empresas o cortes de rutas. Castelles fue precandidato presidencial y sacó 25.746 votos (0,11%), por lo que no pasó el filtro de las PASO.
Desde su aparición como líder piquetero, Castells cultivó un perfil combativo y contestatario, que lo colocó siempre en el medio de controversiales escenas de alto impacto mediático. Uno de los episodios más recordados, que lo tuvo como artífice intelectual, y que le dio visivilidad pública, fue la toma de un local de la cadena de comidas rápidas de la firma Mc Donald´s en el microcentro de la ciudad porteña. El movimiento piquetero reclamaba la entrega de 50 mil combos para “chicos carenciados”. La escena coronaba una serie de múltiples reclamos que para el líder piquetero fueron desentendidos.
En aquella oportunidad, tras su detención, el piquetero llevó a cabo una huelga de hambre por la cual terminó hospitalizado. Sus movilizaciones y tomas le valieron más de un encarcelamiento.
Otro de los episodios de alto impacto, de vínculo indirecto con el presente, fue la toma de un Casino en la provincia de Chaco. Fue en enero de 2004 y su ladero fue Emerenciano Sena, el líder del clan Sena, de fuerte vínculo con el gobernador de la provincia, Jorge Capitanich, hoy detenido y bajo la lupa de la justicia por su rol en el caso de Cecilia Strzyzowski.
Ambos dirigentes habían marchado a la Casa de Gobierno de la provincia, pero al no ser atendidos, optaron por tomar una de las salas de juego del casino Gala, en la ciudad de Resistencia. Tras el episodio, Castells fue detenido y pasó 57 días en la cárcel de Resistencia. Su relación con Sena acabó unos años despues.
Más acá en el tiempo, en enero de 2020, Castells condujo una movilización hacia el ministerio de Agricultura en lo que fue, según él mismo precisó en un programa de televisión, una marcha en repudio de unos dichos de Susana Giménez. “Marchamos reclamando al ministerio de agricultura semillas, proyectos productivos rurales, y gallinas. Y repudiando los dichos de Susana Giménez”, sostuvo Castells.
A la par de la controversia y los reclamos, Castells tuvo diversos acercamientos a la función pública. Fue candidato a gobernador por dos provincias (Santa Fe y Chaco) y candidato a presidente en 2007. Sus aventuras polítcias siempre acabaron con magros resultados electorales. Su última incursión fue su candidatura a la presidencia en las pasadas elecciones del 13 de agosto.
Durante la campaña para las PASO elecciones, respondió las preguntas que LA NACION le realizó a los candidatos de las distintas fuerzas política. Ante la consulta sobre quien fue el mejor presidente de la Argentina, el líder piquetero respondió: “Como referencia, San Martín, Güemes, Belgrano y Ernesto Che Guevara”.
En julio del año pasado, junto con más de 150 militantes, Castells rodeó un supermercado Coto en la ciudad de Rosario para exigir la entrega de comida. El episodio, marcado por la extrema tensión y el temor a que funcione como el primer eslabón de una ola de saqueos, terminó sin hurtos ni violencia: “Jamás hemos mencionado el saqueo, pero el gobierno nacional lo que está haciendo es empujar al pueblo argentino al saqueo. Lo están empujando a que la gente termine saqueando y que sea una guerra civil por la comida”, dijo en aquella oportunidad, hace poco más de un año, en el antecedente más cercano a sus últimos dichos.
Hoy, el líder piquetero reaparece envuelto en la controversia, fomentando saqueos en medio de un clima de profunda incertidumbre social. “Ustedes no entregan alimentos y nosotros vamos a ir a buscar comida a algún lado. Apelamos que no se toque ni un pequeño ni mediano comercio y que nadie destruya nada. Solamente comida en las grandes cadenas”, sostuvo.
