Qué dice la declaración judicial de la exasesora de Milman que motivó la reacción de Cristina Kirchner y Alberto Fernández contra Patricia Bullrich

Ivana Bohdziewicz, exasesora del diputado Gerardo Milman, declaró el viernes pasado en los tribunales de Comodoro Py que fue él quien decidió que ella borrara todo el contenido de su teléfono después de que la citaron a declarar como testigo en la causa por el atentado a Cristina Kirchner y dijo que lo hizo en las oficinas de Patricia Bullrich, la jefa política del diputado.

Esa declaración, dada a conocer el domingo por Página 12, fue motivo, esta mañana, de duras declaraciones del Presidente y la vicepresidenta contra la presidenta de Pro, que les respondió: “Ya no saben qué inventar”.

El testimonio de Bohdziewicz quedó asentado en un acta a la que accedió LA NACION. Según ese documento, ella dijo que “más o menos el 10 de noviembre” la citó Carolina Gómez Mónaco, quien, como ella, trabajaba en la Cámara de Diputados para Milman, un funcionario muy cercano a Bullrich. “Me comenta que Milman le había dicho que había hablado con Patricia y que nos iba a poner un perito para ver la información que tenían los celulares porque era probable que se filtrara nuestra información. No para borrar algo puntualmente. De ahí nos fuimos a Av. de Mayo 953, 3er. piso, oficina Patricia Bullrich, si no me equivoco, llegamos ahí, no había nadie, solo estaba Milman con el perito (…). Le di mi teléfono [a Milman] y estuvo analizándolo y decide borrar todo”, relató la testigo.

En Avenida de Mayo 953, 3er. piso, funciona el Centro de Estudios Estratégicos que lidera Bullrich.

Bohdziewicz, que fue despedida por el diputado el 2 de enero pasado, se presentó el viernes sin ser citada en la fiscalía que investiga el intento de asesinato de Cristina Kirchner, donde ya había declarado otras dos veces el año pasado. Su relación con el caso se debe a que Jorge Abello (asesor del kirchnerismo en Diputados) dijo que el día anterior al atentado lo había escuchado en el bar Casablanca a Milman decir: “Cuando la maten, yo estoy camino a la Costa”. Milman estaba en ese bar con Bohdziewicz y Gómez Córdoba. Por eso, las dos asesoras fueron citadas como testigos. Ambas negaron haberlo escuchado decir eso (Bohdziewicz, incluso, dijo en un primer momento no haber estado siquiera en el bar, pero se corrigió cuando le mostraron las imágenes de las cámaras). Tras una serie de medidas de prueba, la jueza y el fiscal del caso descartaron la versión y denunciaron incluso a Abello por falso testimonio.

La primera vez que las asesoras de Milman declararon en Tribunales, los abogados de Cristina Kirchner le pidieron a la jueza María Eugenia Capuchetti que secuestrara sus teléfonos, pero la jueza se negó a avanzar con una medida semejante respecto de dos testigos. Finalmente, la Cámara Federal revirtió esa decisión y el fiscal del caso, Carlos Rívolo, que para entonces ya tenía delegada la investigación, se hizo de los teléfonos de ambas el 1° de diciembre pasado, durante una declaración en la que Gómez Mónaco le dijo que había cambiado de celular y Bohdziewicz, que había borrado todo su contenido.

En aquella declaración, Bohdziewicz relató que se había “asesorado” y había eliminado todo. “Tenía fotos íntimas mías comprometedoras”, afirmó el año pasado. El viernes dijo algo parecido: “Mi preocupación era que no se filtren mis fotos. No es que quería borrar algo”. Pero esta vez contó que la decisión la tomó Milman y que ella accedió por el miedo a las filtraciones.

Bohdziewicz afirmó en su declaración que el “perito” que borró su teléfono, el mismo día manipuló también el de Milman, pero dijo no saber con qué objetivo. “No se qué hicieron”, respondió.

Fuentes judiciales informaron a LA NACION que pese a la operación de borrado, se recuperó lo que había en los teléfonos de las dos asesoras y no se encontró nada relacionado con el atentado que, a juicio de los investigadores, fuera de utilidad.

De acuerdo con el acta de la declaración, los ejes centrales del testimonio de Bohdziewicz fueron:

La reunión en Casablanca

La testigo dijo que se presentaba a ampliar su declaración porque en la anterior “hubo un mal entendido” sobre si ella dijo o no haber estado en Casablanca. Según ella, solo pasó un rato y los que estaban reunidos eran Milman y Gómez Córdoba. Bohdziewicz dijo que el clima estaba “tenso” por cruces que habían tenido ella y otras asesoras con Milman la semana anterior y por la organización del viaje que él estaba por hacer a Pinamar.

