El día hábil posterior a la difusión del índice de inflación de marzo, que arrojó un preocupante 7,7 por ciento, Sergio Massa multiplicó sus apariciones mediáticas, que en el kirchnerismo califican de “modo presidencial”.
Las felicitaciones matinales a sus “amigos” Alberto Weretilneck (Río Negro) y el neuquino Rolando Figueroa, vencedores de la jornada electoral del domingo; su ancha sonrisa al anunciar, junto al presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, que Argentina será sede, el mes próximo, del mundial juvenil sub-20; y la presentación de Film-Ar, un programa de financiamiento de para proyectos audiovisuales, todas en el día de ayer, mostraron a un ministro de Economía que, lejos de replegarse, va por más en una agenda que busca ampliar su área de influencia.
“Es una enorme oportunidad que uno de los eventos más importantes a nivel mundial se desarrolle en Argentina. Es la chance de mostrar la Argentina al mundo y nuestra capacidad de organización como gobierno acompañando a la AFA”, dijo Massa, junto a Tapia y el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, durante la presentación de los avales a la AFA para la realización del torneo, aún con el mundial de Qatar en la retina y el sentimiento de miles de futboleros argentinos.
Más allá de sus repetidas desmentidas sobre una eventual candidatura, que algunos sectores del oficialismo ponen en duda por lo bajo luego del rebrote inflacionario, la difusión de un video en el que se ve la impresión de afiches con el nombre de Massa y el logo del Frente de Todos-del que se despegaron cerca del ministro-alimenta las especulaciones sobre un inminente lanzamiento, en medio de la incertidumbre económica y las tensiones cruzadas entre el presidente Alberto Fernández y el cristinismo de cara a las PASO previstas para el próximo agosto.
Sin dar pistas sobre una definición inminente, y mientras relativizan la importancia del video (“es viejo, de hace casi un mes”, comentaron desde el massismo aunque no desautorizaron a su autor) cerca del tigrense ven un escenario propicio para una eventual candidatura, ya no desde la estabilidad de las variables económicas (el índice de inflación complicó los planes de baja previstos para abril), sino en relación a las disputas a cielo abierto en Juntos por el Cambio luego de la definición de Horacio Rodríguez Larreta en torno a las elecciones “concurrentes” en territorio porteño.
“Si ellos se parten, y (Patricia) Bullrich va con (Javier) Milei, Sergio se va para arriba en las encuestas”, comentó uno de los dirigentes que vivió de cerca el raíd de reuniones de Massa en un lunes hiperactivo, en el que sin embargo el precio del dólar blue marcó otro récord. “Está todo muy raro, ellos y nosotros”, resumió la fuente, en una admisión de que todas (o al menos, varias) las cartas están sobre la mesa.
En reserva, fuentes del Gobierno señalan, además, que la reunión del miércoles pasado en República Dominicana, con Wendy Sherman, la número dos del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, no respondió estrictamente a la agenda económica que Massa que motorizó a su paso, el fin de semana, por Estados Unidos. “Fue a tratar de asegurar el bote salvavidas, un tránsito tranquilo de acá a las elecciones”, comentó otra fuente del Frente Renovador, que espera que en mayo (ya no en abril) el índice inflacionario dé un respiro que alimente las ilusiones electorales del Frente de Todos.
“Sergio es la última Coca-Cola en el desierto para Cristina, La Cámpora, los intendentes. Para todos, menos para (Daniel) Scioli”, ironizaron desde el massismo, siempre mirando de reojo al embajador argentino en Brasil, que sostiene sus aspiraciones presidenciales y también escenificó un acercamiento con el camporisimo en su visita a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, la semana pasada.
Mientras reafirman que el vínculo entre Massa y la vicepresidenta es de “sintonía”, desde el massismo aseguran que la relación entre su jefe político y el Presidente vive un momento de calma luego de la queja del tigrense por las “operaciones mediáticas” que, a su criterio, surgieron desde el entorno presidencial contra su figura.
“Alberto entendió que al tigre no se lo asusta con bala corta”, sentenció con tono campestre un leal al ministro de Economía, que imagina que el rol de Cristina en la campaña será “sostener el voto cautivo” del kirchnerismo, mientras Massa “pesca en el centro” del escenario, “y más si está Patricia Bullrich del otro lado”.