El Producto Bruto Interno (PBI) creció 1,3% interanual en el primer trimestre, mientras que en la medición desestacionalizada subió 0,7% respecto del trimestre anterior, lo que los economistas consideraron un buen resultado que, sin embargo, no se mantendría en los meses subsiguientes de 2023, para los que esperan caídas por el impacto de la sequía.
De acuerdo con el “Informe de avance del nivel de actividad” dado a conocer por el Indec, en la demanda global se observó un descenso de 0,6% en la formación bruta de capital fijo, y una caída en las exportaciones de bienes y servicios reales de 6,0%. El consumo privado creció 6,0% y el consumo público ascendió 1,6%.
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En términos desestacionalizados, con respecto al cuarto trimestre de 2022, las importaciones crecieron 7,6%; el consumo privado registró un incremento de 2,1%; el consumo público aumentó 2,7%, y las exportaciones descendieron 13,5%, mientras que la formación bruta de capital fijo tuvo un crecimiento de 2,1%.
Por el lado de los sectores de actividad, en la medición interanual se destacaron los incrementos en explotación de minas y canteras (11,9%), hoteles y restaurantes (8,5%) y hogares privados con servicio doméstico (8,2%), mientras que, como contracara, sobresalieron el sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura –que descendió 11,9% en el primer trimestre con respecto a igual lapso del año anterior– e intermediación financiera, que desaceleró 3,4%.
Consultado por LA NACION, el director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, dijo que el dato tuvo una mínima corrección a la baja respecto de lo que venía anticipando el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), más allá de lo cual fue un muy buen resultado para el primer trimestre después de la caída en el cuarto trimestre del año pasado.
“En este lapso, la economía no se vio muy afectada por la sequía. Sí en lo que es trigo, cebada y algunas cosechas finas, pero no fue muy relevante. Creo que eso sí va a verse reflejado en el segundo trimestre del año, que va a ser bastante negativo en términos de caída, sobre todo interanual, y, en menor medida, en términos desestacionalizados”, explicó.
A esto se sumaría que durante el primer trimestre se consumieron prácticamente todas las reservas netas del Banco Central, entonces no hay un stock que pueda ayudar. “Sin flujo y sin stocks, el Gobierno está obligado a poner más restricciones a las importaciones y obviamente eso refuerza el sesgo contractivo del nivel de actividad junto con la aceleración de la inflación y esta es una tendencia que probablemente persista en la segunda mitad del año. Obviamente, puede verse agravada por la incertidumbre propia del proceso electoral y, en particular, si hay algún evento cambiario. La caída del nivel de actividad, que no se vio en el primer trimestre, probablemente se vea en el segundo trimestre y se profundice en el segundo semestre”, agregó.
El analista de EcoGo Lucio Garay Mendez coincidió en que el dato conocido es el último con suba interanual, ya que capta una mínima parte del efecto de la sequía. “En el segundo trimestre está el pleno efecto, donde los resultados están a la vista. La caída en la oferta de dólares y la escasez de divisas que se observa en el mercado cambiario cuando se miran las transacciones en el MULC y en el pago de deuda, es por la caída en el aporte del agro. En ese sector está la caída fundamental de la actividad económica. También hay otros sectores afectados como la industria, que justamente sufre del faltante de divisas para la importación de insumos, y el comercio, que está afectado por la falta de recuperación del salario real, justamente en un trimestre donde proyectamos que los precios suban en promedio casi un 8% mensual”, puntualizó.
Por último, María Castiglioni, directora de C&T Asesores Económicos, dijo que “se está viendo una performance mucho más negativa de la actividad económica para el resto del año, pero sobre todo para el segundo trimestre, por el efecto directo e indirecto de la sequía, que es muy grande”.
“Se profundiza la caída de las exportaciones y vemos un consumo que ya no está logrando crecer, afectado por la baja de ingresos reales”, cerró.