SALTA.- A Gustavo Sáenz le gusta cantar. Le gusta interpretar a Sandro. Y su tema fetiche es “Rosa- Rosa”. No sólo emula a “el Gitano” en la intimidad. Cierra actos y hasta conferencias con versos cantados. Esta noche espera cantar victoria al ser reelegido gobernador de la provincia de Salta (2003-2007).
Excompañero de fórmula presidencial de Sergio Massa (2015), supo construir una carrera política más versátil y ecléctica que su repertorio musical.
Fue aliado de Juan Carlos Romero (actual senador aliado de Juntos por el Cambio), convivió en bueno sintonía con Mauricio Macri (2015-2019), además de postularse junto al actual ministro de Economía. Este vínculo esta fuerte, según admitieron cerca del posible aspirante a Presidente, que el sábado llamó por teléfono a Sáenz para desearle suerte.
“Sí, hablan seguido. Y tienen vínculo estrecho”, dijeron cerca del ministro de Economía a LA NACION. El vínculo actual entre los dos es la secretaria de Energía de Nación, Flavia Royón.
El gobernador de Salta, que puso a plebiscito su primer mandato para revalidar su gestión bajo la Alianza Gustavo Gobernador, no se ciñe a este vínculo. Dialoga además con Patricia Bullrich y supo compartir asados en Pinamar con Horacio Rodríguez Larreta, en la casa de Massa. Su único límite en la política nacional es -por ahora- Javier Milei.
Saénz -que aquí es conocido como “el equilibrista”- nació en esta capital en 1969. Fue presidente de la Juventud Peronista. Cuatro veces concejal local, senador provincial y finalmente intendente (2015-2019).
Ese año fue electo en mayo para alcalde de la ciudad capital en elecciones desdobladas y meses después -en octubre- compartió la fórmula con Massa como vicepresidente. Perdió en Nación. Y se abocó a su carrera como intendente que lo llevó directo a la gobernación cuatro años más tarde (2019-2023).
Más allá del peronismo
Si bien militó y fue concejal por más de una década en el partido justicialista, su apego al peronismo fue variando con el correr de los años. En 2013 perdió una elección cuando se postulaba para ser reelegido como senador y -según voceros no oficiales- se sintió traicionado. Entonces se alejó del partido que le dio lugar en sus primeras décadas como militante y como concejal y se abocó a un programa de radio que le dio popularidad.
Fue luego de esa derrota estentórea en su provincia, cuando perdió en su intento de la reelección como senador frente al Partido Obrero, que tomó distancia del Partido Justicialista. Y se re inventó en la política desde otra plataforma. Un programa de radio.
En 2014 fundó su partido Identidad Salteña, que aún forma parte de la alianza Gustavo Gobernador. Un año más tarde se acercó a Massa. Pese a que la fórmula presidencial del Frente Renovador perdió en la competencia a Macri (Juntos por el Cambio) y Daniel Scioli (Frente de Todos), Sáenz ganó visibilidad en la escena nacional.
Tanto fue así que en sus primeros años como intendente desde su alianza provincial tejió buenos vínculos con el entonces presidente Macri (2015-2019). Aún hoy dialoga con Macri, según admiten cerca de “el equilibrista”.
Su estilo de construcción política es como mínimo ecléctico: busca sumar alianzas que lo sostengan desde distintas vertientes. Por caso: en esta capital apoyó a dos candidatos a intendentes para que sumen a su alianza: Bettina Romero -hija del dirigente de Juntos por el Cambio- y Emiliano Durand. La misma situación se dio en la mayoría de los 23 departamentos, donde Sáenz jugó con dos o tres de los candidatos a alcaldes. “Una suerte de ley de lemas encubierta”, dicen sus detractores.
No solo para juntar votos. También para gobernar varios de los ministros y funcionarios de la primera gestión que terminará en diciembre provienen de PRO, como el ministro de Producción Martín de los Ríos. El ministro del PRO es buen payador. Y se complementa para cantar con Sáenz.
Diversificado
Algunos de los más férreos oponentes de Sáenz en la elección de este domingo deslizaron off the record que al menos cuatro de los doce candidatos a gobernador estuvieron motorizados por el ahora mandatario provincial para quitar votos y diversificar a sus adversarios más fuertes en esta provincia: Emiliano Estrada (Frente Avancemos) y Miguel Nanni (Juntos por el Cambio).
Ajeno a las críticas Sáenz avanza en su alianza con distintos sectores de la política local y sostiene como compañero de fórmula a Antonio Marocco, periodista y militante justicialista.
El hombre que se siente en condiciones para gobernar Salta otros cuatro años está listo para cambiar de piel y re insertarse en la escena nacional con un nuevo gobierno: pese a que su frente contiene a referentes aliados al presidente Alberto Fernández (Parte) evitó firmar una solicitada de gobernadores peronistas cuando el gobierno nacional pidió el juicio político a miembros de la Corte. Aún así recibirá al Presidente si resuelve venir a sacarse una foto con el candidato ganador.
Pero esperará a que el Tribunal Electoral dé a conocer los resultados para cantar victoria. “Yo hasta que no termine el partido no considero el resultado cantado. Le pasa a Boca, a River a Argentina. Podes perder en el último minuto”, afirma.
Mientras toma distancia de todos los actores nacionales: ” He recibido llamado de muchos amigos del gobierno nacional. Del gobierno nacional anterior también (2015-2019) porque tengo muy buena relación con todos”, asegura. Pero no da un aval público a ningún pre candidato presidencial: “Los dirigentes nacionales que vengan a levantar la mano de uno u otro candidato que vengan con un papel firmado que se van a terminar las asimetrías del NOA”, anticipa.
Sáenz es un equilibrista que aprendió a re inventarse y ajustarse a las preferencias de su provincia. Ya no sólo canta “Rosa- Rosa”. Ahora canta otro hit más moderno: “Universos paralelos”.
