El fracasó la sesión en el Senado para evitar la jubilación de la jueza Ana María Figueroa, presidenta de la Cámara de Casación Penal que tiene un papel protagónico en causas que involucran a la vicepresidenta Cristina Kirchner, como Hotesur-Los Sauces, estuvo marcada por la ausencia de dos peronistas díscolos que el oficialismo confiaba que iban a aportar al quórum: Guillermo Snopek y Edgardo Kueider, dos de los cinco legisladores que en febrero tomaron distancia del Frente de Todos.
“Se nos resfriaron dos senadores. Snopek y Kueider”. Con esta frase irónica, que alude a los dos legisladores que sorpresivamente no se hicieron presentes en el recinto, el jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, confirmó la imposibilidad del oficialismo para reunir el número que hubiera permitido abrir la sesión pedida por Cristina Kirchner para que Figueroa pueda seguir por cinco años como jueza una vez que, el próximo 9 de agosto, cumpla 75 años.
Kueider forma parte de Unidad Federal-Entre Ríos y, en los últimos tiempos, acusó al kirchnerismo de poner excusas para justificar su negativa a consensuar una agenda de temas que permita poner en funcionamiento a la Cámara alta. “Siempre cumplí los compromisos legislativos. Del lado del bloque del Frente de Todos lo que hay son excusas para justificar la debilidad que tiene el oficialismo y José Mayans para sentarse a discutir una agenda de temas a tratar”, afirmó, hace un mes, el senador en diálogo con LA NACION.
El senador entrerriano había rechazado, así, las imputaciones que en su contra lanzaron desde el bloque del Frente de Todos y que lo acusaban, junto al presidente del bloque Unidad Federal, el también peronista Guillermo Snopek (Jujuy) de ser poco fiable y de incumplir los compromisos asumidos.
Es que, como quedó expuesto públicamente este miércoles, la queja oficialista contra Snopek y Kueider se explica en las dificultades que encuentra la bancada que conduce Mayans para reunir el quorum y habilitar una sesión para iniciar el tratamiento de un paquete de pliegos judiciales codiciados por Cristina Kirchner.
Snopek estuvo el año pasado al frente de la estratégica Comisión de Asuntos Constitucionales, sitial en el que fue elegido luego de haberse acercado el kirchnerismo. Kueider, por su parte, presidía la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión.
La ruptura del bloque del Frente de Todos de Kueider, junto a Snopek, María Eugenia Catalfamo (San Luis) y Carlos Espínola (Corrientes), dejó al oficialismo con 31 senadores, muy lejos de los 37 que se necesitan para alcanzar el quorum y que, hasta la fractura, el kirchnerismo lograba con la ayuda de tres legisladores de fuerzas provinciales.
Las causas de la partida son varias y difieren según cada legislador. Aunque siempre fue un critico de los modos políticos de la vicepresidenta, Kueider terminó de dar el portazo como consecuencia de su enojo con Alberto Fernández por la decisión del Gobierno nacional de excluir a Entre Ríos de las provincias que fueron alcanzadas en diciembre pasado con el incremento de los subsidios energéticos que beneficiaron a las provincias del norte del país.
Snopek, por su parte, viene cargando desde hace tres años su molestia por el buen trato que el Poder Ejecutivo le dispensa al gobernador radical Gerardo Morales, su archirrival político en Jujuy. La gota que colmó el vaso habría sido la expulsión de la legislatura de una diputada del Frente de Todos votada por el oficialismo que responde al mandatario provincial.