En un movimiento impensado pocas semanas atrás, cuando los operadores intentaban asimilar la proyección de una cosecha récord de granos gruesos estadounidenses en la campaña 2023/2024, los precios de la soja y del maíz acumularon subas en torno del 20% en lo que va de junio en la Bolsa de Chicago, donde los grandes fondos de inversión pasaron de vendedores a compradores –de una apuesta bajista a otra alcista– ante condiciones ambientales muy desfavorables para los cultivos, con un crecimiento de las zonas con sequía que ya pone en entredicho los cálculos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), que en mayo estimó la producción de la oleaginosa en 122,74 millones de toneladas y la del cereal, en 387,75 millones.
Las pizarras del mercado estadunidense mostraron hoy subas de US$13,78 y de 13,51 sobre las posiciones julio y agosto de la soja, cuyos ajustes fueron de 556,58 y de 530,95 dólares por tonelada. Para el contrato noviembre, que marca la entrada de la nueva cosecha en el circuito comercial, la mejora fue de US$12,58 y el valor del cierre, de 505,96 dólares. En lo que va del mes actual, estas posiciones ganaron un 16,5, un 18,7 y un 20,1%, respecto de los 477,58, de los 447,45 y de los 421,27 dólares por tonelada vigentes el 31 de mayo, respectivamente.
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El detonador de las subas vistas hoy fue el informe semanal sobre la condición de los cultivos que el USDA publicó ayer tras el cierre de la rueda de negocios. En efecto, en él redujo del 59 al 54% la proporción de soja en estado bueno/excelente, un dato inferior al 68% de igual momento de 2022 y al 57% previsto en promedio por el mercado. Para los dos mayores Estados productores de la oleaginosa, Illinois e Iowa, el organismo ponderó en estado bueno/excelente el 33 y el 56% de los cultivos, por debajo del 47 y del 66% del reporte anterior y lejos del 66 y del 80% vigentes un año atrás.
Cabe recordar que el jueves anterior el USDA elevó del 39 al 51% la proporción de suelos cubiertos con soja que experimenta algún nivel de sequía, un dato muy superior al 9% de igual momento del año pasado.
Para el maíz, las pizarras de Chicago reflejaron hoy alzas de US$10,73 y de 12,01 sobre los contratos julio y septiembre, cuyos ajustes fueron de 264,16 y de 245,46 dólares por tonelada. La posición diciembre, ya con la nueva cosecha levantada, sumó US$12,30 al quedar con un valor de 247,53 dólares. En lo que va de junio, estos contratos aumentaron un 13, un 20,8 y un 20,5%, respecto de los 233,85, de los 203,24 y de los 205,40 dólares por tonelada vigentes el 31 de mayo último, respectivamente.
También para el caso del maíz fue el informe semanal sobre cultivos del USDA el fundamento central de las subas. Ayer el organismo ajustó del 61 al 55% la proporción de plantas en estado bueno/excelente y la dejó abajo del 70% de igual momento de 2022 y del 59% previsto en promedio por los privados. Para los dos mayores productores de maíz estadounidense, Iowa e Illinois, el USDA reportó en estado bueno/excelente el 59 y el 36% de los cultivos, por debajo del 70 y del 48% de la semana anterior y de los niveles vigentes un año atrás, del 83 y del 71%, respectivamente.
Según Karen Braun, especialista en el mercado de granos de Thomson Reuters, el dato del maíz “es el más bajo para esta semana de junio desde 1992 y el más bajo para cualquier semana de junio o julio desde 2012″.
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El jueves pasado, tras la actualización del mapa de monitoreo de la humedad, el USDA elevó del 45 al 57% la proporción de suelos cubiertos con maíz que experimenta algún nivel de sequía, un dato que se alejó del 17% reportado en igual momento de 2022.
Por tener en julio el mes clave para la definición de buena parte de los rindes, el maíz necesita ver un cambio del patrón meteorológico lo antes posible, mientras que la soja cuenta con algo más de tiempo por tener en agosto el período que determinará su productividad. En lo inmediato, los pronósticos no auguran una modificación importante para las condiciones de tiempo seco y cálido sobre el medio oeste y sobre el centro-norte de las grandes planicies.
En pleno mercado climático estadounidense, la volatilidad de los precios se extenderá hasta bien entrado agosto y cualquier modificación en las condiciones ambientales puede generar súbitos cambios en la tónica del mercado y en la actitud de los operadores que, como se indicó anteriormente, ahora tienen una posición comprada tanto en soja como en maíz.
El trigo, también en alza
La corriente alcista de los precios también comprendió al trigo, pese a que ya está en marcha la cosecha de variedades de invierno en Estados Unidos y a que en pocas semanas comenzará la recolección del cereal en el resto del hemisferio norte.
Hoy, la posición julio del trigo en Chicago y en Kansas trepó US$14,24 y 13,87, en tanto que su ajuste fue de 269,88 y de 321,05 dólares por tonelada. En lo que va de junio este contrato ganó un 23,6 y un 10,5% frente al valor vigente al cierre del 31 de mayo, de 218,35 y de 290,46 dólares por tonelada, respectivamente. La diferencia en las subas responde a que en la segunda plaza se comercializan las variedades de invierno, que son las que están en plena cosecha.
El mercado del grano fino también reaccionó al informe semanal de cultivos publicado ayer por el USDA, dado que en él redujo del 60 al 51% la proporción de trigo de primavera en estado bueno/excelente, contra el 59% de 2022 y el 60% calculado en promedio por los privados. En este movimiento inesperado por el mercado, el organismo ponderó el 55% del trigo de Dakota del Norte, el principal Estado productor de primavera, en estado bueno/excelente, por debajo del 67% de la semana anterior y del 71% de igual momento del año pasado.
Respecto de la cosecha de los trigos de invierno, que responden por cerca del 70% de la oferta total del cereal estadounidense, el USDA relevó su avance sobre el 15% de la superficie apta, demorada frente al 23% de 2022 para la misma fecha; al 20% promedio de las cuatro campañas precedentes, y al 16% previsto en promedio por los privados. A esto se agregaron hoy lluvias sobre zonas de Kansas donde los cultivos ya están listos para ser recolectados.
Las tensiones en torno del acuerdo para las exportaciones agrícolas de Ucrania también viene alentando el repunte de los precios del trigo, sobre todo en función de los dichos del presidente de Rusia, Vladimir Putin, en cuanto a que su país considera retirarse de la mesa de negociaciones el 17 del mes próximo, y de las denuncias del gobierno ucraniano sobre las demoras que ocasionan los representantes rusos que deben inspeccionar los buques que ingresan y egresan del corredor seguro sobre el Mar Negro.
Impacto parcial en el mercado local
En el Matba Rofex las pizarras mostraron un mínimo impacto de las subas externas sobre los precios de la soja. En efecto, las posiciones julio y noviembre de la oleaginosa sumaron US$1,50 y 1, al terminar la jornada con ajustes de 384 dólares por tonelada. Para el contrato mayo, coincidente con la entrada de la nueva cosecha, la mejora fue de US$6 y el valor del cierre, de 341 dólares.
Para el maíz las posiciones julio y septiembre en el Matba Rofex sumaron US$8 y 7,80, luego de cerrar la rueda con ajustes de 200 y de 205 dólares por tonelada. El contrato abril, que marca el ingreso de la nueva cosecha en el circuito comercial, ganó US$5,50 y concluyó la jornada con un precio de 203,50 dólares.
Acerca del trigo, las posiciones julio y diciembre en el Matba Rofex crecieron US$8 y 12,50, tras finalizar la rueda con ajustes de 306 y de 241,50 dólares por tonelada.