Patricia Bullrich enfila su campaña con vistas a la pelea crucial de octubre. Después de asimilar el golpe por el inesperado triunfo de Javier Milei en las PASO y cerrar el capítulo de la interna con Horacio Rodríguez Larreta, la candidata presidencial pone en marcha la maquinaria electoral de Juntos por el Cambio y alienta el sueño de la remontada. Consciente de que enfrenta un desafío mayúsculo y que necesita salir a recuperar votos, la exministra de Seguridad terminó en las últimas horas de rediseñar su estrategia electoral.
Sebastián García de Luca, artífice del triunfo de Bullrich y Néstor Grindetti, su postulante a la gobernación, en la provincia de Buenos Aires, será el nuevo coordinador general de la campaña nacional de la exministra. Es que Bullrich dispuso que De Luca, un hombre de extrema confianza de Emilio Monzó, conducirá una suerte de mesa que reunirá a los brazos de Pro, la UCR, la Coalición Cívica y Encuentro Republicano Federal.
En rigor, García de Luca se ocupará de diseñar la acción territorial y política en todo el país. Cristian Ritondo comandará la tropa de diputados y Mariana Juri, la de senadores. La idea de Bullrich es distribuir la presencia de las figuras nacionales de JxC en distritos clave para que salgan a captar adhesiones. Piensan mover fichas entre jurisdicciones. Por caso, Luis Juez podría reforzar la campaña en La Matanza. “Ahora estamos todos alineados. Todo el mundo a la campaña, a la cancha y con tutti”, transmitió Bullrich a sus aliados. A su vez, activará la presentación de sus propuestas de gobierno en materia de seguridad, educación y economía para reposicionarse en el tablero electoral y disputarle votos a Milei (La libertad Avanza) y Sergio Massa (Unión por la Patria).
Bullrich, que presentará este jueves formalmente a Carlos Melconian como el nuevo referente de su equipo económico con un evento en la Fundación Mediterránea, en Córdoba, se reunió este miércoles con Mauricio Macri para interiorizarlo sobre la reorganización de su campaña. Fue el primer encuentro entre ambos después de los cortocircuitos que provocaron los gestos ambiguos de Macri hacia Milei. En el entorno de la exministra no solo habían caído mal los elogios que le dedicó el fundador de Pro al líder de La Libertad Avanza desde el escenario del búnker de JxC en Parque Norte la noche de las PASO, que dejó un sabor agridulce en las filas de Pro y la UCR, sino que no haya salido a dar un apoyo contundente a Bullrich, que no dejara ningún resquicio para las dudas sobre su posicionamiento, después de que Milei revelara que pensaba convocarlo para que sea un “súper embajador” durante su gobierno.
Bullrich y Macri mantuvieron un encuentro de rutina. Desde hace tiempo se ven periódicamente para coordinar el armado político de la exministra. Ella aún no definió qué rol podría tener durante la campaña el expresidente, quien transmitió a sus leales que está a disposición para salir a reconquistar votos en territorios clave que le dieron la espalda a JxC y solían acompañar a Macri, como Córdoba. Sin embargo, Bullrich y Macri acordaron que volverán a juntarse para evaluar el tema. Es que el expresidente tiene previsto irse de nuevo al exterior en las próximas horas, por lo que saldrá del radar de la campaña durante diez días.
En el entorno de Macri comentan que está dispuesto a “salir a la cancha” en la etapa que Bullrich lo disponga. Interlocutores habituales del exmandatario no vieron grandes variaciones en los sondeos después del terremoto político de Milei en las primarias. Especulan que Bullrich puede seducir a un sector del 40% que cosechó Macri en 2019. Quienes tratan a menudo al expresidente sugieren que su estrategia respecto de Milei no varía. Considera que no sirve atacar la figura del libertario por el flanco personal, porque eso lo enciende y no tiene un efecto entre sus votantes. Cerca de Macri especulan que es más eficiente discutir las propuestas de Milei o desnudar sus inconsistencias. Está claro que Macri lo veo como “parte del cambio”. “Cree que no se puede despreciar al votante de Milei. No sirve confrontar con alguien que también quiere el cambio”, comenta un leal a Macri.
