Los ahorristas e inversores más tradicionales están en una encrucijada de cara a las próximas elecciones. El plazo fijo no solo dejó de ser una alternativa rentable en términos reales desde que la inflación saltó a los dos dígitos, sino que es un corset demasiado incómodo y peligroso en el cual estar atrapado el lunes 23 de octubre.
Las PASO trajeron una devaluación del 22% el día inmediatamente posterior a la elección y todos los dólares se acomodaron a la suba dejando al “plazofijista” con menos capital en moneda fuerte en los bolsillos. Hay que prepararse para no perder el sueño el fin de semana de las elecciones presidenciales.
Hora de cubrirse: estrategias para llegar a octubre sin perder por goleada contra la inflación
Cuentas que no dan
La inflación anualizada según la última estimación del REM rondará 180% en 2023. El aumento de precios mensual de septiembre (que se conocerá en un par de semanas), octubre y meses venideros difícilmente se ubique por debajo del 12,4% marcado en agosto. Entonces, la tasa de 9,8% mensual del plazo fijo no alcanza para defender el poder de compra. El rendimiento con el que se remunera los depósitos quedó sin cambios en 118% anual, y haciendo interés compuesto (es decir renovar capital más intereses todos los meses) arroja una tasa efectiva anual (TEA) del 208% en 12 meses (esto llegando a septiembre de 2024… una eternidad en este contexto).
La clave es preguntarse: ¿Cuánto podría subir el tipo de cambio en el mismo periodo y cuánto la inflación? Si el inversor comenzara hoy con un plazo fijo de $1 millón -equivalente a aproximadamente 1470 dólares MEP- que se renueve mes a mes, en un año obtendría $3,08 millones. El dólar debería estar en $2047 para que no pierda en dólares. ¿Parece mucho? Solo como referencia: el REM pronostica la inflación promedio para los próximos 12 meses en torno a 210%. Entonces: Si el dólar sin intervenciones (el blue) cotiza a $770 y se ajusta por inflación arrojaría un tipo de cambio cercano a $2500.
A estos cálculos y proyecciones hay que agregarle, claro, la incertidumbre respecto de las medidas cambiarias que pueda tomar el próximo gobierno.
Agustin Romiti, socio de la consultora Financial Quality, y asesor idóneo, trae datos históricos para demostrar la baja eficiencia, a largo plazo, de este tipo de depósitos. “A la salida de la convertibilidad, con la pesificación asimétrica a un valor de 1,4 pesos por dólar, con $1 millón se compraban US$714.000, de haber optado por hacer plazo fijo cada 30 días, hoy se comprarían US$154.000″, dice contundente. “Esto se debe a que la tasa de depreciación del peso respecto al dólar ha sido mucho mayor a la tasa efectiva que pagaron los plazos fijos durante el periodo analizado”, explica.
Más cercano, en 2023, el inversor de plazo fijo también perdió pese a las constantes subas de tasa de interés desde 75% a 118% actual. “Un inversor que optó por el plazo fijo, en lo que va del año perdió en dólares”, sostiene el analista.
Estrategias diversas
¿Qué hacer entonces? Una alternativa es dolarizarse vía dólar MEP. La otra es buscar instrumentos que den cobertura en pesos sin perder libertad de movimientos.
Dario Zabuski, Responsable de Sales & Marketing en ICBC Investments, hace un primer diagnóstico: “Vemos desde hace ya varios años un contexto complejo para los inversores de plazo fijo que se caracterizan por tener un perfil de conservador. La dificultad para este tipo de clientes está dada por lo difícil que fue lograr rendimientos reales positivos sin asumir riesgo”. “La mala noticia es que este contexto se mantendrá al menos por los próximos meses”, define Zabuski y señala a los Fondos Comunes de Inversión (FCI) como una de las herramientas de transición para este tipo de inversores.
“Pensamos en armar una cartera diversificada priorizando productos de baja volatilidad como el fondo de renta fija de corto plazo Alpha Renta Plus y agregando instrumentos CER a través del fondo Alpha Renta Capital Pesos. Otra opción interesante es el fondo Alpha Renta Cobertura, compuesto principalmente por activos dólar linked lo que nos permite agregar a la estrategia instrumentos vinculados a la evolución del tipo de cambio oficial”, desgrana y diversifica Zabuski.
“El mercado presenta múltiples alternativas al plazo fijo”, lanza Ayelén Romero, analista de Rava Bursátil tras aclarar que el depósito a plazo faltando menos de un mes para las elecciones generales, es una inversión muy incierta. “Son 30 días en los cuales puede haber un aumento del tipo de cambio o de la tasa de interés”.
Trade electoral: salir de la Argentina con pesos y cobrar renta en dólares
“Si lo que se busca es hacer tasa de interés en pesos, lo ideal en este escenario es realizar una caución garantizada por el mercado. La caución (que se conoce como el plazo fijo de la Bolsa) tiene la posibilidad de ser renovada de forma diaria, esto representa una gran ventaja debido a que llegado el caso de que aumenten la tasa de interés, las cauciones actualizan su valor de manera inmediata”, aconseja Romero. En el caso de haber un salto del tipo de cambio importante, las cauciones permiten tener la liquidez inmediata para cubrirse.
“Dentro del mundo de los FCI podemos encontrar una gran cantidad de tipos diferentes, cada uno con sus propias características, rendimientos y riesgos”, aporta, por su parte, Lautaro Franco, gerente de Clientes Digitales de PPI y aclara que “las principales ventajas de los FCI frente a un plazo fijo son, la liquidez (no hay que esperar hasta determinada fecha para recibir el dinero) y la sencillez de su operatoria que permiten acceso a alternativas de inversión a las que quizás un minorista de manera independiente no podrían acceder de otra forma”.
Yendo a activos específicos desde Adcap ponen foco en los bonos duales: “De la curva en pesos, preferimos el bono Dual Abril (TDA24) basándonos en un posible salto cambiario del próximo gobierno, ante la necesidad de una corrección del tipo de cambio real para ordenar los precios relativos”.
Romiti, de Financial Quiality, deja algunas opciones de más riesgo para inversores que busquen cobertura en dólares, al tiempo que se mantienen invertidos partiendo de pesos. “A más largo plazo, también existen instrumentos “atados” al dólar que se pueden comprar en pesos, como el caso de las Obligaciones Negociables. En este caso, en vez de prestarle dinero al banco, se le está prestando a una empresa privada, quien se compromete a devolvernos el capital y los intereses en dólares con tasas que rondan entre 8%y 9% anual”, dice el especialista y subraya la importancia de asesorarse por expertos e “indagar sobre la empresa acerca de la cual se está adquiriendo el título”.