De la TV saltó a la arena política, sin ningún paso previo. La popularidad de las pantallas la ayudó en algo vital en política como es que los votantes conozcan al candidato. En la primera campaña en 2021 para el Senado, que ganó en Santa Fe, Carolina Losada transitó por las rutas proselitistas con esa ventaja. Pero después, cuando su reciente carrera política la puso para le pelea por la gobernación de la provincia, esa virtud se transformó en su debilidad, junto a otros ingredientes, como vivir en Nordelta, provincia de Buenos Aires, cuestiones que fueron eje de una dura campaña en su contra.
En parte, el desembarco de Losada en la política es gracias a su hermana, Georgina, militante radical, cercana al diputado de la UCR Julián Galdeano, quien fue el gran armador detrás de la candidatura de la periodista.
La apuesta de este legislador fue traccionar votos con “el aire fresco” que aportaba Losada a la política, dentro de los lineamientos básicos de Juntos por el Cambio. Carolina Losada era conocida en el mundo radical como la hermana de Georgina, quien quedó en el centro de la polémica cuando la legisladora la nombró asesora en el Senado. Georgina había pasado por la función pública en la Municipalidad de Rosario en la secretaría de la Producción, cuando estuvo al frente Ignacio Del Vecchio, en tiempos de la socialista Mónica Fein.
Desde hacía 18 años que Losada no vivía en Rosario. Había emigrado a Buenos Aires para comenzar a trabajar en el canal ESPN. Luego pasó a América TV donde construyó gran parte de su trayectoria periodística. Ese lugar en la pantalla le dio años después la posibilidad de dar el salto a la política a partir de cierta popularidad como panelista de Intratables y en el programa del conductor Baby Etchecopar. En esta última etapa Losada dejó correr su frontalidad, a veces, descarnada en sus comentarios.
En un almuerzo en su casa en Nordelta, tres meses antes de las elecciones de 2021, llegó un grupo de radicales para proponerle que fuera candidata. Se sorprendieron con su decisión casi instantánea de aceptar. Fue una sorpresa para el ambiente político, porque nadie, salvo un reducido puñado de dirigentes de la UCR, la tenía en carpeta, sobre todo en PRO, donde Federico Angelini preparaba su candidatura a senador nacional, con expectativas de ser luego el candidato a gobernador, con el respaldo de la máxima dirigencia de Cambiemos.
La aparición de Losada hizo despertar la ambición del radicalismo de poder llegar a la gobernación de Santa Fe. Según publicó el sitio Suma Política, los “focus group” aclararon el panorama de los radicales y convencieron de que Losada tenía una alta potencialidad de crecimiento. Cuando se la nombraban a la gente consultada, muchos no la reconocían, pero al mostrarles una foto empezaban a asociar el nombre con la imagen, y empezó a haber mejores resultados. Ya con los videos y las opiniones de la panelista, les empezó a cerrar a un alto porcentaje de entrevistados.
En la elección de 2021 Losada ganó la dura interna en la que competía con Angelini, que tenía el respaldo de Pro, y contra Pullaro. Tras su triunfo, la exconductora de TV tardó más de dos años en decidir ser candidata a la gobernación. El cambio en su vida era intenso.
El tiempo en el que demoró para definir su postulación fue aprovechado por su rival, Pullaro, que no paró de recorrer la provincia. Losada se recostó en Patricia Bullrich, su aliada a nivel nacional, y centró su campaña en la seguridad, con fuertes críticas a su oponente en la PASO, a quien –según remarcó- no convocará si gana el domingo.
Su apuesta fue fuerte al ligar a Pullaro con la oscuridad del narcotráfico, por sus relaciones con policías que terminaron condenados. Las críticas a Losada se hicieron intensas en las redes sociales. Destacaban los yerros y escasa precisión para hablar de un tema tan pesado. Desde su entorno denunciaron una campaña sucia en su contra, con las redes sociales como escenario de una “carnicería” –como definían sus allegados- contra la exconductora TV.