Patricia Bullrich asume los riesgos, pero confía en su estrategia para alcanzar el ballottage. Tiene la certeza de que su adversario en el ring electoral es el kirchnerismo, pese a que Javier Milei (La Libertad Avanza) se impuso en las PASO y corre con ventaja en la carrera presidencial, según la mayoría de los sondeos. Por eso, Bullrich refuerza su apuesta a polarizar con el Gobierno y el aspirante del oficialismo, Sergio Massa, para movilizar a los votantes del núcleo duro de la oposición. No piensa reenfocar su campaña. Sin embargo, consciente de que se mueve en un escenario de tercios y que necesita recuperar terreno, comenzó a dedicarle mayor tiempo a diferenciarse de Milei y marcar sus falencias o contradicciones. No entra en una disputa cuerpo a cuerpo y hasta evita nombrarlo en sus discursos, pero deja en claro que la opción del libertario es un salto al vacío.
En las últimas horas Bullrich, candidata a presidente de Juntos por el Cambio, volvió a cargar contra Milei por su vínculo con el gremialista Luis Barrionuevo. Visualiza que, por fin, encontró un flanco débil para atacar al líder de la Libertad Avanza. Es más, la exministra espera con ansias que el economista y el sindicalista expliciten su alianza durante el evento que compartirán este viernes en Parque Norte para recaudar fondos. Esa foto, asumen en el campamento de Bullrich, podría ser valiosa para la campaña. “Lo de Barrionuevo es un tema que golpea, porque si vos querés terminar con la casta, no metés al sindicalismo en el Ministerio de Trabajo. Así no va a cambiar nada”, transmitió la postulante presidencial.
Desde la fuerza de Milei le recordaron la alianza de JxC con Dante Camaño (Encuentro Republicano Federal), titular de los gastronómicos porteños, que integra las listas del espacio en la ciudad tras el acuerdo entre Miguel Pichetto y Horacio Rodríguez Larreta.
Tras la polémica reforma de Ganancias en el Congreso, que contó con el aval de La Libertad Avanza y le generó un disgusto a Bullrich en plena campaña por la fisura en el interbloque de JxC –Emiliano Yacobitti se desmarcó al colaborar con el quórum-, la exministra no sospecha de un pacto entre Milei y Massa. Pese a que está al tanto de la presencia de dirigentes ligados al ministro de Economía en las listas del libertario, sobre todo, en la provincia de Buenos Aires, cree que el tigrense lo “usa” al libertario para correrla de la escena. “Me parece más una ingenuidad de Milei que un pacto hecho a las sombras”, dijo en diálogo con Radio Rivadavia. La misma visión tiene Macri, quien remarcó que no estaba en condiciones de “afirmar” que había un acuerdo entre Massa y Milei después de que se aprobara en Diputados los cambios impositivos anunciados por el ministro de Economía en plena campaña electoral.
Bullrich está convencida de que el kirchnerismo o un sector del PJ intentan infiltrarse en el movimiento de Milei para dominarlo desde adentro y “sobrevivir” en el poder. “El peronismo ha actuado siempre de la misma manera. Cuando ven que hay algo que le puede competir, lo compra, se lo mete adentro, le ofrece lo que no tiene”, explicó.
Con ese telón de fondo, Bullrich interpreta que Massa “usa” a Milei y lo elige como contrincante para tratar de borrar a JxC de la cancha. Considera que el frente opositor es la única alternativa de poder al kirchnerismo. Y repite que su objetivo es “terminar” y derrotar a la “ideología” que implantaron Néstor y Cristina Kirchner en la sociedad desde 2003. “El desorden que generó el kirchnerismo ha roto a la sociedad. Ahí tenemos que apuntar el cambio. Después, algunos lo quieren cambiar [ese desorden] con una persona [por Milei] que, desde nuestro punto de vista, no tiene los atributos para hacerlo porque no solo está sola, sino que se le cae la dolarización y… ¿qué tiene? ¿qué sabe?”, remató Bullrich en una charla con LA NACION y otros medios gráficos en las últimas horas. Es más: calificó de “irresponsable” a Milei por haber apoyado en Diputados la reforma de ganancias: “Si votás bajar impuesto, sin que baje el gasto, le estás dando a Massa una herramienta política. Estás en el pozo y agarrás la pala [para seguir cavando]”.
Bullrich insistirá por esa línea en la nueva etapa de la campaña. Su rival a vencer, insiste, es el kirchnerismo y los ejes centrales de su modelo político y económico. Por eso, al esbozar las vigas maestras de su proyecto político, la exministra plantea que su prioridad será lograr el equilibrio fiscal, quitar las “trabas” para que la economía crezca, establecer reglas macroeconómicas estables para que el país se desarrolle y garantizar los 190 días de clases. “Lo importante es tener un programa serio, responsable y cumplible. No hay magias”, insistió el miércoles antes de retirarse del almuerzo con empresarios en el Hotel Sheraton.
En ese marco, apostará a exhibirse como la verdadera opositora al kirchnerismo. De hecho, firmó hoy un “compromiso” en el Puente Pueyrredón, uno de los epicentros habituales de manifestaciones de organizaciones sociales y de izquierda, junto a Jorge Macri, candidato a jefe porteño de JxC, para “terminar con los cortes”.
“No queremos vivir más en un país donde el caos le gane al orden, donde las cosas se consiguen porque extorsionan, cortan calles, hacen piquetes y de esa manera le ganan al que trabaja, al que se fuerza y al que hace las cosas de acuerdo a la ley”, enfatizó Bullrich, acompañada por Cristian Ritondo, primer candidato a diputado nacional, y Martiniano Molina, postulante a intendente de Quilmes y rival de Mayra Mendoza.
El viernes, antes de retomar su gira electoral en motorhome, que tendrá paradas en Entre Ríos y Santa Fe, asistirá a la apertura de un nuevo encuentro del Grupo Libertad y Democracia, donde compartirá una actividad con Macri -habrá más hasta el 22 de octubre-, quien explicitó su enojo -”el populismo es contagioso”- con los diputados que responden a Martín Lousteau por su actitud en el debate por Ganancias. Bullrich, que había pedido no dar quórum, intervino para hablar con Lousteau. El líder de Evolución Radical tomó distancia del tema y transmitió que hay buena sintonía con la exministra y que la respalda en la campaña, pese a que Yacobitti salió a cruzar a Macri. El génesis de la fuerte tensión entre los radicales de Lousteau y Macri sigue siendo la pelea por la herencia de la Ciudad, bastión de Pro. En la UCR porteña se imaginan afuera del gobierno ante un eventual triunfo de Jorge Macri.
Bullrich intenta dar vuelta la página de la interna en JxC. Necesita que no haya ruidos en el espacio en un momento en que procura recuperar el pulso electoral. En su mesa chica consideran que la campaña se “ordenó” y perciben un repunte de la exministra en las encuestas. “Encontramos el tono y recuperamos la épica con las caravanas”, dicen. Ya planifican un gran acto de cierre de esas movilizaciones. Pero aún no definieron la sede.
Entre los colaboradores de la postulante creen que “bajó la espuma” de Milei y que comienza a estancarse. No ven una ola violeta. Al contrario, sus últimos estudios les indican una tendencia a la baja del libertario. Por eso, se ilusionan con llegar a la segunda vuelta. Eso sí: buscan reforzar la recaudación de fondos para la campaña. Por eso, Bullrich organizó anoche una cena en el Yacht Club Puerto Madero.