A pocos metros de una concurrida estación de subte en el corazón de París, científicos descubrieron un total de 50 tumbas en una antigua necrópolis que ofrecen una rara visión de cómo era la vida en Lutetia, precursora de la capital francesa, hace aproximadamente 2000 años.
El hallazgo se produjo mientras que el gobierno francés avanzaba con sus planes para crear una nueva salida en la estación Port-Royal. De alguna manera, señala AFP, tanto expertos como trabajadores de la construcción no se habían topado con estos restos en las múltiples obras viales emprendidas a lo largo de los años.
Sin embargo, Camille Colonna, antropóloga del Instituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva (INRAP) de Francia, señaló en una conferencia de prensa que ya había “fuertes sospechas” de que el sitio estaba cerca de la necrópolis del sur de Lutetia.
La necrópolis de “Saint Jacques”, el lugar de enterramiento más grande de la ciudad galo-romana de Lutetia, fue previamente excavada parcialmente en el siglo XIX. Sin embargo, solo se sacaron de las tumbas objetos considerados preciosos, y se abandonaron muchos esqueletos, ofrendas funerarias y otros artefactos.
Luego, se la cubrió una y otra vez y terminó por perderse en el tiempo. El equipo del INRAP descubrió días atrás una sección que nunca antes había sido excavada. “Esta parte en especial no fue vista nunca más después de finalizada la era antigua”, destacó el presidente del INRAP, Dominique García.
Colonna resaltó que el equipo también estaba “muy feliz” de haber encontrado un esqueleto con una moneda en la boca, lo que les permitió fechar el entierro en el siglo II d.C. Producto de la excavación, que comenzó en marzo, se descubrieron 50 tumbas, todas las cuales se usaron para el entierro y no para la cremación.
Barquero de Hades
Los restos de los hombres, mujeres y niños se cree que son Parisii, un pueblo galo que vivía en Lutetia, desde cuando la ciudad a orillas del río Sena estaba bajo el control del Imperio Romano. Los esqueletos fueron enterrados en ataúdes de madera, junto a ofrendas como jarras y copas de cerámica.
A veces se colocaba una moneda en el ataúd, o incluso en la boca del muerto, una práctica común en la época llamada óbolo de Caronte. En la mitología griega, Caronte es el barquero del Hades, y la moneda se consideraba un soborno para llevar las almas de los muertos a través del río Estigia.
Los arqueólogos también encontraron zapatos dentro de las tumbas, identificándolos por los pequeños clavos que habrían estado en las suelas. Colonna explicó que los zapatos se colocaban “ya sea a los pies de los muertos o junto a ellos, como una ofrenda”.
También se descubrieron joyas, horquillas, cinturones. El esqueleto completo de un cerdo y otro animal pequeño fueron encontrados en un pozo donde se pensaba que se sacrificaban animales a los dioses. A diferencia de la excavación del siglo XIX, esta vez el equipo planea sacar todo lo que haya en la necrópolis para analizarlo.
“Esto nos permitirá entender la vida de los Parisii a través de sus ritos funerarios, así como su salud al estudiar su ADN”, concluyó la antropóloga del INRAP, que agregó que la historia antigua de París “generalmente no era muy conocida”. Las tumbas abren “una ventana al mundo de París durante la antigüedad”, cerró.
Con información de AFP