En un creciente contexto inflacionario, un nuevo ítem vuelve a golpear a la economía agropecuaria y hace repensar la estrategia a los productores de cara a la nueva campaña agrícola, que comenzará el próximo mes con el maíz. El incremento del 12,5% en los combustibles le agrega presión a los costos.
En rigor, si bien, en particular, el combustible venía atrasado en términos históricos con respecto a la inflación, no deja de mover las variables de los costos del sector agropecuario. En este sentido, la suba del precio de este insumo impacta negativamente en el costo de implantación, protección y cosecha de los granos gruesos y deteriora la relación insumo/producto.
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Según un análisis de Jeremías Battistoni, de la consultora AZ-Group, luego del aumento “los productores deben vender 7% más de maíz para adquirir 100 litros de gasoil que el promedio de los últimos tres años”.
“Algo similar pasa a los productores de soja, que deben entregar 6% más de la oleaginosa para comprar la misma cantidad de combustible. Cabe aclarar que los cálculos están realizados con un valor del gasoil de 279$/l vigente en estaciones de servicio de CABA. Las relaciones insumo/producto empeoran cuando se considera el precio del gasoil en las provincias, habitualmente mayor al de la Capital”, explicó el experto.
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En el cuadro se pueden apreciar las relaciones insumo-producto mencionadas, donde un círculo sin color indica que existe una relación insumo producto no favorable para la compra. Al costado se muestra, con números, la variación negativa respecto del promedio de los últimos tres años. “Se observa que, tras el aumento, el maíz perdió 7% de poder de compra de gasoil, mientras que la soja lo redujo en 6%”, añadió Battistoni.
Con este escenario, para Matías Amorosi, gerente general de la consultora, el productor tiene que consumir, comprar o fijar precio de todo cuanto antes, porque día a día los costos suben. “Entonces, el concepto sigue siendo el mismo que veníamos anunciando y previendo antes: comprar todo lo que se pueda anticipado y si se puede pagar con algún canje de contado, bonificado, mejor; sino con tasas que siguen siendo negativas”, aseguró.
Para Amorosi, el entorno macroeconómico actual es de “movimiento” porque por el contexto así lo demuestra. Aunque remarcó que tampoco quiere decir que anticiparse a la situación sea “negocio”, donde comprar todos los insumos y el gasoil, pagar las labores antes, es decir, cerrar todo con antelación. “Habrá que ver luego si esto da positivo en el margen”, dijo.
“Esto (el margen positivo) es lo que empieza a preocupar hoy en día. Lo que sí es seguro es que hay que restablecer los márgenes, donde cada empresario lo debe hacer de manera profesional y medida a su realidad. Cuando el mercado está tan volátil (como el actual) no existe hablar de márgenes zonales”, destacó.
“Me parece arriesgado compararse con el margen zonal o dejarse de llevar por la foto que muestra un margen zonal. Uno tiene que hacer sus propios márgenes. Creo que ahí es donde cada uno tiene que poner los costos de los insumos a los que los pagó, volver a poner estos nuevos precios del combustible en lo que respecta a lo que va a hacer ahora las labores para la gruesa y el transporte; todo eso empieza a incrementar costos”, finalizó.