Después de seis meses de conflicto por un incremento en el pago de las horas extras, período en el que hasta se tomó un piso del Ministerio de Trabajo, el Sindicato Único de los Trabajadores del Neumático (Sutna) firmó en septiembre del año un acuerdo salarial con una claúsula de ajuste automático que indicaba que al cierre del trato el aumento debería estar 10 puntos por encima de la inflación. Aquel trato, que se volvió un caso inédito en el mapa de las paritarias, está próximo a vencer y todo indica que los operarios de Fate, Pirelli y Bridgestone tendrán un incremento de 126,9% entre junio de 2022 y julio de 2023, según informó el gremio en un comunicado.
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El nudo del conflicto del año pasado se resolvió después de un incremento salarial inicial con una serie de porcentajes que llegaban al 63% más un bono de 100 mil pesos. Ese mismo trato se fue adecuando y cerrará en 12 meses una suba de casi 127%, un porcentaje que no se alcanzó en otro sector, ni público ni privado. Se trata de una excepción en un universo en el que la mayoría de los sectores queda igualado o por debajo de la inflación, lo que impacta en el poder adquisitivo de los ingresos.
Con el aceleramiento de la inflación, solo dos gremios lograron el año pasado imponer una claúsula gatillo, la única garantía para que la suba de los precios no se engulla a los salarios. Uno fue el Sutna, con este pacto que se termina el mes próximo, y el otro fue la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc), con el sector mutualista. No se firmaban tratos con ajuste automático desde 2017, un atajo al que había recurrido el exministro de Trabajo macrista Jorge Triaca para facilitar por entonces el cierre de las paritarias.
El Sutna es el único gremio industrial que está liderado por la izquierda. Su secretario general es Alejandro Crespo, de 48 años, militante del Partido Obrero (PO) y forma parte de lo que se denomina el gremialismo clasista.
El Sutna tiene 5000 afiliados. La raíz del conflicto del año pasado con las empresas es el pago de las jornadas de fin de semana. El régimen laboral es de siete días de trabajo de corrido y dos de descanso. El gremio exige un pago doble para los sábados y domingos. Los empresarios argumentan que acceder a ese pedido les restará competitividad y les aumentaría en un 15% los costos laborales, según precisaron a LA NACION.