El mismo día que el Indec publicó el índice de pobreza en la Argentina, que alcanzó al 40,1% de la población, el ente estadístico también dio a conocer el índice de salarios de julio, que muestra la brecha de ingresos entre los trabajadores registrados y los informales. Mientras que el ingreso promedio de los empleados públicos aumentó 133,8% en el último año, el de los trabajadores no registrados creció solo 89,5%, por debajo del 113,4% de inflación en el mismo período.
En julio, la brecha de salarios de los trabajadores registrados e informales volvió a crecer, pese a que todos los sectores le ganaron a la inflación mensual, que había sido 6,3%. Mientras que el sector privado registrado tuvo un aumento promedio de 10,8% y el sector público, de 13,3%, el ingreso de los informales fue de apenas 7%.
En la medición acumulada de los primeros siete meses del año, solo los trabajadores registrados le ganaron a la inflación, que fue 60,3%: el sector privado tuvo un incremento promedio de 63,2% y el sector público, de 70,2%. Sin embargo, los ingresos de los trabajadores informales crecieron 50,9%, cuando el precio promedio de los alimentos y bebidas no alcohólicas fue 64,5%.
La diferencia mayor, sin embargo, se encuentra en la medición interanual de salarios, que explica la paradoja entre la caída en el desempleo registrado y el aumento de la pobreza. Mientras que la inflación interanual en julio fue 113,4%, el ingreso promedio del sector privado no registrado creció solo 89,5%.
En el mismo período, en cambio, el ingreso promedio de los empleados públicos aumentó 133,8%, muy por encima de la inflación. Por ello, el Fondo Monetario Internacional (FMI) había advertido en la última revisión del acuerdo que el Gobierno debía hacer un ajuste en el ingreso de los trabajadores estatales, ya que esos mayores salarios, cuando el Estado tiene déficit fiscal, se pagan con emisión monetaria que genera inflación.
El ingreso del empleo registrado, por su parte, tuvo un incremento de 120,7%, también por encima de la variación promedio de precios.
Pese a esta situación, el Ministerio de Economía impulsó la suba del mínimo no imponible de Ganancias a $1,7 millones mensuales, lo que reduce el alcance del impuesto del 7% del total de trabajadores registrados a 0,8%, que equivale a menos de 90.000 personas.