Qué pasó con los cinco pasajeros del submarino Titán tras la “implosión catastrófica”

BOSTON.- Son muchas las preguntas que todavía no tienen respuesta después de que se confirmara que el submarino Titán implosionó cuando se dirigía hacia los restos del Titanic en el Atlántico Norte y que las cinco personas que estaban a bordo murieron.

El propio contraalmirante de la Guardia Costera John Mauger lo dijo ayer en una conferencia de prensa en la que brindó detalles sobre la “implosión catastrófica” del submarino y en la que anunció que seguirían los operativos en la profunidad del Atlántico para continuar con una misión de investigación y recuperación.

“Sé que hay también muchas preguntas acerca de cómo, por qué y cuándo ocurrió esto. Son preguntas sobre las que recopilaremos toda la información que podamos”, afirmó Mauger, que indició que se trataba de un “caso complejo” en una zona remota del océano y que implicaba a varios países.

La principal pregunta es por qué implosionó el sumergible. Pero otra tan importante es también cómo vivieron la tragedia las cinco personas que iban a bordo y si hay posibilidades de recuperar sus cuerpos. Según especialistas, la implosión fue tan poderosa e inmediata que los tripulantes ni llegaron a notarlo, y que la potencia fue tal que será extremadamente difícil encontrar los cuerpos.

En el Titán viajaban el piloto, Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la empresa propietaria y operadora del sumergible; dos miembros de una importante familia paquistaní, Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood; el millonario británico Hamish Harding, y Paul-Henri Nargeolet, un francés experto en el Titanic.

Era importante para los familiares de las víctimas “comprender lo que sucedió, [para] comenzar a encontrar un cierre”, dijo Mauger.

Según el oceanógrafo Simon Boxall, miembro del Centro Nacional de Oceanografía de la Universidad de Southampton, es muy poco probable que sus cuerpos se recuperen, ya que experimentaron niveles de presión equivalentes a “la torre Eiffel cayendo sobre ti”.

El poder de la implosión significa que las personas probablemente no se enteraron lo que estaba sucediendo y su muerte habría sido “rápida e instantánea”, agregó Boxell en una entrevista este viernes, y mencionó que será difícil el trabajo de reconstrucción para comprender lo sucedido. “No obtendremos una respuesta la próxima semana”, dijo.

El excomandante de la Guardia Costera Armin Cate hizo hincapié sobre la intensidad de la implosión, que habría sucedido el mismo domingo en que comenzó la expedición. El diario Wall Street Journal reveló el jueves que la Marina de Estados Unidos había detectado el domingo, poco después de la pérdida de contacto con la nave, una señal que indicaba la probable implosión del sumergible.

“A mi entender, el sumergible implosionó. En otras palabras, la fuerza del agua era tan fuerte que voló la parte posterior y la parte delantera del sumergible”, dijo.

“Cuando aplastas ese tubo en el medio, es como aplastar una lata de Coca-Cola, se podría decir”, agregó Cate, también agente especial senior retirado del Departamento de Seguridad Nacional.

Según el sitio web de OceanGate, Titán es un sumergible de fibra de carbono que puede viajar hasta 4000 metros por debajo del nivel del mar.

A la profundidad del Titanic, que se encuentra a 3800 metros por debajo del nivel del mar, la presión alcanza un nivel equivalente a 380 veces la presión atmosférica en la superficie de la Tierra, dijo Stefan Williams, profesor de robótica marina en la Universidad de Sydney.

Una falla en el casco del Titán podría haber llevado a una implosión, ya que el sumergible cruzó la alta presión de las profundidades del mar, dijo Williams.

La implosión de un sumergible ofrece una fuerza inmensa, dijo el oceanógrafo Bob Ballard a ABC News. “No creo que la gente pueda apreciar la increíble energía involucrada en el proceso destructivo de una implosión”, dijo Ballard. “Simplemente y literalmente lo destroza todo”, añadió.

Una implosión catastrófica es “increíblemente rápida” y tiene lugar en solo una fracción de milisegundo, dijo Aileen Maria Marty, ex oficial naval y profesora de la Universidad Internacional de Florida, a la cadena CNN.

“Todo habría colapsado antes de que las personas que estaban dentro se dieran cuenta de que había un problema”, le dijo a CNN. “En última instancia, entre las muchas formas en que podemos pasar, eso es indoloro”.

El sumergible Titán, de 6,5 metros de eslora, se sumergió el domingo pero perdió comunicación menos de dos horas después de haber iniciado la inmersión turística. Tenía una autonomía teórica de 96 horas de oxígeno.

En medio de las búsquedas durante la semana surgieron informaciones que comprometían a Oceangate sobre posibles negligencias técnicas del sumergible.

Una demanda civil en Estados Unidos en 2018 muestra que un exdirectivo de la empresa, David Lochridge, fue despedido luego de expresar serias dudas sobre la seguridad del Titán. OceanGate, que fabricó y operaba el sumergible, y que cobraba 250.000 dólares por plaza, llevó a turistas a los restos del Titanic, cuyo hundimiento dejó cerca de 1500 muertos, una de las grandes catástrofes marítimas de la historia.

Agencias AP, ANSA, AFP y The Washington Post

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