En los estudios cualitativos que encargó Bullrich detectaron que hay un votante “blando” de Milei. “Ya hay miedo a sus propuestas”, dicen.
En una carrera contrarreloj, Bullrich se dedicó las primeras semanas posteriores a las PASO a estrechar lazos con los aliados de JxC, sobre todo con el sector que respondía a Larreta, su rival en la interna. Después de los gestos de unidad con el jefe porteño, quien se comprometió a respaldarla en la campaña, la aspirante presidencial se dedicó a blindar la alianza con la UCR. Gerardo Morales, jefe del radicalismo, la llamó para invitarla a participar de la cumbre de la mesa nacional del centenario partido en la que analizarían los resultados de las PASO. Bullrich se sumó para acompañar a Luis Petri, su candidato a vicepresidente y dirigente radical.
Ante Morales y Martín Lousteau, aliados de Larreta, les comentó sobre la incorporación de Melconian a JxC -hubo elogios a la heterodoxia del plan de la Fundación Mediterránea- y deslizó que no guarda recelos con los radicales. Una diferencia con Macri y los chispazos por la sucesión porteña. Es que Bullrich necesita del andamiaje territorial de la UCR. Sabe que no sobra nada en la disputa con Milei y Massa por los votos para entrar al ballottage. “Nos reunimos para aunar criterios y definir la estrategia para continuar trabajando juntos para ser gobierno en octubre”, remarcó la exministra, quien también cerró filas con Elisa Carrió, Miguel Ángel Pichetto, Margarita Stolbizer y José Luis Espert, entre otros aliados de Larreta, para fidelizar el voto moderado.
También arroparon a Bullrich en la sede del comité nacional Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes; Mario Negri, jefe de bloque de la UCR; Luis Naidenoff, María Luisa Storani y Gastón Manes, entre otros. “Es muy importante para nosotros poder recibirlos en nuestra casa y ratificar el compromiso de los dirigentes y militantes del radicalismo de todo el país con la victoria de la fórmula que integran Patricia y Luis“, remarcó Morales tras el mitin. Según el mandatario jujeño, “la única posibilidad de generar un cambio real y de garantizar gobernabilidad” es a través de la propuesta de JxC y el “liderazgo” de Bullrich. En la cumbre reafirmaron “la consigna de la lucha contra el modelo del kirchnerismo”. Es decir, el eje de confrontación sigue siendo Unión por la Patria.
Al promover a De Luca, Bullrich introduce cambios en su esquema de construcción política, como le pedían varios de sus socios en JxC para encarar la nueva etapa de la campaña. Juan Pablo Arenaza, mano derecha de Bullrich, es el jefe de la mesa chica. Es un hombre de máxima confianza para la exministra, quien suele contener a los suyos. Hasta ahora Damián Arabia, candidato a diputado nacional en la Capital, se encargó del armado en el interior del país. Arabia, que acompañó el martes a Bullrich a Rosario y estará mañana en Córdoba para la presentación de Melconian, había sido apuntado por varios integrantes del entorno de Bullrich por la performance en distritos influyentes. “Había muchas quejas. En casi todo el interior Milei nos llenó la cara de dedos”, despotricó un alfil de Bullrich en Pro. Otros, en cambio, creen que “equipo que gana no se toca”.
Lo cierto es que Bullrich deberá desde ahora amalgamar a las distintas figuras de JxC y evitar contratiempos para lograr una remontada en octubre. De hecho, hay dirigentes de Pro cercanos a la exministra que están inquietos por el desembarco de Melconian. Temen que su alto perfil se convierta en un problema para la postulante presidencial. “Le da aire ahora para que Patricia vuelva a estar cerca de la gente. Pero en algún momento tendrá que ponerlo a raya”, comentan entre los detractores del economista.