“Yo lo iba a acompañar y no lo terminé acompañando porque cuando volvemos al despacho, llamé al hotel que me dijo que estaba reservado y había solo una habitación. Ya una vuelta lo había acompañado a otro viaje donde había una sola habitación y tuve que dormir en un sillón. Por este motivo desisto de acompañarlo y viaja solo. Esa semana y las semanas siguientes, antes del viaje a Pinamar, estuve haciendo memoria, y no me acuerdo en qué fecha, pero él nos había despedido a todas las del grupo de asesoras de él, diciendo que éramos todas unas inútiles, el clima estaba difícil de cara al viaje a Pinamar. Se lo veía molesto”, declaró la exasesora.

Y continuó: “Yo ese día vi a mi papá antes de entrar a Casablanca porque trabaja enfrente en la imprenta. Mi papá me dijo, hay dos opciones: ‘O lo acompañás y quedás como una reina o hacé la prueba de fuego de que no se puede acompañarlo a los viajes’. Es por eso que terminé yendo a Casablanca dos minutos cuando estaban reunidos él y Gómez Mónaco. Yo ni siquiera tomé un café ni nada. Me senté pero no consumí nada. No terminé yendo al viaje”.

El borrado del teléfono

Bohdziewicz dijo que en noviembre, cuando la llamó Carolina, se reunieron pasado el mediodía en un local de Tienda de Café sobre la Av. Scalabrini Ortiz, a dos cuadras de Santa Fe. “Nos juntamos y me empieza a preocupar diciéndome que los medios, todo lo que era la parte mediática estaba avanzando, me transmite preocupación y me comenta que había hablado con Jerry [Milman], que para ese momento estaba desaparecido, y Carolina decía que se ponga las pilas que nos dé un respaldo que con el Mundial no se calmaba nada, y me comenta que Milman le dijo que había hablado con Patricia y que nos iba a poner un perito para ver la información que tenían los celulares porque era probable que se filtrara nuestra información. No para borrar algo puntualmente. De ahí nos fuimos a Av. De Mayo 953, 3er. Piso, oficina Patricia Bullrich, si no me equivoco, llegamos ahí, no había nadie, solo estaba Milman con el perito, cuyo nombre no recuerdo, pero era morocho, grandote, de unos 60 años aproximadamente, vestido de civil, no recuerdo si estaba con bastón”.

La testigo destaca que “no había nadie más”, que estuvo unas cuatro horas en el lugar y que allí se enteraron por Milman que “abogados” -los de Cristina Kirchner- “habían pedido el secuestro” de los teléfonos (en ese momento la Justicia había rechazado el pedido). Que el diputado y el perito decidieron el borrado. “Yo accedí. Tampoco creí que iba a ser tan grave y me iba a perjudicar hacerlo”, declaró. En cuanto a Gómez Córdoba, dijo que ella tenía dos teléfonos y que su abogado, “Diego”, habló en alta voz hablando con Milman y el perito, y resolvieron que Carolina se deshiciera del celular que tenía a su nombre y se comprara otro.

La entrega del teléfono

“Estuve incomunicada hasta que me prestan un segundo celular, y cuando lo configuro, bajo WhatsApp y ahí me aparece la copia de seguridad y me pregunté: ‘¿no era que el perito me había borrado todo?’ Entonces hablo con Carolina, le cuento lo sucedido que se me baja la copia de seguridad, Carolina habla con su abogado y ahí decidimos poner a disposición todo de la Justicia y decidí entregarlo”, relató. Esa presentación fue la del 1° de diciembre. En marzo, relató Bohdziewicz, se filtraron mensajes de su teléfono. “Yo me entero porque Carolina me manda la nota y me dice: ‘Estoy hablando con el abogado de Patricia para que vayas a hablar con él a ver si te dan pelota”, declara. Esos mensajes, según Bohdziewicz estaban sacados de contexto.

La decisión de declarar

“Yo me sentía muy presionada y por eso quería venir a declarar cuanto antes. Yo siento que todo lo que está pasando me está perjudicando. Después que salen los mensajes míos en C5N, Página 12, mensajes fuera de contexto, algunos que decían ‘borren todo’, como si tuviera que ver con la causa y cuando volvieron a insistir con eso me comunico con otro abogado (…). Sobre el mensaje de que borraran todo, fue en un grupo de laburo en relación a esa semana mala que estábamos pasando todo el grupo de asesoras, como relaté al principio. No se si fue por lo de Pinamar, por lo de que nos había despedido”, declaró Bohdziewicz. Consultada por la fiscalía sobre la causa de sus temores, dijo que se debían a “la insistencia de Carolina Gómez Mónaco tratando de comunicarse” con ella. “Me da un poco de cagazo no contestarle y que se me plante en la puerta de mi casa. Yo dejé de contestarle”, dijo, y aportó copia de los mensajes intercambiados con ella.

Los otros teléfonos y el atentado

Bohdziewicz insistió en su declaración que nada había en su teléfono relacionado con un supuesto conocimiento previo del atentado. En la fiscalía le preguntaron si Gómez Mónaco o Milman tenían en sus teléfonos alguna información que pudiera tener relación con el ataque y ella respondió: “No, si no me hubiera acordado respecto del de Gómez Mónaco, y respecto del teléfono de Milman, no se.”

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