ROMA.- El papa Francisco, que fue sometido el miércoles de la semana pasada a una operación abdominal, visitó esta mañana el sector de oncología pediátrica y neurocirugía infantil del décimo piso del hospital Gemelli, de donde podría ser dado de alta hoy.
El Vaticano, que difundió las imágenes de la visita -las primeras desde la cirugía, en las que el Pontífice, de 86 años, aparece en silla de ruedas y con relativo buen aspecto-, había adelantado ayer en un parte médico que el alta podía ser “en los próximos días” ya que el curso post-operatorio seguía “sin complicaciones”.
En sus dos anteriores hospitalizaciones, en marzo pasado por una pulmonía y en julio de 2021 por una intervención al colon, el exarzobispo de Buenos Aires también había pasado a saludar a este sector pediátrico vecino a su departamento del décimo piso. En la última internación, en esa ocasión, incluso bautizó a un bebé de una familia peruana.
El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, ya había adelantado, en un mail que le envió anteayer a los demás purpurados, que el Papa, con quien había hablado por teléfono, le había dicho que se estaba recuperando bien y que volvería al Vaticano “el jueves o el viernes”, informó el diario Il Fatto Quotidiano.
Durante esta internación, la segunda del año y la tercera en dos años, el vocero papal Matteo Bruni, fue dando todos los días partes médicos, después del mediodía y a la noche. Aunque las grandes diferencias fueron las dos las dos apariciones ante la prensa que tuvo el cirujano italiano Sergio Alfieri, líder del equipo médico experto en el aparato digestivo del Gemelli, que operó al Papa el miércoles de la semana pasada por una hernia intestinal y, también el 4 de julio de 2021, por divertículos.
Alfieri explicó que en las dos oportunidades se trató de cirugías programadas. La última duró tres horas y fue anestesia general y se debió a que en los últimos meses su paciente ilustre tenía dolores abdominales que le causaban viejas cicatrices internas intestinales, resabio de intervenciones por peritonitis que tuvo en la Argentina, que fueron removidas. Entonces se le hizo una reparación de la pared intestinal y se le colocó una red protésica, en una intervención simple, pero que lo obligó a una convalecencia de varios días para que todo se cicatrizara y acomodara en su lugar. Así lo explicó Alfieri el sábado pasado, en una segunda aparición en la que explicó que le habían recomendado al Papa no esforzarse y no recitar el domingo la tradicional oración mariana del Angelus desde el balconcito del décimo piso del Gemelli.
Alfieri, que destacó la capacidad de recuperación y el estado de salud de Francisco, siendo una persona ya mayor, de 86 años, también despejó cualquier intento de los sectores adversarios de agitar el fantasma del cónclave, al subrayar la ausencia de cualquier otra enfermedad o dolencia cardiorrespiratoria.
“El papa Francisco no tiene ningún problema cardíaco actualmente, nunca tuvo problemas cardíacos en el pasado, nunca tuvo una isquemia o infarto, el corazón está bien”, aseguró el médico, en alusión a la internación de fin de marzo pasado por una pulmonía grave, cuando corrieron rumores de problemas cardíacos.
“El Santo Padre tiene 86 años en su documento de identidad, pero es un hombre que tiene la cabeza de una persona de 60 años”, también dijo.
Alfieri también destacó que el Papa se encontraba de “óptimo humor”, algo que pudo confirmar LA NACION a través fuentes de su entorno, que contaron que Francisco, que también desde su suite realiza llamados telefónicos, incluso “se estaba aburriendo”.