“Probadamente inútil”: fuerte reacción de las cadenas agrícolas tras un decreto de Alberto Fernández

Las cadenas agrícolas del maíz, la soja, el trigo y el girasol reaccionaron con dureza a la decisión del Gobierno, por decreto, de usar hasta el 1,3% de las retenciones a la soja para seguir con la compensación de la harina que llega a las panaderías.

Ayer, como informó este medio, vía un decreto del presidente Alberto Fernández se resolvió la continuidad del Fondo Estabilizador del Trigo (FETA). Como ese mecanismo se estaba quedando sin fondos, ya que se venían acabando los recursos que se generaron el año pasado con la suba temporal de las retenciones del 31 al 33% para la harina y el aceite de soja, el Gobierno recurrió a la fórmula de poner un 1,3% fijo hasta fin de año. Según diversas fuentes, con este mecanismo recaudará unos US$135 millones que irán a parar a una veintena de molinos que deben vender a un valor subsidiado. El sistema no evitó que aumente la harina, por el contexto inflacionario general, y también el pan.

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“Está finalizando una paupérrima cosecha de granos, en cantidad y calidad, que va a dejar secuelas en todas las cadenas agroindustriales, e incluso va a limitar los planes de la próxima campaña. En este contexto, cabría esperar de las autoridades actitudes responsables que descompriman la situación aliviando el peso de las retenciones, un impuesto que casi ningún país tiene, porque castiga a los sectores más eficientes y atenta directamente contra la exportación y la generación de divisas”, dijeron la Asociación de Maíz y Sorgo Argentinos (Maizar), Argentrigo, la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) y la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja).

Luego agregaron: “En vez de eso, nos enteramos de que el Gobierno ha decretado nuevamente disponer de recursos de las retenciones a la soja para subsidiar la harina de trigo, una medida no solo arbitraria sino también probadamente inútil, ya que la incidencia del precio del trigo en el precio del pan no alcanza el 15%, según diversos estudios”.

Como publicó LA NACION en mayo pasado, al Gobierno le quedaban poco más de 28.500 millones de pesos para usar con el FETA, que había quedado reducido a la harina triple 000 luego de estar para varios productos. Se estimaba que eso iba a alcanzar para hacer pagos a más de una veintena de molinos hasta el mes próximo. Antes, en diciembre pasado, con el regreso de las retenciones a la harina y el aceite al 31% inicial se había abierto un interrogante sobre el futuro del fondo, que siguió operando con lo que ya tenía.

Ayer, el Gobierno, a través del decreto 288, con la firma de todos los ministros menos de Sergio Massa que se encuentra en China, dispuso el destino de hasta el 1,3% de lo recaudado por las retenciones a la harina, el aceite y el pellets de soja para solventar ese mecanismo.

En este contexto, las cadenas agrícolas insistieron en su oposición a la medida oficial. “Las cadenas de valor de los cuatro principales cultivos del país, Acsoja, Maizar, Argentrigo y Asagir, principal fuente de ingresos del país con más de US$41.000 millones ingresados en 2022 según el Indec, rechazamos este tipo de medidas, que no hacen más que provocar transferencias forzosas, distorsiones, falta de transparencia y resquemores entre los sectores, sin solucionar los problemas de fondo”, dijeron en el comunicado.

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