La decisión de Horacio Rodríguez Larreta de clausurar la posibilidad de unificar la candidatura a gobernador en Buenos Aires, el distrito más influyente del país, ya generó hoy el primer movimiento de fichas en el tablero bonaerense. El intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, uno de los dirigentes de Pro que mantenía hasta ahora una alianza con el larretismo, cerró un acuerdo con Patricia Bullrich y anunció que apoyará a la exministra como candidata a presidenta.
“Mi candidata a presidente es Patricia y voy a trabajar para gane la elección”, aseguró Gay tras una reunión con la titular de Pro en uso de licencia.
Al igual que otros intendentes de Pro, como Julio Garro o Pablo Petrecca, Gay había presionado a Larreta para que acepte la idea de acordar con Bullrich un mecanismo para definir un postulante único en Buenos Aires con vistas a los próximos comicios. En concreto, los jefes municipales de la principal fuerza opositora pretenden que Larreta y Bullrich extrapolen el acuerdo de la ciudad, donde el Pro ungirá a Jorge Macri o Fernán Quirós a través de encuestas, a la provincia con el objetivo de evitar internas en los distritos que gobiernan representantes del partido fundado por Macri.
Sin embargo, Larreta no está dispuesto a compartir la boleta de Diego Santilli, su gran apuesta electoral y el dirigente mejor posicionado en los sondeos, con Bullrich. Esa resistencia generó malestar entre los intendentes de Pro que hasta ahora mantenía su preferencia por Larreta en la interna nacional. El crecimiento de Bullrich en las encuestas en distritos cruciales, como Bahía Blanca o La Plata, hizo que los jefes municipales le pidieran a Larreta que explore una negociación para competir con el esquema de “Y”, es decir, evitar la confrontación en la categoría de gobernador. Larreta entiende que pagaría un costo excesivo si comparte a Santilli. Cree que le puede ganar la interna a Bullrich con el apoyo de su exvicejefe en Buenos Aires. No está dispuesto a conceder ese activo.
“Esto puede generar un efecto dominó”, dicen en la mesa de Pro en Buenos Aires. Gay acordó que Nidia Moirano, su delfín en Bahía Blanca, irá colgada de la boleta presidencial de Bullrich. En el entorno del intendente aseguran que Bullrich lideraba la encuestas en ese territorio y argumentan que tiene un perfil compatible con Moirano, lo que le garantiza a Gay no perder el control de su comuna.
Los “acuerdistas” de Pro en Buenos Aires redoblarán la presión sobre Larreta para que revea su decisión. Lamentaron que el lunes haya ratificado en el encuentro con Macri, Bullrich y María Eugenia Vidal que no compartirá a Santilli. Ese grupo de intendentes cree que Larreta comete un error estratégico que podría poner en riesgo un triunfo de Juntos en Buenos Aires, ante todo, porque el kirchnerismo amaga con desdoblar la elección general.
Aquellos alcaldes bonaerenses que responden a Larreta enfrentan ahora un dilema político: si Bullrich sigue en alza, deberían optar entre cumplir el acuerdo con el jefe porteño o perder el poder en sus municipios. “No quiero ser el primer traidor, pero tampoco el último de los boludos”, graficó un intendente. Dicho de otro modo: si no se unifica la candidatura, deberán elegir entre apoyar a Larreta o Bullrich.
Bullrich también dio por cerrada la discusión en torno de la eventual unificación de la candidatura a gobernador tras la cumbre de Pro del lunes y avanza con el armado de su estructura. Ahora debe despejar la incertidumbre respecto de quién será su postulante en el territorio más poblado del país. Mantiene en carrera a Néstor Grindetti, Joaquín de la Torre y Javier Iguacel. También se aproximó a Cristian Ritondo, el heredero de Vidal en Buenos Aires. Es una decisión crucial para su esquema nacional. ¿Vidal apoyará a Larreta si ella no escoge a Ritondo o se mantendrá neutral? Bullrich envía señales de que optará por el aspirante que no la desperfile. Es algo en lo que suele machacar su asesor de campaña, Derek Hampton.
Larreta busca neutralizar el crecimiento de su competidora: se apropió de Santilli, apalancó el ingreso de José Luis Espert a JxC como candidato presidencial, le abrió la puerta a Juan Schiaretti y se garantizó que Vidal no cierre con Macri ni Bullrich. Para mantener su estrategia bonaerense, aceptó elegir entre Jorge Macri y Quirós a través de encuestas. Hoy, todo indica que el primo del expresidente se quedará con la candidatura de Pro, pero el ministro de Salud quiere dar pelea. Si bien Jorge Macri corre con ventaja, Quirós considera que tiene un techo de crecimiento más alto que su rival. Además, su perfil, dicen sus colaboradores, podría complicar más a Martín Lousteau. Al margen de las especulaciones, figuras centrales en el proyecto larretista admiten que Jorge Macri sería ungido por Larreta en dos semanas.
Mientras tanto, Larreta y Bullrich pulsean en Buenos Aires. Semanas atrás, la exministra ya había reclutado al intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia, otro de los dirigentes que intentó incorporar Larreta. La gestión estuvo a cargo de Sebastián García de Luca, el discípulo de Emilio Monzó que integra los equipos de Bullrich.
Con ese telón de fondo, la exministra acelera para incorporar aliados en los distritos clave de Buenos Aires: incorporó candidatos al bullrichismo en Florencio Varela, Berazategui, Presidente Perón, Magdalena y Ensenada. Ya armaron escuderías propias en 40 localidades. En La Plata Bullrich promueve a Juan Pablo Allan, en San Isidro, a Ramón Lanús; en Tigre, a Nicolás Massot.
Bullrich desconfía de los que ya se jugaron con el proyecto del larretismo y quiere poner alfiles propios que le garanticen que le cuidarán la boleta el día de las PASO. Negociaría con quienes muestran neutralidad. Según los números que maneja su equipo, supera a Larreta en el interior pero debe recuperar casilleros en la primera y la tercera sección del conurbano.